La Ciudad de México es un extraordinario mercado para las giras internacionales de los artistas más famosos. Algunos, como U2, dejaron de venir por incidentes en torno a la seguridad y problemas de prepotencia de los políticos. Pero sin duda esta ciudad segurá siendo atractiva para este tipo de eventos. ¿Podemos organizarlos mejor para reducir su impacto negativo en la ciudad? Sí, claro, pero tampoco mucho en la medida en que la actitud de quienes asisten no ayude a ello: por ejemplo, el número de espacios de estacionamiento no es proporcional a la demanda de lugares, por lo tanto o ponemos más lugares, o les subimos de precio y así lo anunciamos, o metemos transporte gratuito desde lugares remotos. La verdad es que las últimas dos alternativas, que de hecho pueden trabajarse juntas, tienen un inconveniente: una buena cantidad de personas llega con muy poco tiempo de anticipación a estos eventos por razones de tráfico, de muchas actividades previas o simplemente (no debo ser sexista en el comentario) porque alguno de los asistentes se retrasó mucho y retrasó de paso al resto.
De cualquier manera, la ciudad debe articular con los productores de este tipo de eventos, mejores medidas para reducir el impacto urbano.
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