El bloguero de la megablógolis

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domingo, 23 de septiembre de 2007

Las consultas ciudadanas

Muchos ciudadanos participan en consultas oficiales pensando que serán escuchados. A menudo estas consultas son manipuladas por la autoridad. Esto se debe al dilema que tienen los gobernantes de hacer lo que ya decidieron hacer, pero sin respaldo público, o dejar de hacerlo. El dilema se resuelve, lamentablemente, preparando consultas públicas a modo.
Aún así, como demócrata quiero pensar que sí es posible realizar consultas públicas en las que se empate el interés de la autoridad con el interés de la ciudadanía.
Si las consultas son abiertas, es decir, si la población puede expresar abiertamente sus ideas, se corren algunos de los siguientes riesgos:
1. Que la gente proponga lo que no es viable
2. Que la gente dedique toda su propuesta a quejarse
3. Que pidan trabajo o que les solucionen algún problema particular
4. Que hablen de otros temas y no los de la consulta pública
5. Que propongan lo que ya existe
6. Que propongen cosas incoherentes
7. Que le quieten el tiempo a los servidores públicos
Etcétera.
Estas razones son las que han llevado a más de un alto funcionario a hacer consultas pero subestimarlas de antemano.
Creo que hay que buscar la manera de que, sin acotar preguntas a un sí o no, sin llevar a la gente a opinar sobre lo que obviamente diría que no o que sí (¿desea usted que se construyan más líneas del metro? ¿aceptaría usted que subieran los impuestos?), y cuando las preguntas se salgan del contexto, entonces la autoridad debe esforzarse por entender lo que está expresando la gente. Proponer, por ejemplo, cosas que ya existen significa que la autoridad no está comunicando lo que hace adecuadamente; las peticiones de la gente, en vez de sus propuestas, o el planteamiento de los problemas antes que de las soluciones, reporta mucha información sobre el clamor ciudadano.
En el caso de la consulta verde que se realizó recién, las respuestas eran obvias. Para la autoridad lo único que importaba era el cheque en blanco que obtuvieron a raíz de la consulta.
Yo creo que hay que construir un mejor sistema de participación ciudadana, que permita la retroalimentación, sin que las políticas públicas sean sometidas a prácticas demagógicas, como las utilizadas en las consultas de Andrés López y Marcelo Ebrard.
En algunos casos, en los que la sociedad se polariza, como con el aborto o el segundo piso del Periférico, la sociedad debe salir fortalecida del debate social. Hasta el momento ello no ha ocurrido, así que de entrada deberíamos ponernos como meta que de cada tema que polarice deje un debate positivo y propositivo a nuestra sociedad, y no sólo el triunfo de unos sobre los otros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El democrático gobierno de la ciudad no ha hecho una nueva ley de participación. Eso demuestra que no tiene visión en ese sentido. querían el gobierno y ahora lo tiene, lo demás....no importa.