El jueves por la noche, regresando de trabajar, vi que una grúa estaba acomodando la última trabe del puente trensado de La Virgen y Cafetales. Esto me dice que la obra estará terminada ¡por fin! en unas tres semanas. Espero que no falle.
El Gobierno del Distrito Federal, en su afan por echarle la culpa a otros, dice que esta obra se retrasó por las protestas vecinales. Esto es falso. Ellos reprimieron las protestas. No sólo no hubo bloqueo, cuando hubo intentos de protesta, llegaron los granaderos a impedirlo. Recuerdo muy bien que saliendo de vacaciones en diciembre de 2006, muy temprano, un sábado, me encontré con la zona sitiada por los granaderos a las 7 de la mañana.
Se tardaron casi 2 años para un puente que se debio haber hecho, más sencillo, en menos de un año. Y ahora el problema es que La Virgen no es una avenida terminada, pierde sus carriles entre los ejes 2 Oriente y 1 Oriente. El puente funcionará tal vez, pero los siguientes dos semáforos de La Virgen hacia Tlalpan y su salida a Tlalpan, quedarán atrofiados.
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