Un post it en la boleta

Hay preocupación por el No Voto. Eso se nota en los medios, en los mensajes de los dirigentes de partidos, en los institutos electorales, en la iglesia. Hay intereses económicos y hay intereses de corazón, emotivos, idealistas. Lo cierto es que yo no creo que el no voto termine ganando en ningún distrito, ni siquiera al cuarto lugar. Aún así, me parece que en buena parte tiene razón: las instituciones políticas de este país no están funcionando. Los partidos, solos, no son la ruta democrática adecuada, y justo el entramado institucional de nuestro sistema electoral está dirigido a anular al ciudadano, por eso es que me parece en buena medida pertinente. No lo es en el sentido de que los partidos (me atrevería a decir que todos salvo el Verde) tienen principios y filosofías sólidas, congruentes, que sus militantes sienten, admiran y persiguen, independientemente de que sus dirigentes fallen o que los propios militantes seamos malos para defender por encima de los intereses privados de nuestros dirigentes. Nuestra lucha, nuestro deber, nuestra misión, es defender por lo que luchamos, más allá de nuestras legítimas aspiraciones a cargos dirigentes o públicos. Es decir, como militantes, quienes lo somos, debemos mantenernos en la defensa de las ideas de nuestros partidos. Esas son menos juzgables que las acciones de los dirigentes, de los servidores públicos, de los legisladores. En congruencia hemos de promover el voto, respetando el legítimo derecho que tienen quienes promueven el no voto o la anulación del mismo.
Sin embargo, hay un acto muy legal que podemos hacer los ciudadanos: colocar en las boletas, o al menos en la boleta de diputado federal, un "Post It" con la leyenda: "Tanta sociedad como sea posible", después de votar por el partido de nuestra elección. El Post It no anula el voto y refrenda la demanda de que los partidos volteen hacia la sociedad y dejen de defender su propia visión o sus propios intereses.
Insistiré en el tema hasta el día de la elección.