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jueves, 31 de julio de 2008

Mi último comentario sobre la consulta

Esta mañana leí la colaboración semanal de Sergio Aguayo para REFORMA. Él habla de que la consulta fue confiable. El término confiable supondría que los resultados son confiables, pero cuidadosamente Sergio Aguayo no dice que los resultados sean confiables, sino que el ejercicio democrático fue confiable. Él mismo participó como observador en el ejercicio y en este sentido su opinión refleja muy correctamente lo que él vio: una redacción inexacta de las preguntas (para las que en su momento sugirió cambios, en concreto para la primera, que no se tomaron en cuenta), pero un ejercicio ciudadano que en términos generales no se vio alterado por factores ajenos a dicho ejercicio. Esto es cierto, pero incompleto, aunque no deja de reflejar la convicción de quienes están a favor de que existan este tipo de formas de participación ciudadana (yo las comparto, pero no así, en un ejercicio tan incompleto que no logró la discusión de una sociedad en torno a preguntas cuya redacción fuera consensada). Es por ello que envié este mensaje a Sergio Aguayo.

Estimado Sergio Aguayo:

Al igual que la consulta de 1993, la consulta de 2008 fue una manifestación política. La de entonces, de quienes estábamos a favor de mayores poderes para los ciudadanos de la capital; la del domingo, de quienes están contra la reforma petrolera. Los que estamos a favor de la reforma no podíamos caer en su juego con sus reglas, por eso no votamos, por eso exageramos el video de alguien que, en circunstancias creíbles, no habría podido ser seguido hasta 35 casillas. La consulta, no siendo respaldada por ninguna ley (el alcance de la Ley de Participación Ciudadana del DF es cuestionable y limitado; Michoacán tiene la figura jurídica en su Constitución pero no cuenta con ley reglamentaria, etc.), es sólo la expresión de quienes participaron en ella, como quien llena una encuesta en internet. Es la manifestación política de los miles de voluntarios (y los miles de obligados, porque evidentemente se forzó a los empleados delegacionales y del GDF a cuidar casillas), y de las centenas de miles de votantes ... pero de ninguna manera es un ejercicio representativo. Aún suponiendo que la consulta hubiera sido equilibrada, justa, objetiva, legal, etc., es evidente que la proporción de respuestas no habría sido nunca 85/15 pues dependiendo de la redacción de las preguntas y el momento, las encuestas han mostrado entre 40 y 60 % de opiniones ya sea a favor o en contra.
La consulta es confiable, como tú señalas, en tanto refleja la expresión de quienes participaron, pero no es confiable si le queremos dar una validez representativa de la opinión a nivel nacional, ni siquiera aún si la queremos considerar representativa de la opinión de los ciudadanos del DF o de cualquiera de las otras 9 entidades participantes. Omito, además, reflexionar que en la organización se perdieron los límites entre partido y gobierno, lo cual conllevaba inducción del voto (tal como recuerdo ocurrió el 21 de marzo de 1993, cuando los que estábamos en la casilla invitábamos a los transeúntes a participar hablándoles de la importancia de que el DF contara con un Congreso Local o fuera el estado 32).
Saludos,
RRTM


Creo que con estas expresiones termino mis comentarios sobre la consulta ciudadana. Por último, el resultado final difirió en un 5% del estimado el domingo por la noche: 826,028 participantes, contra 870 mil estimados. Cifra superior a los 500 mil que yo predecía.

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