La idea de arrendar no me desagrada

Ya en otras ocasiones he hablado aquí de los Proyectos Público Privados. No sólo me agrada el esquema, sino que soy un promotor. Un gobierno es simplemente el garante de una serie de derechos ciudadanos, no un prestador de servicios ilimitados. El servicio telefónico generalmente se presta por privados, con la tecnología inalámbrica y la competencia en las redes cableadas ya no se requiere que el gobierno garantice la prestación. Con la infraestructura eléctrica hay sus asegunes, sin embargo en lo que se refiere a la producción de electricidad ha venido creciendo, en México y el mundo, la generación privada. ¿Qué servicios podemos ver en manos de privados? A veces pareciera que esto no tiene mayores límites que la cultura de cada país, pues no sólo en México se dan celos respecto a la intervención privada.
Sin embargo, si bien en grandes proyectos se supone la participación privada será de empresas más grandes, hay cantidad de formas de llegar a una colaboración público - privada con la participación de empresas más pequeñas. El privado interviene donde es más eficiente en la prestación del servicio. Ese es el caso de la renta de trenes del metro: hay un fabricante que tiene ya experiencia en la fabricación de trenes, pero hay una empresa denominada "SPV" (Special Purpose Vehicle) que se encarga de pagar los trenes y arrendarlos al metro. Esta empresa busca el financiamiento y como tiene venta y costos financieros asegurados durante un largo periodo tiene un fuerte incentivo a ser muy eficiente: los trenes deben estar en perfectas condiciones y su mantenimiento deberá ser el más bajo posible. El contrato deberá establecer condiciones de calidad en el servicio, así como premios y castigos. Si los trenes son de baja calidad, la empresa (el SPV) debe perder. Si en cambio los trenes no reportan fallas en su operación o mantenimiento, la empresa debe incrementar sus ganancias. Eso garantizará que, aún siendo chinos los trenes, como se rumora que serán, deberán tener una calidad óptima, si no, habrá una pérdida para quien arriende los trenes al metro.