Escribo una primera colaboración en este tema, a reserva de volver a él en otras ocasiones. Como panista que soy, estoy obligado a apoyar a todos los candidatos de mi partido y así lo haré en la medida de mis posibilidades. No comparto, sin embargo, algunas de las decisiones tomadas por mi partido, ni en particular algunas de las acciones de mis dirigentes. Este domingo por la noche recibí reclamos y hasta amenazas por haber cuestionado a Mariana Gómez del Campo y a Germán Martínez. Me importa muy poco. Lo seguiré haciendo.
El tema de Mariana Gómez del Campo. No puedo comentar mucho sobre temas internos en un blog público, así que me centraré en un detalle: al refugiarse ella en una diputación por designación (habiendo ganado hace seis años una diputación local por mayoría) nos está anticipando resultados catastróficos, y que muy probablemente no se presentará a la reelección para inicios del próximo año.
No le cuestiono su trabajo porque me consta que ha trabajado mucho más por el partido de lo que yo he hecho. Le cuestiono la dirección de su trabajo. Si a los 30 años te refugias en algo seguro es porque ya no quieres arriesgar, y entonces a los 40 arriesgarás menos y a los 50 serás un dinosaurio. Es cierto que Gonzalo Altamirano lo hizo en su momento, pero ya era un político con más trayectoria y menos entusiasmo; José Luís Luege no lo hizo pero cuando se encontró con una férrea oposición interna tuvo descanso en una posición federal en la que me consta se desempeñó extraordinariamente ... pero evadió así los problemas del partido. Una persona con el ímpetu de Mariana, refugiándose en lo seguro, ya no está preocupada por si gana o pierde votos en esta elección. Su ruta es muy clara: Asamblea Legislativa y luego un cargo legislativo federal, muy probablemente el Senado. ¿Tanto esfuerzo de los años previos para esto? Ella tiene una gran trayectoria desde antes de la elección de 2000 cuando quedó como diputada local suplente.
El reclamo que recibí de su hermana tenía que ver con mi actitud, según ella, de no hacer equipo ... como en los viejos tiempos de la política mexicana, y como en los tiempos eternos de la política priísta: cuestionar a la persona es cuestionar el proyecto. Vamos hacia una política maniquea que de seguir así nos convertirá en una porquería más o menos similar a la que sigue siendo el PRI. Así no le entro.
La candidatura de Demetrio Sodi es toda una oda a la mediocridad política. No lo digo por Demetrio Sodi, quien me parece una gran figura y con quien comparto muchos temas, y quien creo que además sería un buen gobernante. Es la confirmación de algo que ha venido ocurriendo: a Gabriela Cuevas Barrón no sólo la boicotea Marcelo Ebrard. A Gabriela Cuevas la boicotea la lidereza de su partido porque no comparte que ella sea una figura con mayor aceptación, con mayor preparación en temas urbanos y con mayor simpatía por la ciudadanía. No comparte que ella pueda ser un rival en el 2012 por la Senaduría o en otros cargos en el futuro. La candidatura de Demetrio Sodi ha sido gestada, seguramente, por muchas otras personas además de Mariana Gómez del Campo, los mismos que lo impulsaron en 2006 como candidato a la Jefatura de Gobierno, como una estrategia que nuevamente refleja la mediocridad: como el PAN no puede generar una figura que conozca y profundice en los temas urbanos, entonces hay que empujar a uno externo que sí pueda y que además nos acerque con la izquierda y entonces obtener más votos. La candidatura de Demetrio Sodi en Miguel Hidalgo no es por Miguel Hidalgo, es por el 2012.
Sodi tuvo casi tres años para afiliarse al PAN ¿Por qué no lo hizo? ¿Por qué volverlo a postular justo en una de las dos delegaciones panistas más significativas? ¿Por qué no en Cuauhtémoc, en Tlalpan, en Gustavo A. Madero? porque se quiere evitar que nuevamente el delegado en Miguel Hidalgo sea quien más destaque en el PAN: así ocurrió con Arne Aus den Ruthen Haag, así ocurrió con Fernando Aboitiz en el sentido opuesto (por sus errores) y así ocurrió con Gabriela Cuevas, por no haberse alineado con el jefe de gobierno. Mejor postular a Demetrio Sodi esta vez, y de nuevo para la Jefatura de Gobierno en tres años. Política de cúpulas. Nada que ver con el humanismo, con la doctrina panista, con la mística del partido.
¿En esto creemos? ¿Sólo con alianzas que nos salen caras hemos de ganar la ciudad? Me parece patético. Yo continuaré con mi posición crítica, pero sin duda creo que hay que votar por el PAN para diputados locales y federales, y para jefes delegacionales, pues urge contrarrestar el poder autoritario de la Jefatura de Gobierno.
martes, 24 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Es cierto lo que se plantea en la entrada. Resulta difícil no apasionarse con el tema habida cuenta de que soy miembro del Partido Acción Nacional.
Sin embargo, no puedo pasar por alto el criticar la visión derrotista de Mariana Gómez del Campo quien asegura una posición legislativa como salvavidas a una derrota del PAN en el DF el prçoximo 5 de Julio.
El proceso interno del PAN fue por decir lo menos ramplón, o como diría mi compadre, no hagan olas. En esa óptica, que caso tiene formar liderazgos jóvenes que le inyecten vitalidad al PAN capitalino, si al final del día los marginan para imponer candidatos externos que frenen nuevas figuras.
Ahí está el caso del PAN en la Delegación Miguel Hidalgo que en una década se levantó con 10 triunfos de mayoría (4 diputaciones locales, 3 diputaciones federales, y 3 jefaturas delegacionales). Todos estos triunfos fueron con miembros activos del PAN, con sangre nueva y con un proyecto de carrera política. Basta decir que en la actualidad de las 4 posiciones de elección popular que corresponden a la Delegación, tres de ellas (Jefatura Delegacional, Diputación Federal, y Diputación a la ALDF)están en manos de tres jóvenes panistas que se la han rifado: Gabriela Cuevas, Gabriela González, y Margarita Martínez Fisher. La designación de Demetrio Sodi y de Lía Limón como candidatos a Jefe Delegacional y a Diputada Local representa una afrenta a la vocación política del los militantes panistas. Es cierto lo que comenta Roberto Remes, la intención de las cúpulas es frenar a figuras propias que le puedan quitar reflectores a la Dirigencia del PAN capitalino.
Que pena, pero de todos modos seguiré siendo panista y el 5 de Julio votaré por los candidatos registrados por el Paryido Acción Nacional. No hagan olas.
Publicar un comentario