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lunes, 27 de agosto de 2007

Parquímetros sí


Debo decir que soy partidario de los parquímetros, y que tengo una hipótesis respecto a lo que debería ocurrir entre tenencia y parquímetros: que los parquímetros sustituyan a la tenencia.
La tenencia es un impuesto percibido como injusto, y que en realidad no corresponde a lo que la sociedad busca. Se cobra la tenencia por tener, valga la redundancia, y no por usar. El parquímetro, la gasolina y el peaje en autopistas, son impuestos dirigidos al uso y no a la propiedad. En ese sentido son menos expropiatorios y eventualmente incentivarán al no uso, que es lo que la sociedad desea.
Ya sea por tráfico o por contaminación, aunque también por falta de espacios de estacionamiento y por ruido, las sociedades preferirán que se usen menos los coches a que se usen más. Cada individuo puede estar en la situación opuesta por razones individualistas o familiares. Sin embargo, lo importante es incentivar un uso del transporte público en vez del privado.
Si instalamos los parquímetros sólo en colonias congestionadas durante horas de trabajo (como hoy en la Zona Rosa y las colonias Cuauhtémoc y Juárez del Distrito Federal), podríamos lograr una muy importante recaudación, aunque me parece que buena parte deberá quedarse en las colonias en las que se instalen los parquímetros para seguridad, mejoras en banquetas, en iluminación, etc. Lo que los vecinos decidan.
En cambio, si los parquímetros son instalados de manera generalizada en la mayoría de las colonias, si no en todas, aunque desde luego con tarifas diferenciadas, con preferencia para los vecinos, y buscando incentivar cierto tipo de conductas entre los poseedores de vehículos, podrían sustituir así a la tenencia.
En realidad estoy presentando esta propuesta que debe aterrizarse mucho más, definir qué tipo de conductas queremos incentivas, qué tarifas serían las idóneas, cómo haríamos la recaudación, cómo resolveríamos la falta de morralla, si estamos dispuestos a que una persona sea propietaria de un lugar en exclusivo, y en fin, cientos de detalles que deberá ser un estudio el que determine los alcances, si es que el día de mañana tenemos la oportunidad de proponer a la sociedad sustituir un impuesto impopular por un derecho.
Por lo pronto, me parece que hay suficientes colonias sin espacios de estacionamiento, que lograrían un manejo mucho más eficiente si tuvieran parquímetros. Hoy día caminamos hacia ese sistema en Polanco y Anzures, pero creo que son muchas más colonias. También me parece que los parquímetros no resuelven todo, y en algunos casos debemos impulsar los estacinamientos subterráneos, no tanto debajo de parques y jardines, pero sí debajo de algunas plazas y avenidas, cuando ello no implique sacrificar suelo. Pero de ello hablaremos mañana.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

yo creo que tu idea es excelente ,pero creo que para poder lograr que la sociedad deje de utilizar su automovil es importante que se revisen los medios de transporte ya que en mexico es casi una salvajada viajar en ellos , ya sea por el mal estado de las diferentes unidades asi como la inseguridad que existe , hoy dia para el mexicano es mas comodo y seguro viajar en su auto por lo que si mejoraran estos servicios la gente se animaria mas a viajar en transporte colectivo y seria muy conveniente que si tuvieramos parquimetros en la ciudad por que esto ayudaria mucho a subir el nivel de calidad de las diferentes colonias esto si como dices que el dinero se repartiera para uso de las colonias o delegaciones en que se instalaran.
veronica rojas

Roberto Remes Tello de Meneses dijo...

Bámbola:
Gracias por tu comentario. En efecto, si vamos a castigar a los automovilistas con trabas para que usen su auto, hay que premiarlos con un mejor transporte.

Moy dijo...

Yo vivo en la Cuauhtémoc y detesto los parquímetros.

Los parquímetros inducen a la corrupción. La empresa que los opera tiene personal mal educado que abusa de la gente, parece que les pagan por la cantidad de candados que ponen. A las personas que me visitan les han puesto un candado a sus vehículos casi cuando están estacionándolos todavía. Y también, en otras ocasiones, han colocado candados aunque todavía queden algunos minutos en el parquímetro.

Pero, por ejemplo, no le dicen nada a los comerciantes que tienen puestos de comida y sus vehículos placas de otros estados y que a veces se estacionan en doble fila o en las esquinas y estorban ahí todo el día.

Es imposible negociar con esas personas del operativo parquímetro. Mis amigos y familiares de la colonia incluso los han madreado y me da mucho gusto. Ojalá los quemen con napalm.