Una y otra vez vuelvo al tema del transporte. Hace unos días comencé a hablar de la vivienda suburbana y terminé, como siempre, hablando del transporte, y como lo he hecho otras veces, hoy defenderé la necesidad de fortalecer el transporte dentro de las zonas destino.
Hace unos días hice un ejercicio muy interesante. Mi trabajo está a unos 1200 metros de la estación del metro más cercana, pero utilizarla implica pasar por una colonia bastante peligrosa. Me fui a una estación un poco más lejana, quizá rondando los 2 kilómetros, y desde allí caminé. Nunca había pasado por esa colonia, Popotla, caminando ... o tal vez una vez hace más de 20 años. Es de esas colonias que se van haciendo viejas, y que tienen mucha historia (más allá del Árbol de la Noche Triste), pero que la forma de urbanización de nuestra sociedad la terminó olvidando. El mismo día caminé a la estación del tren ligero más cercana a mi casa. En total, dediqué a caminar cerca de hora y media, e hice 2:20 de traslado. Por tanto, si hubiera vivido al lado de la estación de origen y trabajado también a un lado de la estación destino, habría hecho 50 minutos. Pero si en vez de caminar al tren ligero hubiera tomado un transporte público, habría hecho 30 minutos a lo sumo, y si hubiera estado a menos de cinco minutos de mi dstino, mi tiempo de viaje no habría pasado de los 90 minutos.
Lograr reducir los tiempos de traslado en los orígenes es mucho más difícil que en los destinos, porque la gente se concentra en los destinos. Si bien el impacto sería mayor si tuviera una estación del metro o tren ligero al lado de la casa, es más fácil beneficiar a más si fortalecemos los destinos. Por lo tanto, hace falta más transporte en la zona central del DF y de otros puntos que funcionan como centros regionales en el resto de la Zona Metropolitana.
sábado, 21 de marzo de 2009
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