Un comentario sobre un artículo que escribí hace unos meses sobre el potencial que tiene la supermanzana del metro Tasqueña me dio la idea de este artículo. La persona me preguntaba si sugería afectar el parque que está frente al Soriana. Mi respuesta fue ¡por supuesto que no!
Ya no debemos afectar zonas arboladas. Sin embargo hay proyectos en los que esto es imposible. ¿Cuál debe ser nuestra postura? Si el proyecto puede redensificar, sin afectar el tráfico, eso será siempre mejor que perder áreas verdes. Pero me parece que no debemos perder ya áreas verdes. Hemos perdido demasiadas. Por lo tanto, más allá de compensar los árboles cortados en proporción 8 a 1, también habría que ganar en áreas verdes.
Un proyecto que he comentado mucho, el del túnel de Reforma y Palmas, afectará unos 200 metros lineales de camellón, que considerando un ancho de 5 metros, nos da aproximadamente 1000 metros afectados. El proyecto claramente considera reponer los individuos arbóreos, y en menor proporción compensa las áreas verdes. A pesar de lo caro del suelo en la zona, yo esperaría que sí ganáramos en áreas verdes, lo cual puede lograrse adquiriendo algunos predios con inmuebles viejos sin valor arquitectónico, que puedan ser sustituidos por superficie permeable y arbolada.
Si adoptáramos esta política, empezaríamos a ganarle terreno a la ciudad, que debe ser un objetivo muy importante.
En el caso de la redensificación y desarrollo de la supermanzana del metro Tasqueña, también podríamos ampliar las áreas verdes. Hay muchas oportunidades, financiablea a partir de los mismos proyectos, pues proporcionalmente acrecentar las áreas verdes sólo sería una mínima parte del costo del proyecto.
martes, 27 de enero de 2009
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