Es muy cierto lo que ayer comentó JAMS en este blog. Los partidos bloquean la participación de la ciudadanía y justo en estos momentos es cuando lucen más lejanos.
Fui candidato hace 6 años y como me veía, era un ciudadano más queriendo cambiar las cosas. Hasta allí el esfuerzo de uno es muy loable, y hay cientos o miles de mexicanos encabezando candidaturas que probablemente también se vean a sí mismos como "ciudadanos" ... pero pertenecen a partidos, que toman decisiones estratégicas y que negocian sus votos.
De alguna manera hay que conformar mayorías, pero el sistema legislativo nacional fuerza a actuar en bloque. Quien no lo hace se queda aislado, no obtiene recursos y es marginado no sólo de su fracción sino de las demás. Quienes por ejemplo aprobaron la estúpida reforma al Artículo 17 de la Constitución lo hicieron en el marco de una negociación de sus partidos ... pues me parece absurdo que una reforma que abiertamente protege, castrando derechos ciudadanos que se demandaba establecer (como la Acción Colectiva), a los grandes monopolios de este país tenga la aceptación de todos los diputados del PRI y del PAN, aún así todos votaron por ella, y seguramente terminará su proceso de aprobación en los estados y será publicada.
Es allí donde vemos que los partidos no son un instrumento de la sociedad. Al contrario, son una élite apartada de la sociedad. Vienen de ella, todos de una u otra forma tienen un origen social, pero se divorcian de la sociedad y miran sus estrategias. Demetrio Sodi es el candidato del PAN a la Jefatura Delegacional en Miguel Hidalgo porque el Comité Ejecutivo Nacional y el Comité Directivo Regional en el DF tuvieron miedo que los precandidatos se confrontaran, terminaran divididos y derrotados frente a una corredora que no tiene la más remota idea de cómo dirigir una delegación, pero que todo el mundo conoce. Sé que Demetrio Sodi es un excelente candidato y que será un gobernante muy capaz ... pero justo se marginó a la militancia de la decisión para empujarlo, y se marginó a la sociedad para que através de una militancia partidista lo encumbrara candidato. Al final de cuentas la elección del 5 de julio será un referéndum entre una persona sin preparación para gobernar, pero famosa, y entre un hombre muy capaz, conocido pero no tanto como la corredora, completamente ajeno a la base del partido que lo postuló (sin embargo, estoy casi seguro que terminará incorporando más panistas en su gobierno que sus dos predecesores).
Los partidos no son instrumento ciudadano. De eso estoy seguro ¿cómo cambiar los incentivos para que lo sean? Esa debería ser la discusión, porque nuestra cultura de telenovela (por ejemplo el anuncio del PVEM donde un tipo grita con tono telenovelesco "no se me hace justo que no tengan las medicinas ..."), en la que la discusión está muy lejos de ser dialéctica, impide que sea justo la discusión, el parlamento, lo que nos domine. Por lo tanto quedamos gobernados por el discurso -que no es lo mismo-, y más aún por el discurso dominante, adoptando prácticas poco democráticas y pomposamente no sólo votando en bloque sino pactando consenso en todo -el consenso no es la democracia-.
jueves, 21 de mayo de 2009
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