Turbulencias financieras imparables

Ciertamente no sabemos qué va a pasar. Pareciera que quienes han invertido en las bolsas durante décadas de pronto decidieran salirse. Entonces surge la idea de que hay acciones muy buenas y muy barantas y vienen de regreso unos cuantos, que al ver que sigue la crisis convencen a otros de que se salgan, en un movimiento imparable de más bajos que altis.
El panorama hoy luce más complicado de lo que planteé la última vez que toqué el tema. Los recursos que aprobó el Congreso de Estados Unidos no están alcanzando para salvar a las empresas que hay que salvar.
¿Donde para? Esto nadie lo sabe. La lógica ya lo habría parado. Por algo se habla de un comportamiento irracional.
En el escenario más complicado ya conocemos el final de la historia: no sólo COMERCI (Comercial Mexicana) queda contagiada por las dificultades para pagar créditos en moneda extranjera. Si bien muchos han contratado coberturas (es decir, que alguien ponga los dólares pactados de antemano a una cotización superior a la de mercado), éstas tienen un límite en meses, cuando ya no haya coberturas o cuando llegue el momento de pactar sus renovaciones podrían venir problemas. También hay quienes no las tienen.
Los bancos mexicanos, de momento, no parecen verse contagiados. No así las empresas con deuda en dólares. Si esta burbuja, insisto, ilógica, irracional, en el precio del dólar se mantiene, contagiará a las empresas mexicanas. Este es el escenario más negativo. No creo que suceda, sin embargo, pero ya me he equivocado mucho este año de sorpresas económicas.
Lo que creo que ocurrirá es un freno económico en 2009 pero quizá un superboom para México en 2010. El impacto de los programas intensivos en infraestructura no será inmediato, pero lo veremos. Si el dólar queda un poco caro (digamos cerca de los 12 pesos) podríamos pensar que las exportaciones no se afectarán tanto. En el mejor escenario México empieza a generar confianza por haber soportado la crisis.
Finalmente, en los últimos 25 años los gobiernos de países desarrollados, la banca internacional, y otras instituciones como el Fondo Monetario Internacional, se han empeñado tanto en el saneamiento del sistema financiero que los BRIC (Brasil, Rusia, India, China) más México y otros, podríamos tener no sólo solidez, sino un tamaño económico más modesto que facilite los rescates de las empresas que lleguen a tener problemas. Si los capitales se vuelven hacia los países más estables del tercer mundo podría haber sorpresas. De momento sólo es el escenario más optimista. Pero en este comportamiento irracional todo puede ocurrir.