Me parece que la metrópoli -y esto requiere el acuerdo del Distrito Federal con los municipios conurbados y con el Gobierno del Estado de México- debe focalizar sus esfuerzos para poco a poco abarcar las necesidades de transporte de los habitantes suburbanos.
Si nos ponemos como meta que el 97.5% de los habitantes realice sus viajes en menos de 90 minutos, tendríamos que identificar de qué manera alcanzamos esta meta más rápido. Es decir, quienes son los que realizan sus traslados en más de 90 minutos y de qué manera se puede acortar la distancia.
Hasta el momento los esfuerzos de transporte masivo han atendido las necesidades de corredores específicos, pero no se ha llevado a cabo una sistematización de los esfuerzos, más aún porque hasta el momento el transporte masivo se ha construido en el Distrito Federal, salvo escasas excepciones.
Una vez construida la línea 12 del metro, el Distrito Federal tendrá pendientes más que nada ampliaciones o modificaciones a líneas existentes, antes que nuevas líneas del metro, y tendrá pendiente ampliar la oferta de transporte masivo “troncal”, o sea, central. La mayor tarea será, sin embargo, hacia la periferia, con inversiones del Gobierno Federal y del Estado de México. Pero el desarrollo de la estrategia para que al menos el 97.5% de la población realice sus viajes en menos de 90 minutos, corresponde a todos los niveles de gobierno.
Estoy a la espera de recibir los resultados del Estudio Origen Destino más reciente, a fin de identificar qué tan lejos estamos de esta meta. Ya comentaré más cuando los tenga.
jueves, 19 de marzo de 2009
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