Muy polémico ha sido el evento de la Fórmula 1 en Paseo de la Reforma. A mí no me molesta del todo, salvo por el hecho de que se tuvieran que cerrar anticipadamente algunos tramos viales, como por ejemplo uno de los dos grupos de carriles de Florencia, para los preparativos.
Lo interesante de estas vueltas de vehículos Fórmula 1 en Paseo de la Reforma es que un espectáculo usualmente visto como elitista se acerca a la generalidad de la población.
Esto lo que me recuerda son otros eventos públicos gratuitos que se han promovido históricamente en la ciudad de México (sí, no son invención de los gobiernos perredistas), pero en particular a partir de la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas a la Jefatura de Gobierno.
Recuerdo una ocasión en la que acudí al Zócalo a ver a Madredeus. Ese día hubo manifestación del Consejo General de Huelga de la UNAM. El espectáculo parecía montado para ellos. Creo que ni siquiera lo apreciaban. Alguno comentó respecto al "arte burgués", otro más dijo que era muy aburrido. No dejaban escuchar.
De cualquier forma simpatizo con los conciertos en la vía pública. En la medida en la que los artistas accedan a realizar estos conciertos, me parece aceptable que se dan. No simpatizaría, sin embargo, con que la autorización para presentarse en lugares como el Auditorio Nacional, el Foro Sol, el Palacio de los Deportes u otro más, estuviera condicionada a un espectáculo público gratuito. Sin embargo, reconozco que en esta materia se tiene un buen acceso de la ciudadanía de menores recursos a espectáculos de talla mundial, eso sí, quizá sin las comodidades que tendrían en otros foros.
En 2003, en el cierre de campaña de los candidatos del PAN en Iztapalapa, se contó con la presencia de los Ángeles Azules. Esto ayudó a llenar la plaza. La gente no iba a escuchar nuestros discursos, sino a oír a los Ángeles Azules, oriundos del centro del Iztapalapa, pero donde nunca habían dado un concierto. Esto fue un concierto gratuito. Sin embargo, no es una política pública en materia de cultura, sino un mero acto de campaña.
Tengo buenos recuerdos de ese día, pero me gustaría ver más conciertos, no asociados a actos políticos, en los zócalos de las delegaciones, y que el acceso a la cultura no sólo fuera en el Centro de la ciudad, sino en todos los rincones. Así como he hablado en este blog sobre la economía en todos los rincones, creo que la cultura también debe llegar a todos los rincones.
En el caso de la fórmula 1, si bien no es un evento estrictamente cultural, lo alcanza a ser en la medida en que permite a la población conocer más sobre un deporte al que usualmente no tiene acceso y del que los medios transmiten relativamente poco.
sábado, 13 de octubre de 2007
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