Tal como lo comentábamos hace una semana. El agua se está acabando y habrá que tomar decisiones. Una de ellas es subir el precio. Nos guste o no. El agua podría seguir siendo muy barata o hasta gratuita, pero no entubada hasta la casa. Este modelo sólo incentiva el consumo, sin pagar por el tratamiento. Y con el paso del tiempo tenemos que llegar a niveles muy altos de agua reciclada, de tal suerte que se reduzca al mínimo el consumo de agua fresca.
El tema del abasto de agua mediante nuevas fuentes (Temascaltepec y Tecolutla, por un lado; los acuíferos de Tula por el otro) es discutible, pero es más importante el tratamiento del agua, el cobro real, que traer agua de nuevas fuentes, mediante costos altísimos y probables impactos locales, en ambos casos, reduciendo la disponibilidad de agua dulce para los manglares y otros usuarios. Independientemente de que se demostrara que traer agua dulce no afectará a otros usuarios (personas, actividades económicas o ecosistemas), sigue estando el problema de la distancia y la inversión. Estamos hablando de obras que costarían como, según medios, 15 mil millones de pesos, es decir, una cantidad cercana a los mil pesos por usuario y como tres mil pesos por hogar promedio ... con mis 36 pesos bimestrales me tardaría muchos años en pagar lo que me están regalando. La solución más barata son los 4m3 por segundo de los acuíferos de Tula (cosa que no sé si se altere a partir de la operación de la nueva refinería, que en teoría debe consumir muy poca agua fresca y tratar todas sus aguas residuales).
Empezamos a ver en los medios una batalla entre el Jefe de Gobierno y el Director General de la Conagua. Allí ha estado esta batalla lo que va del sexenio. Se están planteando modificaciones al Fideicomiso 1928 pero el jefe de gobierno ha planteado que se incluya el tema del abasto. Este Fideicomiso se conforma, grosso modo, con los recursos que el Distrito Federal pagaría a la Federación por el agua, se depositan allí y se ejercen en obras o acciones por el agua en la ciudad. Es decir, procura la reinversión de los pagos del DF al Gobierno Federal en el agua del DF. No obstante, el tratamiento del agua no está ocurriendo, lo cual le da la razón a José Luís Luege ... pero desde luego que se está construyendo una confrontación por el agua y los problemas que hay en las presas de Cutzamala (que están en niveles mínimos) y los recientes cortes de agua, podrían estar siendo exagerados para forzar la negociación de la actualización del Fideicomiso, y desde luego por los impactos electorales que tiene esta escasez de agua.
miércoles, 15 de abril de 2009
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