Los derechos individuales son de interés colecctivo, pero los derechos colectivos son superiores a los legítimos intereses individuales. Aún en este caso, el gobierno debe cuidar porque los intereses individuales se respeten.
Digo esto principalmente por las grandes obras de beneficio público. Líneas del metro, puentes, acueductos, ampliaciones de avenidas, aeropuertos, entre muchas otras. Habiéndose fundamentado el beneficio colectivo, las afectaciones individuales se pueden aceptar. Pero el gobierno debe tratar de minimizar estas afectaciones: la menor cantidad de predios expropiados, el menor impacto social, urbano y ambiental, las menores afectaciones por las obras en sí. Siempre hay que valorar todas las alternativas para reducir las afectaciones individuales sin afectar los beneficios del proyecto.
El respeto al patrimonio, artístico e histórico, es básico. La compensación de las afectaciones también. Si hay protestas y los beneficios colectivos están demostrados, las afectaciones minimizadas, entonces hay que seguir adelante. Si hay protestas generalizadas, entonces hay que revisar el proceso, pero si es necesario, también puede seguirse adelante.
Ejemplos como el tren elevado, el aeropuerto de Texcoco y los estacionamientos subterráneos a mediados de los noventa, no creo que deban volver a ocurrir. En el caso de los estacionamientos subterráneos se tenía un paquete de al menos una docena de estacionamientos que no se construyó por protestas vecinales. Había algunos casos justificados porque iban a ser hechos debajo de parques, pero modificando el proyecto se podían haber logrado. Hay un gran déficit de espacios de estacionamiento en toda la ciudad. Sería menor con esos estacionamientos. No tienen que hacerse debajo de los parques, es más no deben hacerse allí, y eso era lo que había que leer de las protestas: la necesidad de reducir afectaciones, permanentes y temporales.
En abstracto muchos podrán estar de acuerdo conmigo, pero en concreto, es decir, sobre una obra específica, entonces se hace la polémica.
¿Qué hacer con la Torre Ataúd? Por supuesto que no hacerla, al menos no en las condiciones que se propone: se trata de una obra de beneficio privado con afectaciones colectivas. Es justo el ejemplo opuesto de lo que acabo de exponer. El Bosque de Chapultepec beneficia a todos, la torre sólo beneficiará a los que compren, vendan o renten, a quienes ocupen los empleos que cree, pero no será una obra de beneficio social. Por lo tanto no debe afectar al Bosque de Chapultepec.
martes, 25 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario