El bloguero de la megablógolis

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jueves, 4 de junio de 2009

Tiananmen. 20 años.

En 1988 acudí a la marcha por los 20 años de la matanza de Tlaltelolco. Me acuerdo que por única ocasión el recorrido fue al revés, es decir, del Zócalo a Tlalteloco. La circunstancia lo permitía: era domingo y acababa de pasar el proceso electoral de 1988.
El sistema político mexicano se tambaleaba. Miguel de la Madrid estaba terminando su mandato, luego de unas elecciones fraudulentas en las que nunca se sabrá quién ganó. El país estaba sumido en una crisis económica, y la Bolsa Mexicana de Valores, cumplía un año de su peor caída.
¿Qué ha pasado en China 20 años después de la matanza de Tiananamen? El resultado es muy distinto del de México. China ha crecido de manera impresionante. Varios años con un crecimiento de más del 10%, lo cual le ha permitido convertirse ya no sólo en una potencia política, sino también económica. No tarda en convertirse en la mayor economía del mundo.
Nosotros estamos a 40 años de la matanza de Tlaltelolco. La Ciudad de México ha cambiado mucho desde que fue sede de las Olimpiadas, como ha cambiado también Beijing, hace un año también sede de las Olimpiadas. Sin embargo, la Ciudad de México no está en una inercia positiva, como no lo ha estado desde 1968. Beijing sí lo está.
Paradójicamente el régimen de China sigue siendo autoritario. El de México es democrático.
No defiendo, para nada el autoritarismo. Estoy convencido de qué ha sido lo que ha ocurrido. Cuando el sistema central mexicano no quiso seder ni un ápice de poder, vio como una alternativa relajar la aplicación de la ley. Y a partir de 1968 se debilitó el cumplimiento de la ley. Ser gobernados durante más de 11 años por sistemas populistas herederos, hasta cierto punto, de la izquierda del 68, ha impedido el endurecimiento en la aplicación de la ley. Por épocas se da, simplemente.
Creo que la democracia local se fortalecerá cuando logremos separar el cumplimiento de la ley de la imagen del autoritarismo diazordacista y de la perversidad echeverrista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acostumbrados como estamos en México a confundir las cosas, creímos que los "héroes del ´68" serían los héroes de la patria. Las respuestas a nuestros tropiezos económicos y políticos no vendrá de parte de "políticos iluminados" de izquierda o derecha, sino -creo- de ciudadanos que sepan de sus derechos y obligaciones. Es una lástima que una tragedia cambiara el rostro de un país y lo hiciera crecer. En México solamente necesitamos asumir responsabilidades, una palabra que cuesta y pesa mucho. Así como en el movimiento revolucionario los caudillos vencieron e impusieron sus ideas y proyectos, es necesario que en México el ciudadano triunfe e imponga su agenda. Tu como yo, sabemos que el´88, los movimientos estudiantiles en contra de las reformas unviersitarias, la lucha por el plebiscito en 1991, la caída del PRI y demás, no fueron obra exclusiva de una élite que lo decidió, de héroes que decidieron; fue el impulso de fuerzas ciudadanas que luego se fueron dispersando porque creyeron que la nueva "clase política" confirmaría los cambios, la renovación. No ha ido así, entonces, ahí está la fuerza del voto y nuestros derechos constitucionales para pedir y,sobretodo, para reclamar a quienes cedemos nuestra soberanía que cumplan con su trabajo.
Tiananmen es una brecha en contra de la libertad política, una brecha que hoy no existe y que junto a la caída del Muro de Berlín queda como ejemplo de que la fuerza ciudadana es mayor que cualquier oligarquía analfabeta que gobierne.

JAMS.

Roberto Remes Tello de Meneses dijo...

Ya no existen los superhéroes más que en las historietas. En efecto, los héroes del 68 no pueden ser héroes de la patria sólo por ese momento aciago, sino por una vida de lucha democrática, y me parece que algunos terminaron siendo dignos representantes de la lucha sectaria.