Este artículo fue publicado en el blog de REFORMA, donde me suelen publicar algunas colaboraciones con regularidad: http://www.reforma.com/blogs/diariodelaciudad/
La Ciudad de México está próxima a quedarse sin un sitio para depositar la basura del Distrito Federal. Según SEMARNAT y CONAGUA, esto ocurrirá dentro de unos dos o tres meses. Según el Gobierno local, todavía faltaría un año más para terminar de llenar el relleno sanitario de Bordo Poniente en su etapa 4, hasta un límite de 12 metros de altura promedio.
De momento no le concederé la razón a ninguno de los dos, puesto que lo relevante es ¿Qué quiere la Ciudad de México? ¿Qué necesitamos sus habitantes? La respuesta, me parece, es muy simple: afectar lo menos posible el entorno.
¿Cómo nos gustaría que fuera la disposición final de los residuos dentro de 200 años? Creo que pensaríamos que no habrá residuos para entonces, que todos los materiales se reutilizarán, de la forma que sea, pero suponemos que en 200 años no habrá un relleno sanitario donde todos los días lleguen los camiones, dejen la basura, una máquina la aplaste y otra le ponga tierra, así, hasta el infinito. No. Dentro de 200 años no habrá residios para disposición final, acaso serán residuos unas horas, antes de convertirse en algo más. Eso será dentro de 200 años. ¿Y dentro de 100? Yo esperaría exactamente lo mismo ¿75 años? También ¿50 años? También ¿Qué tanto más debo bajar?
La visión que yo espero tenga mi gobierno, como habitante de esta ciudad, es que tarde o temprano reutilicemos el 100% de los recursos. No sé cuándo sea esto, ni cuánto costará, pero creo que no deberá ser más allá de 50 años y creo que es posible lograrlo en unos 10, así sea convirtiendo los únicos residuos no reciclables en ladrillos o en sólidas pacas que sirvan para cimentar edificios o carreteras. Existe la tecnología para ello, y no es demasiado sofisticada.
Ahora sí. ¿Qué hacemos con los residuos sólidos en los próximos meses? ¿Queremos seguir tirando la basura en el Lago de Texcoco? Creo que el lago no es para ello, pero que ya afectamos algunas áreas, para las cuatro primeras etapas de Bordo Poniente. Por tanto, si estuviera en mis manos la decisión, como Gobierno Federal, yo convendría con el Gobierno del Distrito Federal lo siguiente:
1. La clausura definitiva de la etapa 4 del Bordo Poniente, una vez que se alcance la altura promedio de 12 metros (sea mañana o dentro de un año).
2. La reactivación de la Etapa 3 del Bordo Poniente (Cerrada hace unos 14 años, y que por lo tanto ha disminuido su altura de 6 metros a aproximadamente un metro, gracias a la evaporación y la biodegradación), en un segundo nivel, por el volumen que sea técnicamente posible a cambio de un compromiso irrestricto de definir un plan de muy largo plazo para el manejo de los residuos sólidos en el Distrito Federal que signifique llegar a la meta de 100% de reciclaje.
3. Que no se afecte ningún área adicional a las ya afectadas dentro del Lago de Texcoco.
4. El rescate de la Laguna de Regulación Horaria, que está al centro de las cuatro etapas de Bordo Poniente, como un área recreativa y que, por lo tanto, garantice la limpieza del agua.
Bajo estos supuestos, me parece que tanto el Gobierno Federal como el del Distrito Federal tienen en sus manos garantizar un medio ambiente mucho más sano, ojalá y tengan tantita voluntad.
martes, 4 de marzo de 2008
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