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miércoles, 28 de mayo de 2008

A casi 3 años del Metrobús

Ayer comenté de la llegada de los biarticulados a la Ciudad de México. Me causó sorpresa, decía, y mezclado con algunas reflexiones que he hecho a partir de la observación y utilización de la ruta del metrobús por Insurgentes creo estar viendo varias cosas:
1. En la lógica de que todo es perfectible, cada cierto tiempo seguiremos viendo innovaciones en el Metrobús de Insurgentes.
2. En tan sólo tres años de operación tenemos ya varias etapas: la apertura apresurada, el pago electrónico, el suelo de concreto hidráulico instalado a su vez en dos etapas, la ampliación hacia el Caminero y ahora la remodelación de estaciones.
3. La ampliación a El Caminero tiene un gran defecto, que es su desvinculación con el resto de la ruta, es decir, hay que transbordar en Dr. Gálvez, porque no se llegó a un acuerdo entre los operadores de una y otra parte de la ruta, pues no tendría razón de ser este transbordo. En la práctica operan como si fueran dos rutas.
4. La ruta ha estado saturada desde el primer día, y aún en horarios no pico se encuentra en niveles de saturación superiores a las tres principales líneas del metro (1, 2 y 3).
Las estaciones de recién apertura no parecen estar diseñadas para seis puertas (como los autobuses biarticulados), sino para cuatro. Y si bien la transparencia de las mismas es mayor que en el resto de la ruta, tampoco estamos hablando de estaciones transparentes como parece ahora serán las que sean remodeladas.
En suma, lo que seguimos viendo son mejoras (en estos tres años se creó un Puesto Central de Control que permite ubicar a cada unidad dentro de la ruta y procurar que las frecuencias de paso sean planeadas), pero no un salto gigantesco que nos lleve a la situación definitiva. Quizá no lo amerite, pero no tengo la menor duda de que lo ideal no es tener los autobuses saturados 16 horas diarias, incluidos fines de semana. Sé que exagero, pero yo esperaría que la probabilidad de encontrar lugar sentado en horario no pico sea siempre superior a la mitad; y que la probabilidad de quedarme fuera del autobús, en horario pico, sea cercana a cero.
¿Qué creo que debe ocurrir con la ruta de Insurgentes? Yo no tengo la menor duda de que el Metrobús en Insurgentes ha demostrado la necesidad de metro bajo esa avenida, y ya he explicado algunas formas de atender con metro, al menos en algunos tramos, a Insurgentes.
Entiendo las dificultades financieras que ello implica. Por ello también reflexiono sobre una alternativa mucho más agresiva para los automovilistas. Curitiba innovó con estas redes de biarticulados que conformaran la columna vertebral del transporte. Bogotá innovó con los rebases, creando una red muy ágil que llega a tener la capacidad mayor a un tren ligero, en cuanto a pasajeros transportados por hora – sentido. No sé si no haya algo más que innovar en un sistema tipo BRT como el Metrobús. Mi reflexión es ¿Qué pasaría si en Insurgentes clausuramos otro carril, para permitir que haya rebases, y por tanto, líneas exprés y rutas con menor cantidad de paradas? No responderé esta reflexión sino hasta mañana (si nadie me lincha antes, por esta propuesta).

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