martes, 20 de mayo de 2008
La Plaza de Armas de Lima
La imagen que muestro en esta colaboración es de Lima, está tomada desde la acera de la Catedral, y al lado derecho vemos el Palacio de Gobierno. La plaza está adornada con palmas y plantas de ornato, cuenta con bancas, una fuente y el colorido del edificio de la Municipalidad de Lima (a la izquierda de la foto) y de otros edificios amarillos.
La sobriedad del Zócalo mexicano, una simple plancha de cemento, la hace en un perfecto manifestódromo, pero no una plaza para todos los mexicanos, una plaza para la convivencia. La calidez de la plaza de Armas, aquí expuesta, o la de otras plazas tanto estatales en nuestro país, como nacionales en otros países latinoamericanos (no es el caso de Brasilia, cuya plaza tiene una concepción totalmente distinta, con una arquitectura monumental que más recuerda la frialdad soviética, que la calidez criolla).
En estas tomas aéreas vemos plazas similares en concepción (el palacio nacional, la catedral y el palacio municipal, sea cual sea el nombre local, avenidas alrededor de un cuadrado) pero con las diferencias que he dicho: en Lima, la calidez de áreas verdes, bancas y una fuente; en México, una bandera monumental, una plancha de cemento y dos entradas al metro (¡¿?!).
No hablo más del asunto, sólo diré que si un día está en mis manos, pondré a consulta el qué hacer con el Zócalo, propondré que se valore a los ganadores del concurso que se hizo en tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas y eventualmente convocaré a un nuevo concurso.
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