Hace unos años, en una de esas clásicas películas palomeras de la industria cinematográfica estadounidense, Sandra Bullock representaba a una mala agente de la policía que iba a ser sancionada por haberse creído que una persona que estaba siendo detenida se ahogaba con un cacahuate. La debilidad de la agente había causado que ésta intentara evitar la muerte de un detenido por asfixia, quien evidentemente estaba fingiendo su crisis y quien segundos más tarde reaccionaría hiriendo un agente.
Esta escena ridícula en una película, enfocada sólo al entretenimiento, refleja lo opuesto de lo que debe ocurrir en una policía. Como esa hay otras, muchas otras, que ponen a los policías como idiotas: policías que se enamoran de las personas investigadas, como en Bajos Instintos; policías que hacen operativos contra ladrones de bancos y terminan afectando una investigación sobre narcotráfico por la falta de coordinación (Point Break); etc. La lista es interminable.
Frente a esto uno ve la pifia de operativo, tragedia y vejaciones posteriores de la Policía del Distrito Federal, y justo días después un video sobre entrenamientos a los policías de León que parecen clases de tortura.
Las policías del país son una basura, no sé la federal, pero las policías municipales o tienen un entrenamiento hacia el autoritarismo, o simplemente no tienen entrenamiento. Yo me pregunto, frente a las estúpidas declaraciones del alcalde de León, para colmo homónimo del segundo presidente de México y consumador de la independencia, Vicente Guerrero, quien al justificar las "clases de tortura" dijo que era un entrenamiento de resistencia. Pero decía que me pregunto si es necesario revolcar a un policía en su propio vómito para hacerlo más resistente, si es necesario llevar su cabeza hasta el excremento y las ratas, para hacerlo más resistente. ¿Es como las novatadas de los equipos de futbol americano, que las hacen para que se vuelvan más duros? ¿Qué hoy no podemos tener mejores técnicas de resistencia, que incluso vayan a cuestiones de manejo de energía interna, disociación del dolor y cuestiones que los dignifiquen como personas humanas?
El alcalde de León es para mí y para muchos un asco, me importa muy poco que militemos en el mismo partido, pero no tengo la menor duda de que dichas prácticas existen en otras policías del país. No sé cómo sean en el Distrito Federal, pero creo que hay que entrenar a nuestros policías sí para la resistencia, sí para la firmeza, pero con técnicas más evolucionadas, en lo físico y lo mental, y no con las mismas prácticas que dudo mucho que sean distintas de las practicadas hace más de 2000 años.
... and world peace!
jueves, 3 de julio de 2008
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