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sábado, 29 de septiembre de 2007

Hacia el liderazgo en la ciudad 2

Me equivocaría, y se equivocaría cualquiera que pensara así, si creo que cualquier gobierno emanado de un partido distinto al mío será un fracaso. Yo veo cosas buenas y otras que no me gustan en el gobierno de Marcelo Ebrard, pero estando a cinco años y semanas de que termine, me parece que el saldo puede ser muy positivo para la ciudad.
La ciudad requiere liderazgo, pero ese liderazgo pasa no sólo por lo que he mencionado ayer y antier, el que el Jefe de Gobierno esté más comprometido con la ciudad que con su siguiente puesto, sino también por un objetivo claro.
Yo percibo que un objetivo muy claro para la actual administración es que la ciudad deje de crecer sin rumbo, que deje de tener sólo proyectos aislados y que se articule una política más ambiciosa de cambios en la ciudad, sobre todo en materia de transporte público y espacios para los peatones. Más allá de si el gobierno de Marcelo Ebrard es un gobierno bicicletero, de si se dedicó a promover una gran torre en medio del Bosque de Chapultepec o si retoma la frivolidad de la pareja presidencial en una reencarnación de la insoportable Martha Sahagún, con la todavía más insoportable Mariagna Prats, lo que yo encuentro es que si al final de la administración nos topamos con que de los más de 40 millones de viaje persona al día que se realizan en la ciudad, más de 4 millones de ellos se realizan en condiciones sustancialmente mejores que en 2006; si nos encontramos un Centro Histórico sin ambulantes y con calles peatonales; si se acaban los problemas de estacionamiento mediante una tarificación más eficiente y el impulso a los estacionamientos subterráneos; si nos encontramos con nuevas plazas públicas, con una red de ciclopistas ligada al transporte público, con recuperación de espacios secuestrados por la delincuencia, y si nos encontramos con una ciudad más segura ... entonces podremos decir, que Marcelo Ebrard haya cumplido.
Hoy, esto que mencioné parecen buenos propósitos, pero el "cómo" que él maneja no es del todo descabellado, no es imposible. Al contrario.
Ese objetivo, 2012, si estaá presente en los actos de gobierno, creo que se puede alcanzar. Y en ese sentido, creo que para 2018, habiendo cumplido el gobierno que acaba en 2012, podemos pensar en varias cosas:
1. Que al menos 2/3 partes de los viajes persona día que se realicen en la ciudad se realicen en condiciones óptimas de seguridad, velocidad, comodidad y precio, y que utilizando el transporte público todos los viajes se puedan realizar, de un punto a otro de la zona urbana del Distrito Federal, en menos de 90 minutos.
2. Que se haya logrado una ambiciosa recuperación de espacios para crear plazas públicas y áreas verdes en las zonas con mayor saturación poblacional y carencia de las mismas al día de hoy
3. Que se cuente con un presupuesto al menos 50% superior al actual en términos reales
4. Que la población perciba y se enorgullezca de un cambio radical en el rumbo de la ciudad, gracias a mejores condiciones del transporte, abasto de agua, seguridad, espacios públicos y áreas verdes
5. Que se trate más del 100% de las aguas consumidas en la ciudad
6. Que se integre la recuperación de espacios para los habitantes con la recuperación económica y la difusión de la cultura
7. Que se incremente el turismo recreativo varios puntos por encima del promedio de crecimiento del turismo mundial
8. Que se termine la discriminación en los bares y centros de esparcimiento para jóvenes
9. Que el 95% de la población utilice el transporte público al menos una vez al año
10. Que la Ciudad de México se convierta en un ejemplo mundial de recuperación de una ciudad deteriorada y sin rumbo

Yo creo que estos objetivos habrá que afinarlos más conforme comprobemos el desempeño de la administración de Marcelo Ebrard. Ojalá y que cumpla con sus propios objetivos. Ya perdimos 9 años con los gobiernos mediocres de Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés López. Ambos tenían la cabeza en otro punto. Nunca estuvieron comprometidos con la ciudad.

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