El bloguero de la megablógolis

se quiere desblogueromegablogolizar,
el que lo desblogueromegablogolizare
será un desblogueromegablogolizador


miércoles, 17 de septiembre de 2008

El día después

Houston estaba abandonado el día de ayer. Era como un día no laborable. Las calles vacías, sucias, los negocios cerrados y actividades de limpieza en la calle del tren ligero. En cierta zona se veían muchos vidrios rotos, producto del paso del huracán Ike, pero en general la ciudad había soportado muy bien el fenómeno. Sin embargo, no había servicios turísticos, no había taxis, las gasolineras estaban con filas de hasta dos horas, según me dijo un taxista. En los McDonald`s y otros negocios de comida rápida había colas. Una de las cosas más impresionantes fue ver a decenas de personas sentadas en el piso en el célebre centro comercial Galleria, con sus computadoras y teléfonos celulares cargando. Muchas casas están sin luz y/o sin agua potable.
Tengo la impresión de que habiendo sufrido verdaderas tragedias en México, los puertos han desarrollado una capacidad de respuesta impresionante para resolver la pérdida de servicios ante fenómenos naturales. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes cuenta incluso con un puente desmontable. El desalojo de Houston fue impresionante, con seguridad, pero creo que la capacidad de recuperación de los mexicanos es muy superior, porque somos capaces de subsistir con menos servicios. Por ejemplo, creo que sí había condiciones para operar el tren ligero, pero prefirieron suspender el servicio hasta asegurarse de que operara con plena seguridad. En México habría bastado con una supervisión general para reiniciar las operaciones.
Creo que en la Ciudad de México nunca tendremos un desalojo porque los fenómenos atmosféricos no llegan con tanta fuerza, aunque sí con mucha agua. El mayor riesgo, lo sabemos, siguen siendo los temblores. ¿Tenemos capacidad de respuesta para restablecer servicios?
Hemos avanzado muchísimo en simulacros y cultura de protección civil, pero no estoy tan seguro que estemos muy preparados para el día después, y me parece que los esfuerzos en este tema tendrían que darse, porque sabemos que 23 años después del último sismo mayor a 8 grados Richter no tarda en presentarse otro.

No hay comentarios: