Hace un par de semanas en tuiter comenzaron a destacar mensajes marcados con el identificador #MedapenaelPAN. Estos mensajes comenzaron a aparecer justo cuando César Nava anunció que se comprometía con una tal Paty Lu, de un grupo llamado Jeans, que no alcanzo a identificar muy bien. Esa misma Paty Lu encabezó la campaña de afiliación del PAN meses atrás. Como dijo mi amigo Arne Aus den Ruthen ... a mí me dio la bienvenida al PAN, Carlos Castillo Peraza ¿Qué ahora Paty Lu dará la bienvenida con guión?
Quien pueda entrar (tiene que hacerse amigo de él, ni modo) a la página de Facebook de César Nava encontrará un listado enorme de elogios (además de las abominables invitaciones de Farmville y otros juegos) por su trabajo en el partido. Mi más reciente visita a esa página fue para ver una foto en la que muy orgulloso camina al lado de Miguel Ángel Yunes Linares, candidato a la gubernatura de Veracruz, antes abominable priísta hoy felizmente panista. Pronto veremos otra foto con Malova, Mario López Valdez, otro prominente priísta, éste de Sinaloa, que abandona su partido para ser postulado por el PAN. En Tlaxcala, a horas de la elección interna, el CEN del PAN prefirió imponer una candidata, Adriana Dávila, y cancelar el proceso interno.
Hace unos años el PAN era muy distinto. Las convenciones para elegir candidatos eran llenas de vida, desde luego sí con episodios difíciles, pero en general se escogía a los candidatos entre los militantes, y no había imposición de agentes externos so pretexto de alianzas. Las imposiciones de los últimos años han dado como resultado que el PAN, en la práctica no gobierne donde gana. Al final de cuentas todo es una rebatinga por el poder, y no el camino hacia un objetivo claramente trazado en los documentos del PAN: la búsqueda del bien común, soportada sobre pilares de humanismo, solidaridad y subsidiariedad. El PAN ha perdido por completo la brújula.
Yo fui uno de esos "rebeldes" que por unas horas cambió su avatar, es decir su foto de perfil, y coloqué una bolsa de pan con el sello del PAN en vez de mi rostro. Envié algunos mensajes criticando tanto a la dirigencia, como el desvío de rumbo por parte de Acción Nacional. Pero además reconociendo que hemos sido (me incluyo) demasiado complacientes tanto con el gobierno de Vicente Fox como con el de Felipe Calderón, y con el desvío de rumbo del partido. Es decir, estamos reaccionando tarde y yo (como muchos otros) tengo la culpa. Nos faltó autocrítica.
Los otros partidos quizá, sin embargo, dan más pena y carecen igual o más del sentido de autocrítica. Las voces críticas son acalladas, pero tampoco son persistentes. El Partido Verde tiene gente valiosa que está comprometida con acciones ecológicas que para ellos están por encima de las marranadas de su corrupta dirigencia y sus diputadas que renuncian para que sus suplentes "varones" tomen posesión cubriendo la cuota de género. El PRI de sus documentos es uno ... su realidad es una mafia, y el reciente escándalo del pacto para aprobar alza de impuestos a cambio de que no hubiera alianzas lo demuestra. Sólo están para defender a las mafias locales, a cacicazgos locales ... defendieron al pederasta de Mario Marín cuando era indefendible; afectaron la estabilidad del país por apoyar a un Ulises Ruiz, que no podía con la ingobernabilidad de Oaxaca; soportan a un Fidel Herrera que dedica todos los recursos del estado a programas gubernamentales que comienzan con su nombre; soportan el nepotismo de Moreira en Coahuila. Pero el PRD no se queda atrás, entre sus luchas intestinas, sus grupos radicales que toman la tribuna de la Cámara de Diputados o la de Senadores con cualquier pretexto sin importar los juramentos que hay detrás del cargo que ostentan ... y también cachan a priístas en fuga y se benefician de un corporativismo que alguna vez cuestionaron en el PRI. Lo que a nivel federal demandan, como la rendición de cuentas, la réplica a la autoridad, etcétera, en el Distrito Federal lo han venido negando y cuando antes había réplica en el informe del Jefe de Gobierno ahora se parece a los antiguos informes presidenciales.
Pocas veces he hablado en este espacio sobre mi militancia panista. En los últimos años ha disminuido mi participación. No hay mucho interés en buena medida por las grillas, pero también porque cada vez escasean más esas grandes figuras de las que uno podía alimentarse. Ahora los dirigentes son pragmáticos, pondré un ejemplo: Jorge Romero fue diputado local pero prefirió pasar de noche, el puesto le sirvió para dedicarse de tiempo completo a conformar una estructura partidista, es decir, afiliados poco comprometidos con el partido pero mucho con sus caciques. Votos con patas.
Yo he militado en dos épocas. La primera de 1992 a 1995 cuando en una campaña de reafiliación quedé fuera por no realizar mis trámites. En 1997 inicié mi ingreso de nuevo y lo logré hacia junio de 2001. Estrictamente cumplo 9 años como militante en unos meses. En 2002 fui miembro del comité directivo en Iztapalapa, cargo al que renuncié en 2003, luego de las elecciones y en medio de muchas dificultades en el Comité Directivo Delegacional. En 2003 fui candidato a diputado. En alguna época quise seguir una carrera partidista pero lo descarté: la rivalidad no es con ideas sino con votos, y eso no se me da.
Decir que me da pena el PAN es un grito aún desde el panismo, un llamado para destacar la falta de legitimidad de una dirigencia frívola, autoritaria e ineficaz. Los últimos tres dirigentes nacionales han sido un asco: Manuel Espino, Germán Martínez y César Nava. En el Distrito Federal las cosas no son muy distintas, las gestiones de Carlos Gelista y Mariana Gómez del Campo han estado por debajo de las expectativas generadas. Obdulio Ávila Mayo, nuevo dirigente, me parece muy capaz y con posibilidades de mejorar el rumbo de manera sustantiva. Antes admiraba a Mariana Gómez del Campo, una mujer que prometía mucho habiendo sido diputada local a los 25 años. Luego de 3 años como dirigente local quedé completamente decepcionado: confío tanto en ella como en Beatriz Paredes. Para ella es muy fácil decir, por ejemplo, que las propuestas son bienvenidas ... todas las guarda en un cajón tras agradecerlas con una falsa sonrisa. Mientras tanto, apoyada en una red clientelar, quien no esté con ella es condenado al ostracismo. Aprovechó su juventud para convertirse en una dinosaurio priísta y se siente agredida por las críticas. Fue la que peor reaccionó frente al #MedapenaelPAN ... compró todo el descontento cuando no era contra ella o no sólo contra ella. Para colmo, luego de una desaparición de semanas o meses en el tuiter, @marianagc se puso a contestar mensajes y en mi caso, en virtud de que la señalé entre los políticos que no interactúa con sus seguidores, me respondió que era nueva en tuiter que si no le hacía sugerencias ... le hice 8 sugerencias, una de ellas que ajustara sus ideas a los 140 caracteres en vez de utilizar ligas hacia textos más grandes, algo que incomoda a los usuarios de tuiter. No sólo las echó en saco roto ... ni siguiera dio clic al botón de seguirme. Obvio, dejé de seguirla.
En unas semanas es la elección de consejeros regionales y de candidatos a consejeros nacionales. Es obvio qué grupos dominarán: en el DF el de Mariana Gómez del Campo y a nivel nacional el del presidente Calderón. Habrá vetos (la elección de consejeros está basada en una regla tramposa en la que de entre los candidatos, la gente puede votar por más de la mitad de los asientos en disputa, al votar por más de la mitad, en realidad está colocando votos negativos, pues es más fácil bloquear a alguien que apoyarlo) y habrá listas en donde se "operará" que los "votos con patas" apoyen esas listas. Los consejeros ganadores serán quienes elijan a los sucesores de los actuales presidentes del partido, a nivel estatal o nacional. según el caso. Mucho incidirán también en las reglas de elección de candidatos, suponiendo que no designan, como se ha hecho costumbre, temiendo siempre conflictos internos.
Vicente Fox fue un mal presidente. Recibió el país en una coyuntura política inmejorable, lo entregó en una descomposición política y una crisis electoral. Felipe Calderón inició remontando ese desgaste, pero ha preferido rodearse de personas de su confianza de dudosa capacidad y le ha puesto piedras en el camino a sus propios colaboradores: ese fue el caso de Jesús Reyes Heroles en Pemex a quien jamás dejó trabajar y terminó premiando a una Georgina Kessel que ha demostrado no tener la capacidad para conducir un puesto como el que desempeña. No es la única, por supuesto, la lista abarca a más de la mitad del gabinete. Ahora las caricaturas muestran a un presidente sumido en el alcohol e incapaz de enfrentar los problemas del país. Mientras tanto el Ejército Mexicano y la Armada de México se empeñan en violar derechos humanos, en tildar de sicarios a estudiantes inocentes y el presidente ya cayó en el error hace unas semanas de tildar de pandilleros a adolescentes masacrados. El resultado es que tras 10 años de gobierno del PAN, el país no tiene rumbo, vive algo cercano a una guerra civil, el presidente podrá tener altos niveles de popularidad pero es difícil ganar una discusión sin tacharlo de inepto. Estoy convencido de que lo es, pero estoy convencido de que está rodeado de personas que jamás se lo harán saber.
El Partido Acción Nacional ya no muestra en los debates la solidez ideológica de antaño, vaya, ni siquiera es congruente con su doctrina, se aferra a discusiones perdidas como el matrimonio entre homosexuales, negocia con el PRI el reforzamiento a las penas por aborto y su propia estrategia electoral, sin ofrecer una visión de país. De momento seguiré en el partido, pero no creo que más allá de las elecciones de 2012 si para entonces las cosas no cambian, si optan por imponer candidatos o en mantener el control de los caciques estatales y municipales, si el voto del PAN sigue cayendo mientras la frivolidad de las dirigencias niega lo evidente.
En lo personal, no me interesa nada más que el PAN vuelva a tener un liderazgo ideológico, que elija candidatos con propuesta no sometidos a la dirigencia en turno, que se abra a la discusión de los problemas internos. No me interesa ser candidato a nada, no me interesa ocupar cargos en la dirigencia u obtener puesto o reconocimiento alguno. Yo estoy aún en el PAN porque sigo teniendo esperanza de que México cambie mediante la vía solidaria y subsidiaria. Es decir, tanta sociedad como sea posible, tanto Estado como sea necesario.
lunes, 29 de marzo de 2010
lunes, 22 de marzo de 2010
Reflexiones sobre la visita a Chile
Durante los días previos he estado relatando, en desorden, algunas de las imágenes que me fue dejando Chile durante el viaje. Ahora, en el avión de regreso tengo una visión más completa de lo que me dejó la visita a este país.
Santiago es mucho muy superior a lo que había imaginado. La ciudad se muestra viva, desarrollada, bastante segura me dice mi percepción aunque alguien me llegó a advertir de lo opuesto, moderna, con una cultura urbana sólida y una economía pujante. Chile ha sido desde la época de Pinochet un laboratorio de las recomendaciones de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internaqcional, y todo lo que pueda ser privado por lo regular es privado, pero además todo lo que pueda tener políticas económicas específicas, las tiene, y es ese el caso del transporte donde las teorías de la Economía del Transporte fueron aplicadas de una manera simple: el transporte y las autopistas de cuota tienen un distinto precio según el congestionamiento.
Este tipo de “dogmas neoliberales” como a menudo han sido llamados, y que en realidad no son tales pues tienen más fundamento técnico que los dogmas estatistas, están dando resultados ... pero quizá sólo en Santiago. No es sólo la emergencia derivada del terremoto y el subsecuente maremoto, con el que las ciudades del sur fueron severamente afectadas, sino que la visita a Valparaíso me mostró un triste contraste: una ciudad pobre, insegura, vieja pero con un gran potencial por ser un centro logístico para el resto del país.
Valparaíso es una ciudad muy especial, me agradó. Tiene unas joyas arquitectónicas que muestran que alguna vez tuvo un esplendor hoy rancio. El edificio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, nombre coincidente con un organismo mexicano, me fascinó. Fue lo último que vi antes de correr a tomar el “metro”, que en realidad es una especie de tren suburbano con bajas frecuencias de paso, para luego caminar en una villa turística pero sin gracia, Viña del Mar.
En una semana debo haberme subido a unos 30 autobuses y a una igual cantidad de trenes de metro. Transantiago me dejó una positiva impresión, así como una serie de interrogantes. En uno de mis viajes por el sistema de autobuses de Santiago me senté, y mientras observaba la ciudad y el autobús miré hacia arriba: una lámpara bailaba sostenida solamente por 4 cables. Con imprudencia me quedé en mi lugar, en eso un señor que iba a bajar me advirtió que podría caer, le dije, Me parece que los cables la sostienen bien. Con una conducción de aceleración y freno bruscos, y de constantes cambios de carril, gran problema de Transantiago, la lámpara se desplomó a escasos centímetros de mí. Cuento esta anécdota por un detalle: Transantiago fue instrumentado hace tan solo tres años y sus autobuses articulados tienen esa edad. El deterioro de los mismos es notorios. Además, a pesar de lo mucho que viajé en el transporte, pocas veces me tocó sentado en el metro y pocas me tocó parado en un autobús. Es decir, a pesar de que los chilenos tienen una percepción opuesta a la mía según pude escuchar en una que otra plática con usuarios ... hay más autobuses de los necesarios. Esto a su vez produce saturación de los corredores troncales donde en teoría el confinamiento del autobús tendría que permitir un funcionamiento ágil en las horas pico, pero sus carriles se saturan con tanto autobús y si bien en esos momentos tal vez vayan llenos, esta condición parece ser por tramos muy pequeños: las veces que un autobús me tocó lleno había que esperar unas cuantas paradas para que quedara vacío. Un sistema ambicioso que me parece que está muy bien planteado para una ciudad de unos 6 millones de habitantes tiene muchos defectos en la modelación de sus flujos. Al final de cuentas, sin embargo, son una serie de problemas específicos que Transantiago debería corregir en los próximos años, pues lo más difícil, lo más importante, ya lo hicieron y es, sin duda alguna, el mejor sistema de transporte urbano de América Latina.
Santiago tiene mucha vida, tiene integración urbana, aunque la ciudad es grande, a la vez tiene una alta densidad en la zona centro – oriente lo que no sólo acorta distancias relativas, sino que hace que muchos barrios sean muy fuertes y que muy noche siga teniendo actividad. Este sábado, a las 4 de la mañana, saliendo del hotel veía cientos de jóvenes por todos lados saliendo de festejos de viernes. El jueves, por ejemplo, caminé varios kilómetros por uno de los principales corredores de la ciudad, desde Las Condes hasta los límites entre la Providencia y el centro. Me fui deteniendo, en distintos momentos, en bares y restaurantes. Gran vida todo el tiempo, calles anchas, integración del espacio urbano. Un puente vehicular en Las Condes me impresionó y a la vez me fascinó en el nivel superior una avenida, en el nivel medio otra avenida y en el más bajo sí, los peatones, pero integrando jardínes y un centro comercial a la estructura del paso a desnivel, sin que se sintiera invasión alguna de la mole de concreto, como en cualquier puente vehicular de la Ciudad de México.
Otra de las imágenes fuertes de este viaje fue descubrir cultivos de uva dentro de la ciudad. En mi último recorrido en autobús, luego de la comida, empecé a cabecear. El autobús era expreso, por lo que sólo hacía paradas en el centro de manera continua y luego tomaba una avenida tipo periférico, varios kilómetros por los carriles centrales, algunas salidas a la lateral para hacer parada, y volvía a los centrales. En algún momento desperté y vi los viñedos. Me bajé, tomé fotografías, crucé el boulevard y tomé el autobús de regreso en el que el paisaje de viñedos fue sustituido por el de miles de contenedores de todos colores. La preservación de esas tierras como viñedos seguirá siendo viable en la medida que las políticas incentiven la preservación de los usos rurales: que el impuesto predial sea elevado para los usos urbanos y nulo para los rurales. Supongo eso están haciendo, pues la presencia de un centro logístico como el descrito tan cerca de los viñedos me dice que esos terrenos deben enfrentar presiones para el cambio de uso.
Las experiencias internacionales son para tomarse en cuenta, no para aplicarse a pie juntillas, sin embargo creo que la Ciudad de México ha venido haciendo muy mal las cosas por décadas, en buena medida por la necesidad de que los ciclos sexenales contrastaran uno con otro sin lograr una política sostenida en el tiempo. En esa esquisofrenia urbana, la ciudad de México enfrentó la prohibición de nuevos asentamientos en el Distrito Federal, con Uruchurtu; la construcción del metro con Corona del Rosal; la construcción de grandes avenidas sin semáforos, con Alfonso Martínez Domínguez y Octavio Sentíes; y la destrucción de las avenidas con camellón para dar paso a los Ejes Viales. Se han seguido cometiendo grandes errores, pero en 20 años se cometieron suficientes para afectar el futuro de la ciudad. La política urbana en Santiago se mira mucho más congruente.
Qué tomar de Santiago, me parece que no es sólo de Santiago, es en general de las recomendaciones de los grandes urbanistas: hay que bajar a la gente de los coches y hacer que vivan su ciudad, y hay que integrar la ciudad en todas las dimensiones: la económica, la infraestructura con las personas, la social, la tecnológica, la gubernamental con las decisiones ciiudadanas. Es otro modelo, sí, pero es otro modelo en el que si no estamos todos terminará siendo sustituido otra vez cada seis años, por ello debe ser parte de un gran acuerdo social en la capital mexicana.
viernes, 19 de marzo de 2010
#FuerzaChileMega VI
Redacto este artículo en la mañana del 19 de marzo, mientras lo hago en los medios de comunicación hay poca o nula información sobre una balacera en uno de los campus del Tec de Monterrey en Monterrey. El hashtag de tuiter #balaceraTec actualiza cada minuto y van fluyendo hasta videos a través de Youtube. Tuiter se convierte en el mejor medio de información en México ... en el México violento que no queremos.
Ayer por la tarde y noche estuve en Las Condes y La Providencia, las dos comunas más prósperas de Santiago. Un par vial que se une y se separa varias veces, conformado por las avenidas La Providencia, 11 de septiembre y Apoquindo, me hicieron pensar en lo bien que han hecho las cosas en Chile y lo mal que las hemos hecho en México.
A lo largo de la Avenida Apoquindo pueden verse decenas de edificios, algunos superiores a los 20 pisos ... hasta ahí se quedaría chico frente a México, tanto en Santa Fe como en Reforma tenemos rascacielos que los humillarían, pero fuera de los edificios hay vida: banquetas enormes, cafés, respeto al peatón, espacio público, monumentos, hay parques, hay dignificación de la persona y no del automóvil.
En la zona de las Condes se ven camionetas, marcas de lujo, hay tiendas lujosas, pero se ve la convivencia de todos los niveles económicos, y la gente usa la línea 1 del metro o los autobuses de Transantiago que no dejan de pasar por ese corredor vial o por los transversales. De hecho caminé varios kilómetros ayer, parando en zonas llenas de bares y restaurantes. Cuando parecía que la zona de restaurantes se acababa me topaba con otra y otra, de pronto un callejón repleto de mesas llenas ... nadie con guardaespaldas, ninguna revisión al entrar a un lugar, confianza plena.
¿Es porque los chilenos pasaron por una dictadura? Es probable que la dictadura haya ayudado a poner orden, pero lo más importante es que se percibe un ambiente de igualdad que los mexicanos desconocemos por completo. No me refiero, por ejemplo, al artículo de hoy de José Cárdenas que habla de que hay muertos más iguales que otros. Me refiero a que toda la sociedad está volcada a construir una escalera en la que haya una frontera en el escalón de abajo y una rampa con el de arriba. El resultado es que la descomposición social está haciendo crisis: Calderón sólo está siguiendo una estrategia militar contra el narco, y como aspiran, cada uno en su jerarquía y en su nivel socioeconómico, a más, se recomponen y se mueven a otros negocios, de allí que se estén destrozando las economías de ciudades pequeñas y medianas con extorsiones y secuestros. Esto no hay cómo recomponerlo si no cambiamos la escala de valores. La sociedad mexicana premia más el tener que el ser, entonces no hay un castigo ni una ridiculización social por hacerse de un buen nivel de vida mediante malos hábitos; ni hay una recompensa a lo que se hace bien.
Mientras caminaba por Las Condes me preguntaba por qué esta violencia no llegó antes a México o por qué no es más cruenta aún, pues estoy convencido de que hemos hecho demasiadas cosas mal.
Qué sigue, me pregunto, y creo que la respuesta pasa por: integrar y cambiar como sociedad. Integrar a los ricos con los pobres, integrar las zonas pobres y las zonas ricas por igual permitiendo el movimiento entre ellas, integrar infraestructura, integrar temas en cada solución y no seguir por la vía fragmentada de que un proyecto de cualquier cosa ayudará a lo demás; informar, cambiar hábitos, educar, incluso educar en todos los mensajes gubernamentales en vez de la grotesca información de que se detuvo al "pozolero", establecer métodos de discusión de los problemas nacionales, romper con la vida de telenovela que nos han enseñado las televisoras en la que todo se resuelve a gritos entre personas con nombres gigantescos y al final hay un final feliz. México necesita muchos métodos, procedimientos repetibles pero a la vez prácticos en los que se discuta un problema, se llegue a una causa raíz, se busque una solución de fondo y se convierta ésta en una realidad.
jueves, 18 de marzo de 2010
#FuerzaChileMega V
Muy interesante ver algunas de las soluciones de Chile para sus paraderos orientados a la población de clase media baja. Visité 2 este miércoles. Uno de ellos en la estación Lovalle y el otro en la Estación Central.
El que más me sorprendió fue el de la Estación Central. En hora no pico estuve viendo el flujo de cientos o miles de personas por los pasillos de un centro comercial, al final del cual están unas escaleras eléctricas que conducen a un vestíbulo donde se compran los boletos y luego a unos 120 andenes en los que abordan lo mismo autobuses foráneos que microbuses y autobuses regionales y suburbanos.
Gran cantidad de comercios tanto al interior del "Centro de Transferencia Modal" (CETRAM) como en el centro comercial contiguo que bien podría recordar Pericoapa.
En la planta baja del conjunto está la estación del ferrocarril que hoy día tiene dos servicios, un tren suburbano y uno hacia Concepción, llamado TerraSur. En el sótano está la estación del metro de la principal línea de Santiago, la línea 1.
Lo que más me llamó la atención es la funcionalidad de la estación. Los vehículos suben hasta el punto más alto de la estación y de allí descienden a la zona de andenes donde baja y sube el pasaje. Éstos bajan y pasan por decenas de locales comerciales, salen luego a la calle, toman Transmilenio, o descienden al metro y llegan quizá a sus trabajos o escuelas. En el lugar hay bancos y oficinas públicas.
En el caso de la estación Lovalle tenemos algo similar pero en una menor escala: los pasajeros de los autobuses y microbuses regionales salen al nivel de la calle, caminan entre tiendas y descienden al metro.
Sí hay ambulantaje en Santiago ... pero en mucha menor proporción que en México y el resultado es superior. Un paradero bien diseñado debe convertir a los ambulantes en microempresarios, generando cultura de negocio, dando seguridad social y provocando inversión. Hoy día esa inversión está olvidada. En todo caso, el flujo de los pasajeros es el capital que da vida a una gran inversión. Me gustó el modelo aunque tiene mucho para mejorar.
Un detalle adicional es que el paradero está construido integrándose a la vieja estructura de la Estación Central, que de hecho está afectada en su fachada por el terremoto, pero la estación sigue operando de manera normal, salvo cintas de seguridad marcando el área donde puede haber desprendimientos.
miércoles, 17 de marzo de 2010
#FuerzaChileMega IV
Resulta que cuando una ciudad construye un tren suburbano no tiene como única opción un servicio como el de Buenavista – Cuautitlán, es decir, un metro ancho con pocas paradas. El metro de Valparaíso está más cercano al concepto de un tren suburbano que al de un metro pues no parece correr exactamente sobre las líneas de mayor demanda, sino aprovechando –en eso coincide con México– la infraestructura existente, pero la diferencia está que el de México se diseñó para una alta capacidad y el de Valparaíso para una baja. El de México tiene 2.7 metros de ancho, el de Valparaíso tiene 3 metros de ancho. El de México puede alcanzar formaciones de 200 metros de largo, y las alcanza en la práctica, mientras que el de Valparaíso cuenta con escasos 50 metros de largo y estaciones de 100 metros. Las frecuencias de paso previstas para el de México son de 6 a 15 minutos, mientras que el de Valparaíso pueden ser mayores, aunque en general el usuario premia una alta frecuencia de trenes, pero más que la frecuencia la certidumbre. El resultado es que se opera el tren con relativamente poca inversión en el caso de Valparaíso, algo proporcional a una ciudad pequeña, es más algo que incluso sería excesivo para una ciudad de 300 mil habitantes como la que menciono, pero que por su importancia regional pudo sustentarlo (el tren une a Valparaíso con Viña del Mar y poblaciones cercanas).
El fracaso que ha sido en un comienzo (más debido a una serie de errores por parte de la empresa operadora, el gobierno del Estado de México y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes), el tren suburbano me deja la duda de si lo que habría que instrumentar es un sistema distinto para una etapa inicial, pudiendo luego migrar a otro sistema pues a fin de cuentas el material rodante puede ser utilizado después en otras ciudades.
El sistema de Valparaíso está basado en un Xtrapolis de la empresa Alstom. En las afueras de Aachen tuve la oportunidad de abordar un sistema similar que sobre el derecho de vía de ferrocarriles de mayor distancia utilizaba trenes cortos para paradas más frecuentes. Cada modelo de tren tiene su utilidad y éste no debe ser predeterminado sin antes medir las características del proyecto y las necesidades de la demanda. Me parece que el Suburbano de México nació con un modelo de tren más grande del necesario y podría haberse hecho algo de menor capacidad y mayor frecuencia para llevar el servicio al máximo.
De continuar el esfuerzo por hacer los proyectos 2 y 3 del tren suburbano podría plantearse algo menos ambicioso para una primera etapa, y cuando ésta llegara a su momento de máxima demanda, simplemente se enganchan nuevos trenes de la misma capacidad, y si las estaciones quedan rebasadas, se puede sustituir los trenes reutilizándolos en otro proyecto de características similares.
El fracaso que ha sido en un comienzo (más debido a una serie de errores por parte de la empresa operadora, el gobierno del Estado de México y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes), el tren suburbano me deja la duda de si lo que habría que instrumentar es un sistema distinto para una etapa inicial, pudiendo luego migrar a otro sistema pues a fin de cuentas el material rodante puede ser utilizado después en otras ciudades.
El sistema de Valparaíso está basado en un Xtrapolis de la empresa Alstom. En las afueras de Aachen tuve la oportunidad de abordar un sistema similar que sobre el derecho de vía de ferrocarriles de mayor distancia utilizaba trenes cortos para paradas más frecuentes. Cada modelo de tren tiene su utilidad y éste no debe ser predeterminado sin antes medir las características del proyecto y las necesidades de la demanda. Me parece que el Suburbano de México nació con un modelo de tren más grande del necesario y podría haberse hecho algo de menor capacidad y mayor frecuencia para llevar el servicio al máximo.
De continuar el esfuerzo por hacer los proyectos 2 y 3 del tren suburbano podría plantearse algo menos ambicioso para una primera etapa, y cuando ésta llegara a su momento de máxima demanda, simplemente se enganchan nuevos trenes de la misma capacidad, y si las estaciones quedan rebasadas, se puede sustituir los trenes reutilizándolos en otro proyecto de características similares.
martes, 16 de marzo de 2010
#FuerzaChileMega III
Hoy tuve la oportunidad de subirme por primera vez al sistema de transporte Transantiago. Alguna información tenía sobre su operación, pero el ver tantos autobuses por todos lados, caminando muy poco para ver una ruta y otra ruta y otra, genera una impresión muy fuerte. Fui incluso hasta las orillas de la ciudad a una zona popular al sur, conocida como Puente Alto, y caminé prácticamente hasta el extremo, donde se acaba Transantiago y se mantiene la operación de los viejos microbuses conocidos, paradójicamente para la Ciudad de México, como Metrobús.
El sistema es complejo y confuso, de allí que en un principio generara tanta reticencia y crítica. Sin embargo, lo que logró fue un conjunto de corredores que operan con un flujo constante de autobuses. En términos generales aún en la noche hay que esperar muy poco para que pase un autobús. Una de las cuestiones que más llaman la atención es que varias de las líneas de Transantiago corren en paralelo a las líneas del metro y cuentan con carriles de rebase, lo que equivale casi a construir otra línea del metro encima o debajo de la anterior.
El pago es con tarjeta del sistema, BIP, y en general se descarga al subir al autobús, salvo en las horas pico en las principales plazas que se instalan lectores de tarjeta y se cierran las estaciones, que por cierto no son tan voluminosas como las del Metrobús ni mucho menos como las gigantescas estaciones de Transmilenio.
La primera lección que me deja el contacto con Transmilenio es que en el DF tendríamos que pensar un cambio así de ambicioso e integral en la manera de transportarnos: cambió toda la ciudad de una sola vez, en vez de andar creciendo poco a poco como se suele hacer en la mayoría de los casos. Es decir, el transporte de la Ciudad de México no mejorará en realidad si no hacemos muchos cambios a la vez, más que acelerando la construcción del metro o el Metrobús. Es simplemente una reflexión que me deja Transantiago y no una opinión definitiva. Cada alternativa (la incremental y la radical) tiene sus ventajas y desventajas, habrá que evaluarlas.
lunes, 15 de marzo de 2010
#FuerzaChileMega II
Salí de Buenos Aires pasadas las 3 de la tarde. Pese a la relativamente corta distancia entre la capital argentina y Santiago, el vuelo fue en un avión grande, un 767 para más de 200 pasajeros. Usualmente, por ejemplo, en las rutas de México a Estados Unidos, aún siendo trayectos más largos, se utilizan aviones de un solo pasillo e incluso pequeños jets con capacidad para poco más de 50 pasajeros en algunos destinos. No hablaré de la logística de las aerolíneas, lo digo para señalar que al llegar al aeropuerto de Santiago, y advertidos por la tripulación, descendimos del avión por medio de escaleras y no de las plataformas y caminamos entre los vehículos de servicio a los aviones. La razón es que todo el Aeropuerto Internacional de Santiago quedó afectado en sus plafones ... mas no en su estructura.
Al entrar al área de migración el daño era evidente, grandes extensiones de techo que dejaban ver los ductos y cables. Ya en el área pública de la terminal el techo se veía mucho más crudo ... por ser de gran altura optaron por desmontar todos los plafones para evitar un accidente mayor. Los servicios de taxi y autobús al aeropuerto así como otras actividades se realizan temporalmente en el estacionamiento. Todo en un absoluto orden y respeto de la gente que va a recoger a sus visitantes o familiares.
La información que he obtenido hasta el momento me señala que los daños en Santiago son menores, aunque no así el nervio de la población. Hace un par de horas me tocó un apagón generalizado. Casi todo el país quedó a obscuras y la gente pensó en el advenimiento de otra réplica.
Los daños que vi en el aeropuerto no son estructurales, así como los que vi en un puente vehicular. Pese a la fuerza del temblor, Santiago es una ciudad preparada para sismos de gran magnitud. Estoy convencido que la de México también lo es y soportará temblores de 8 grados o más, que muy probablemente ocurra alguno en esa magnitud en los próximos años. Pero eso no quita la posibilidad de que en algún sismo haya daños menores que afecten la operación de sitios estratégicos, como por ejemplo el aeropuerto. La capacidad de reacción a una contingencia así será determinante para reducir los impactos económicos post-sismo. Santiago dio la impresión de estar paralizado y no lo está, todo lo contrario. El nivel de actividad y de riqueza de Chile con respecto al resto del continente se nota, pero el haber cerrado operaciones en el aeropuerto dañó la imagen del país: sí dio la sensación de parálisis y disminuyó las visitas del exterior. No veo que haya muchos turistas, en este momento.
Tenemos que pensar en todos los sitios que tengan un papel relevante en el servicio a la ciudad y todos tendrían que tener un plan de reacción. Ya no sólo es la contingencia sino la capacidad para enfrentar el supuesto de la mayor emergencia.
Leyendo el periódico El Mercurio se comenta en Chile la posibilidad de establecer una norma de seguridad en los inmuebles que se asegure la resistencia a sismos, pero algunos consideran que dicha norma encarecería los inmuebles. ¿No habría que empezar a pensar en el tema en México?
No basta con simulacros cada 19 de septiembre, necesitamos ir más allá en todos los temas de la protección civil: salvaremos vidas y evitaremos frenar la economía.
Al entrar al área de migración el daño era evidente, grandes extensiones de techo que dejaban ver los ductos y cables. Ya en el área pública de la terminal el techo se veía mucho más crudo ... por ser de gran altura optaron por desmontar todos los plafones para evitar un accidente mayor. Los servicios de taxi y autobús al aeropuerto así como otras actividades se realizan temporalmente en el estacionamiento. Todo en un absoluto orden y respeto de la gente que va a recoger a sus visitantes o familiares.
La información que he obtenido hasta el momento me señala que los daños en Santiago son menores, aunque no así el nervio de la población. Hace un par de horas me tocó un apagón generalizado. Casi todo el país quedó a obscuras y la gente pensó en el advenimiento de otra réplica.
Los daños que vi en el aeropuerto no son estructurales, así como los que vi en un puente vehicular. Pese a la fuerza del temblor, Santiago es una ciudad preparada para sismos de gran magnitud. Estoy convencido que la de México también lo es y soportará temblores de 8 grados o más, que muy probablemente ocurra alguno en esa magnitud en los próximos años. Pero eso no quita la posibilidad de que en algún sismo haya daños menores que afecten la operación de sitios estratégicos, como por ejemplo el aeropuerto. La capacidad de reacción a una contingencia así será determinante para reducir los impactos económicos post-sismo. Santiago dio la impresión de estar paralizado y no lo está, todo lo contrario. El nivel de actividad y de riqueza de Chile con respecto al resto del continente se nota, pero el haber cerrado operaciones en el aeropuerto dañó la imagen del país: sí dio la sensación de parálisis y disminuyó las visitas del exterior. No veo que haya muchos turistas, en este momento.
Tenemos que pensar en todos los sitios que tengan un papel relevante en el servicio a la ciudad y todos tendrían que tener un plan de reacción. Ya no sólo es la contingencia sino la capacidad para enfrentar el supuesto de la mayor emergencia.
Leyendo el periódico El Mercurio se comenta en Chile la posibilidad de establecer una norma de seguridad en los inmuebles que se asegure la resistencia a sismos, pero algunos consideran que dicha norma encarecería los inmuebles. ¿No habría que empezar a pensar en el tema en México?
No basta con simulacros cada 19 de septiembre, necesitamos ir más allá en todos los temas de la protección civil: salvaremos vidas y evitaremos frenar la economía.
domingo, 14 de marzo de 2010
#FuerzaChileMega I
Esta colaboración está escrita en varias partes. La primera comienza en el Barón Rojo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un aeropuerto al cual jamás llamo Benito Juárez pues no hay nada que lo sustente como tal ... nunca se publicó el decreto que le daba el nombre de nuestro próser.
En este momento tengo la expectativa de conocer Chile. Mi avión sale en tres horas, ya documenté mi equipaje, luego me vine a comer y como muchas veces en mis viajes me puse a repasar si traigo todo lo que debo llevar. Las implicaciones detrás de la pregunta son qué tanto debo llevar y qué tanto debo hacer, qué haré mañana que llegue a Santiago y qué haré la próxima semana, en una ciudad afectada, no devastada como Concepción, para conocer el sistema de transporte de Chile, pero de paso también de conocer cómo funciona una ciudad después de un terremoto de 8.8 grados Richter ... el más intenso que ha ocurrido desde que nací en 1971.
Los habitantes de la ciudad de México sabemos que ya viene un gran terremoto. En el siglo XX hubo 3 terremotos por encima de los 8 grados Richter, el último todos lo recordamos, este año se cumplirán 25 de que ocurrió. Arriba de 30 años todos tenemos algún recuerdo: yo iba camino a la secundaria, caminaba hacia la parada del trolebús sobre Eje 8 Sur. Siempre miraba si lo que venía era un Ruta 100, que paraba 50 metros antes del trolebús, y si se veían las antenitas del trolebús había que correr. En el momento en que las vi lo hice pero a los pocos metros vi un hombre abrazado a un poste, pensé que estaba borracho y lo evadí pero no pude caminar más. La tierra se movía. Caminé hasta la escuela porque se fue la luz. Al llegar, sin internet, sin celulares, sin twitter, todos comentaban que este no era un temblor más como los que recordaba de los años previos.
Hoy que viajo a Chile sé que habré de sentir réplicas. Pero quiero ver la ciudad funcionando, ya no voy sólo por el transporte sino también a ver y reflexionar cómo debe funcionar esta ciudad con un temblor de más de 8 grados. Lo tendremos, estadísticamente hay certidumbre: no tarda un terremoto y lo que hará la diferencia es la previsión.
En este momento tengo la expectativa de conocer Chile. Mi avión sale en tres horas, ya documenté mi equipaje, luego me vine a comer y como muchas veces en mis viajes me puse a repasar si traigo todo lo que debo llevar. Las implicaciones detrás de la pregunta son qué tanto debo llevar y qué tanto debo hacer, qué haré mañana que llegue a Santiago y qué haré la próxima semana, en una ciudad afectada, no devastada como Concepción, para conocer el sistema de transporte de Chile, pero de paso también de conocer cómo funciona una ciudad después de un terremoto de 8.8 grados Richter ... el más intenso que ha ocurrido desde que nací en 1971.
Los habitantes de la ciudad de México sabemos que ya viene un gran terremoto. En el siglo XX hubo 3 terremotos por encima de los 8 grados Richter, el último todos lo recordamos, este año se cumplirán 25 de que ocurrió. Arriba de 30 años todos tenemos algún recuerdo: yo iba camino a la secundaria, caminaba hacia la parada del trolebús sobre Eje 8 Sur. Siempre miraba si lo que venía era un Ruta 100, que paraba 50 metros antes del trolebús, y si se veían las antenitas del trolebús había que correr. En el momento en que las vi lo hice pero a los pocos metros vi un hombre abrazado a un poste, pensé que estaba borracho y lo evadí pero no pude caminar más. La tierra se movía. Caminé hasta la escuela porque se fue la luz. Al llegar, sin internet, sin celulares, sin twitter, todos comentaban que este no era un temblor más como los que recordaba de los años previos.
Hoy que viajo a Chile sé que habré de sentir réplicas. Pero quiero ver la ciudad funcionando, ya no voy sólo por el transporte sino también a ver y reflexionar cómo debe funcionar esta ciudad con un temblor de más de 8 grados. Lo tendremos, estadísticamente hay certidumbre: no tarda un terremoto y lo que hará la diferencia es la previsión.
jueves, 11 de marzo de 2010
RATIFICACIÓN DEL GABINETE
Por Alberto Márquez Salazar
Los límites que guardan los poderes Ejecutivo y Legislativo en México están definidos claramente en nuestra Constitución Política y para fortalecer la gobernabilidad necesaria hay que modificar algunos de los artículos. Nuestra pluralidad, el supuesto gobierno compartido, no ha generado corresponsabilidad en la conducción de la nación y debemos modificar el marco normativo para que las instituciones, dónde se toman las decisiones y dónde se instrumentan los mecanismos reales de gobierno, generen la gobernabilidad que demandan los ciudadanos.
Existen una tendencia que apunta a la concentración y ampliación de facultades como generadora de mayor gobernabilidad y, por otra parte, la idea de que las decisiones deben pasar por el espectro de la discusión parlamentaria y la limitación jurisdiccional. En las formas de gobierno teóricas encontramos al parlamentarismo como un ejemplo de la forma en que se distribuyen competencias y se comparten responsabilidades, pero ahí no hay una separación entre el gobierno y el parlamento. En México, el sistema que gobernó durante 70 años implementó un mecanismo donde el Ejecutivo ratificaba al Congreso. Con sus poderes extraconstitucionales, el presidente era el eje angular de la gobernabilidad. Desde que la figura perdió fuerza y el PRI salió del gobierno, el sistema se modificó y no hemos encontrado el camino a la gobernabilidad.
En la agenda de discusión de la reforma política analizada por el Senado de la República está ausente la modificación del sistema de gobierno (presidencialismo, semipresidencialismo o parlamentarismo). Me parece que se está discutiendo más el cómo se llega al Congreso y cómo hacemos que éste funcione (fortalecimiento del poder Legislativo) menoscabando su relación con el Ejecutivo y la posibilidad de establecer un sistema de gobierno con responsabilidades políticas para todos los protagonistas políticos (fortalecimiento del Ejecutivo).
Si el Congreso, los partidos y el gobierno Federal no se atreven a abordar con amplitud el tema de cambio de régimen de gobierno, podría avanzarse al promover la ratificación del gabinete presidencial por parte del Congreso de la Unión. Se trataría de que el Congreso de la Unión apruebe por mayoría simple a los integrantes del gabinete presidencial o solamente a los que sean considerados como fundamentales. Actualmente y de acuerdo con el artículo 89 de la Constitución Política, el Senado de la República ratifica a ministros, agentes diplomáticos y cónsules generales, a los Coroneles y demás oficiales superiores del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacionales, a los empleados superiores de Hacienda (Senado) y al Procurador General de la República.
Sin duda alguna, como lo propone el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el Senado podría aprobar (no ratificar) el nombramiento de los secretarios de Gobernación, Relaciones Exteriores, Seguridad Pública, Defensa, Marina, Hacienda y Crédito Público y de Economía. En tanto, la Cámara de Diputados se encargaría de aprobar a los titulares de Desarrollo Social, Educación Pública, Salud, y Trabajo y Previsión Social.
La participación del Congreso de la Unión en el nombramiento de los titulares señalados prometería una corresponsabilidad entre el Ejecutivo y el Legislativo y evitaría que unos limitaran a otros en el papel del ejercicio de gobierno. Además, permitiría que el mismo ejecutivo tuviera más margen de negociación con el Congreso. Las alianzas o acuerdos electorales tendrían una ratificación y consolidación bajo la idea de los intereses comunes.
Existe una diferencia entre poder compartido y poder dividido. Y aquí radica uno de los principales problemas que tenemos para conformar un sistema donde las fuerzas políticas ahora representadas sean corresponsables del camino de la República. La idea de la ratificación del gabinete por el Congreso haría una realidad el poder compartido, generaría gobernabilidad, pero sobre todo, el ciudadano vería en hechos que las instituciones están dedicadas a buscar su bienestar y el de la nación. Además, está conformación daría el fortalecimiento y ampliación de facultades a las instituciones de gobierno y las decisiones pasarían por el arcoíris de la democracia, de la discusión democrática seria y fértil.
Los límites que guardan los poderes Ejecutivo y Legislativo en México están definidos claramente en nuestra Constitución Política y para fortalecer la gobernabilidad necesaria hay que modificar algunos de los artículos. Nuestra pluralidad, el supuesto gobierno compartido, no ha generado corresponsabilidad en la conducción de la nación y debemos modificar el marco normativo para que las instituciones, dónde se toman las decisiones y dónde se instrumentan los mecanismos reales de gobierno, generen la gobernabilidad que demandan los ciudadanos.
Existen una tendencia que apunta a la concentración y ampliación de facultades como generadora de mayor gobernabilidad y, por otra parte, la idea de que las decisiones deben pasar por el espectro de la discusión parlamentaria y la limitación jurisdiccional. En las formas de gobierno teóricas encontramos al parlamentarismo como un ejemplo de la forma en que se distribuyen competencias y se comparten responsabilidades, pero ahí no hay una separación entre el gobierno y el parlamento. En México, el sistema que gobernó durante 70 años implementó un mecanismo donde el Ejecutivo ratificaba al Congreso. Con sus poderes extraconstitucionales, el presidente era el eje angular de la gobernabilidad. Desde que la figura perdió fuerza y el PRI salió del gobierno, el sistema se modificó y no hemos encontrado el camino a la gobernabilidad.
En la agenda de discusión de la reforma política analizada por el Senado de la República está ausente la modificación del sistema de gobierno (presidencialismo, semipresidencialismo o parlamentarismo). Me parece que se está discutiendo más el cómo se llega al Congreso y cómo hacemos que éste funcione (fortalecimiento del poder Legislativo) menoscabando su relación con el Ejecutivo y la posibilidad de establecer un sistema de gobierno con responsabilidades políticas para todos los protagonistas políticos (fortalecimiento del Ejecutivo).
Si el Congreso, los partidos y el gobierno Federal no se atreven a abordar con amplitud el tema de cambio de régimen de gobierno, podría avanzarse al promover la ratificación del gabinete presidencial por parte del Congreso de la Unión. Se trataría de que el Congreso de la Unión apruebe por mayoría simple a los integrantes del gabinete presidencial o solamente a los que sean considerados como fundamentales. Actualmente y de acuerdo con el artículo 89 de la Constitución Política, el Senado de la República ratifica a ministros, agentes diplomáticos y cónsules generales, a los Coroneles y demás oficiales superiores del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacionales, a los empleados superiores de Hacienda (Senado) y al Procurador General de la República.
Sin duda alguna, como lo propone el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el Senado podría aprobar (no ratificar) el nombramiento de los secretarios de Gobernación, Relaciones Exteriores, Seguridad Pública, Defensa, Marina, Hacienda y Crédito Público y de Economía. En tanto, la Cámara de Diputados se encargaría de aprobar a los titulares de Desarrollo Social, Educación Pública, Salud, y Trabajo y Previsión Social.
La participación del Congreso de la Unión en el nombramiento de los titulares señalados prometería una corresponsabilidad entre el Ejecutivo y el Legislativo y evitaría que unos limitaran a otros en el papel del ejercicio de gobierno. Además, permitiría que el mismo ejecutivo tuviera más margen de negociación con el Congreso. Las alianzas o acuerdos electorales tendrían una ratificación y consolidación bajo la idea de los intereses comunes.
Existe una diferencia entre poder compartido y poder dividido. Y aquí radica uno de los principales problemas que tenemos para conformar un sistema donde las fuerzas políticas ahora representadas sean corresponsables del camino de la República. La idea de la ratificación del gabinete por el Congreso haría una realidad el poder compartido, generaría gobernabilidad, pero sobre todo, el ciudadano vería en hechos que las instituciones están dedicadas a buscar su bienestar y el de la nación. Además, está conformación daría el fortalecimiento y ampliación de facultades a las instituciones de gobierno y las decisiones pasarían por el arcoíris de la democracia, de la discusión democrática seria y fértil.
lunes, 8 de marzo de 2010
El wannabismo nacional
Hace unos días acudí a una reunión de trabajo en Santa Fe. No es la primera vez que voy por motivos laborales pero tampoco han sido muchas. He tenido entrevistas de trabajo, he ido a reuniones sociales, he ido a la Ibero, a eventos, o he pasado infinidad de veces camino a Toluca o destinos al poniente del DF.
Llegamos al edificio donde era la reunión, pero nos informaron que allí no podíamos estacionarnos, nos recomendaron un estacionamiento público a la vuelta. Allí nos encontramos con un terregal y espacios muy limitados de estacionamiento. De camino al lugar de la reunión vimos edificios ostentosos rodeados de rejas simplonas, falta de banquetas, calles y en general un paisaje urbano desarticulado.
Al salir del edificio encontramos unas escaleras llenas de basura que nos permitieron cortar el camino al estacionamiento. Se trataba de una calle peatonal supuestamente hecha para los peatones, pero digamos que alguien olvidó el instructivo y es un pasaje solitario que no me extrañaría fuera peligroso.
Santa Fe es un suburbio de negocios mal planeado, mal desarrollado y espejo del wannabismo nacional. Somos un país que de pronto logra desarrollar proyectos exitosos (tener una ciudad de negocios vertical y con buenas piezas arquitectónicas lo es) pero completamente desarticulados del resto. En una actitud aspiracional hacemos sólo una parte de lo que queremos copiar y dejamos el resto en el olvido.
En uno de mis recuerdos de la adolescencia, en primero de prepa (los tres meses que estuve pues finalmente la hice abierta) durante la ausencia de un maestro cerramos la puerta y hubo luchitas entre varios compañeros. Los adolescentes mostrando su fuerza y matando la testosterona. Uno de los chicos retó a otro inspirado por Karate Kid, adoptaba poses de película y en dos movimientos estaba en el suelo con todo el salón burlándose de él. Él quería ser grande, las películas lo habían engañado y sólo mostraba una cara (la actitud) de muchas que tendría que haber formado antes para ganar esa lucha. He wanted to be. Wanna be.
Santa Fe es un sueño de primer mundo pero es un sueño muy tercermundista. Ofrece servicios extraordinarios, pero barrios pobres saliendo de la zona, nulos espacios peatonales, calles llenas de topes, en malas condiciones, sin transporte, insuficiente agua, y aún un delicioso aroma a basura, y a menudo hasta intolerancia a esfuerzos por mejorar el transporte. En este blog, por ejemplo, en una nota que habla sobre algún proyecto de metro a Santa Fe he recibido comentarios tales en los que dicen que no quieren metro porque ya llegan los microbuses. Unos están convencidos de que Santa Fe es una maravilla porque evoca "quesque" el primer mundo estadounidense. Santa Fe es la corona del wannabismo nacional.
Del otro lado de la ciudad, en unidades habitacionales con departamentos de 60 metros cuadrados es posible ver (claro, no la mayoría de sus habitantes), autos deportivos o grandes camionetas, enrejados pero ostentando lo que no se es. "No me alcanza para vivir en un mejor desarrollo, pero puedo ser el que tenga el mejor coche aquí". En cada rincón vamos construyendo nuestro wannabismo. ¿A dónde nos lleva esto? En realidad no nos puede llevar muy lejos ... la delincuencia que vive nuestro país, la violencia que vive en nuestro país es fruto de este wannabismo (el viernes estuve en la madrugada en el Bar Coralinos de Veracruz ... 24 horas después, no sé la causa, hubo una balacera en el mismo lugar y hubo al menos un herido, la policía llegó 20 minutos después ya que todo había terminado, ostentando -wanna be American policemen- armas largas para intimidar a los que permanecían en el lugar).
Marcelo Ebrard, muy contentote promoviendo su tranvía sin haber sustentado la demanda para mantenerlo. El tranvía tendrá mayor subsidio que el metro, pero lo han disfrazado. We wanna be an European city.
Estamos en una ruta equivocada, ya lo hemos dicho antes aquí. Mejorar transporte, educación, desarrollo urbano, gobierno, salud, implica sí tomar en cuenta los ejemplos exitosos a nivel nacional, la realidad propia a transformar ... pero los estudios técnicos que sustenten lo que se va a hacer. Hacer las evaluaciones sin tener el resultado en la cabeza, eso se necesita ... no adaptar los estudios al resultado que se tiene en mente. El wannabismo de Santa Fe no tuvo ningún sustento y ha afectado recursos naturales de la zona: presiones muy fuertes sobre el Desierto de los Leones, sobre el Bosque de los Laureles, sobre la Sierra de las Cruces, y pérdida de suelo forestal gracias a una genialidad. Pareciera un ave fénix que surgió del basurero, pero fue un desarrollo improvisado, aparentemente con un "Zedec" (Zona Especial de Desarrollo Controlado) en la que los usos de suelo se han venido modificando, espacios verdes que de pronto aparecen con dueño y uso de suelo que permite construcciones.
Cantidad de colonias, fraccionamientos, coches, restaurantes, oficinas, calles, casas, personas, edificios, empresarios, gobernantes, que desean mostrar lo que no son. El wannabismo nacional nos está enfermando. ¿Cuándo nos daremos cuenta del error en esta ruta? ¿Cuándo dejaremos de comprar esta idea en cada obra faraónica como el segundo piso, en cada desarrollo espectacular y cada vez más lejos como Bosque Real y los fraccionamientos suburbanos para distintas clases sociales? ¿Cuándo dejaremos de importar marcas para construir las nuestras propias?
Digo todo esto reconociendo que yo también he sido wannabe en distintas decisiones personales y profesionales.
Llegamos al edificio donde era la reunión, pero nos informaron que allí no podíamos estacionarnos, nos recomendaron un estacionamiento público a la vuelta. Allí nos encontramos con un terregal y espacios muy limitados de estacionamiento. De camino al lugar de la reunión vimos edificios ostentosos rodeados de rejas simplonas, falta de banquetas, calles y en general un paisaje urbano desarticulado.
Al salir del edificio encontramos unas escaleras llenas de basura que nos permitieron cortar el camino al estacionamiento. Se trataba de una calle peatonal supuestamente hecha para los peatones, pero digamos que alguien olvidó el instructivo y es un pasaje solitario que no me extrañaría fuera peligroso.
Santa Fe es un suburbio de negocios mal planeado, mal desarrollado y espejo del wannabismo nacional. Somos un país que de pronto logra desarrollar proyectos exitosos (tener una ciudad de negocios vertical y con buenas piezas arquitectónicas lo es) pero completamente desarticulados del resto. En una actitud aspiracional hacemos sólo una parte de lo que queremos copiar y dejamos el resto en el olvido.
En uno de mis recuerdos de la adolescencia, en primero de prepa (los tres meses que estuve pues finalmente la hice abierta) durante la ausencia de un maestro cerramos la puerta y hubo luchitas entre varios compañeros. Los adolescentes mostrando su fuerza y matando la testosterona. Uno de los chicos retó a otro inspirado por Karate Kid, adoptaba poses de película y en dos movimientos estaba en el suelo con todo el salón burlándose de él. Él quería ser grande, las películas lo habían engañado y sólo mostraba una cara (la actitud) de muchas que tendría que haber formado antes para ganar esa lucha. He wanted to be. Wanna be.
Santa Fe es un sueño de primer mundo pero es un sueño muy tercermundista. Ofrece servicios extraordinarios, pero barrios pobres saliendo de la zona, nulos espacios peatonales, calles llenas de topes, en malas condiciones, sin transporte, insuficiente agua, y aún un delicioso aroma a basura, y a menudo hasta intolerancia a esfuerzos por mejorar el transporte. En este blog, por ejemplo, en una nota que habla sobre algún proyecto de metro a Santa Fe he recibido comentarios tales en los que dicen que no quieren metro porque ya llegan los microbuses. Unos están convencidos de que Santa Fe es una maravilla porque evoca "quesque" el primer mundo estadounidense. Santa Fe es la corona del wannabismo nacional.
Del otro lado de la ciudad, en unidades habitacionales con departamentos de 60 metros cuadrados es posible ver (claro, no la mayoría de sus habitantes), autos deportivos o grandes camionetas, enrejados pero ostentando lo que no se es. "No me alcanza para vivir en un mejor desarrollo, pero puedo ser el que tenga el mejor coche aquí". En cada rincón vamos construyendo nuestro wannabismo. ¿A dónde nos lleva esto? En realidad no nos puede llevar muy lejos ... la delincuencia que vive nuestro país, la violencia que vive en nuestro país es fruto de este wannabismo (el viernes estuve en la madrugada en el Bar Coralinos de Veracruz ... 24 horas después, no sé la causa, hubo una balacera en el mismo lugar y hubo al menos un herido, la policía llegó 20 minutos después ya que todo había terminado, ostentando -wanna be American policemen- armas largas para intimidar a los que permanecían en el lugar).
Marcelo Ebrard, muy contentote promoviendo su tranvía sin haber sustentado la demanda para mantenerlo. El tranvía tendrá mayor subsidio que el metro, pero lo han disfrazado. We wanna be an European city.
Estamos en una ruta equivocada, ya lo hemos dicho antes aquí. Mejorar transporte, educación, desarrollo urbano, gobierno, salud, implica sí tomar en cuenta los ejemplos exitosos a nivel nacional, la realidad propia a transformar ... pero los estudios técnicos que sustenten lo que se va a hacer. Hacer las evaluaciones sin tener el resultado en la cabeza, eso se necesita ... no adaptar los estudios al resultado que se tiene en mente. El wannabismo de Santa Fe no tuvo ningún sustento y ha afectado recursos naturales de la zona: presiones muy fuertes sobre el Desierto de los Leones, sobre el Bosque de los Laureles, sobre la Sierra de las Cruces, y pérdida de suelo forestal gracias a una genialidad. Pareciera un ave fénix que surgió del basurero, pero fue un desarrollo improvisado, aparentemente con un "Zedec" (Zona Especial de Desarrollo Controlado) en la que los usos de suelo se han venido modificando, espacios verdes que de pronto aparecen con dueño y uso de suelo que permite construcciones.
Cantidad de colonias, fraccionamientos, coches, restaurantes, oficinas, calles, casas, personas, edificios, empresarios, gobernantes, que desean mostrar lo que no son. El wannabismo nacional nos está enfermando. ¿Cuándo nos daremos cuenta del error en esta ruta? ¿Cuándo dejaremos de comprar esta idea en cada obra faraónica como el segundo piso, en cada desarrollo espectacular y cada vez más lejos como Bosque Real y los fraccionamientos suburbanos para distintas clases sociales? ¿Cuándo dejaremos de importar marcas para construir las nuestras propias?
Digo todo esto reconociendo que yo también he sido wannabe en distintas decisiones personales y profesionales.
jueves, 4 de marzo de 2010
Lo necesario, la protección ciudadana
Por José Alberto Márquez Salazar
El ruido de la modernidad elevó el culto de la personalidad a niveles que nos impiden ver lo esencial. Al principio, los zapatos fueron indispensables para cubrir los pies de las inclemencias del tiempo y de los factores riesgosos de la superficie terrestre; el vestido cubría nuestro cuerpo para el clima. Luego llegó la moda, llegaron los cambios y lo que era lógico es obsoleto. Un pantalón de mezclilla con algunas partes descocidas alcanza precios elevados mientras que uno normal es económico.
El Estado-Nación que sirvió para brindar seguridad para todos y formalizar el contrato social ahora se ve rebasado y con graves problemas para cumplir su tarea esencial. Los actores políticos utilizan la soberanía depositada en ellos para muchas cosas excepto para cumplir con la representación.
En este año, la venganza de la naturaleza hace mella en muchas regiones del planeta. Recién un grupo de amigos platicábamos sobre los cambios climáticos y la conversación derivó en las horas que gastan en su automóvil en asuntos menores. Por su cabeza no pasó la relación entre gasto de energía y cambios climáticos. Ingenuamente les recordé una teoría de la física que desde hace veinte años me inquieta, el de la entropía donde hay fenómenos de desorden no reversible. Una ley señala que la energía no se crea ni se destruye sólo se transforma, pero si se desperdicia y no se recupera también se convierte en entropía, es decir en un desorden creciente e irreversible.
Todos los días en México se genera constante movimiento sin percibir si éste producirá de verdad un resultado que transforme y no simplemente un gasto de energía. Un caso claro y evidente es la cantidad de datos que se vierten sobre lo político y los principales actores de lo político. Discusiones van y vienen en torno al secretario de Gobernación sobre su supuesto acuerdo con el PRI y su renuncia al PAN. Muchos quilos de papel se gastaron, muchos minutos en radio y televisión y mucho espacio en foros de la web. ¿Nos interesaba saber si tuvo o no pacto, si renunció o no al PAN por una supuesta traición? ¿No son todos estos dimes y diretes elementos para que todo se mueva y nada pase? Lo que nos interesa del secretario de Gobernación es que cumpla con su tarea, generar la gobernabilidad del país, resolver problemas y no darlos.
Para quienes hemos laborado en alguno de los congresos locales o el federal no resulta sorprendente ver la cantidad de movimiento que hay: asesores viene y van, diputados se mueven y hablan por teléfono móvil, discuten, gritan. En realidad, ¿toda su energía se enfoca a resolver los problemas de la nación, su constante actividad refleja el sentir de los electores?
A partir de las tragedias naturales en diversos puntos del planeta, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, sobre todo luego de las inundaciones en la zona oriente de la ciudad, afirmó que implementaría sistema de protección civil. Discursos van y vienen y acciones se impulsan para que los habitantes de la capital estemos preparados. Resulta curioso que no conozcamos cuáles son los riesgos que verdaderamente podemos enfrentar.
Desde el 2007, el gobierno de la Ciudad informó sobre la realización del Atlas de Riesgos de la Ciudad de México. De acuerdo con las notas publicadas, los trabajos comprendían tres etapas que finalizarían en el año de 2008. Amén de realizar los mapas respectivos e instalar la infraestructura que nos permita hacer frente a siniestros, el documento sería publicado en internet. Si tratamos de indagar sobre él, hasta ahora no estaba disponible en la página de la Dirección de Protección Civil del Distrito Federal y aún cuando en el 2009 algunos diputados de la ALDF, luego de la aparición de grietas en la delegación Álvaro Obregón, criticaron que el Atlas no las consideraba, los ciudadanos en general continúan sin conocerlo.
Desconozco si existe realmente un atlas de riesgos del Distrito Federal y cuál sea su actualización, pero parece sumamente indispensable que el gobierno de la Ciudad lo dé a conocer, sean cuales sean sus datos y los posibles riesgos plasmados. La Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito Federal garantiza que “Toda la información generada, administrada o en posesión de los Entes Públicos se considera un bien de dominio público, accesible a cualquier persona en los términos y condiciones que establece esta Ley y demás normatividad aplicable”. La información no solamente es indispensable para saber nuestros riegos, es necesaria para que los ciudadanos convoquen a sus legisladores y a los entes públicos a fortalecer el Fondo de Protección Civil que tenemos.
Los ciudadanos en la ciudad de México, y en todo el país, estaríamos de acuerdo en conocer cuáles son los riesgos que tenemos, cómo podemos protegernos y cuáles son las medidas que implementaremos para salvar la situación, si es que ella se presenta.
Los ciudadanos podemos dejar de lado temas, como la reforma política o perder de vista la cultura o las transformaciones de los partidos políticos, lo que no podemos es dejar de lado nuestra protección, nuestra seguridad frente a la naturaleza avasalladora.
Ya hemos vivido tragedias que nos deberían replantear la cultura de la protección civil. ¿Cuáles son las zonas seguras que hay en la ciudad? ¿Son las inundaciones o los sismos nuestros principales enemigos?
Hace una semana comenté sobre la necesidad que hay de enseñar a los niños y jóvenes, extiendo la idea para todos en general, sobre la sobrevivencia en la ciudad. Debemos alertarlos sobre la importancia de tener un botiquín médico, reservas alimenticias no perecederas, agua de reserva, pilas para lámparas, cerillas, etcétera.
Seguramente ese cultivo de la personalidad nos hace perder tiempo en discusiones triviales, pero hay temas donde no se debe perder la pista. Luego de las tragedias culpables habrá por todas partes, pero seremos más culpables nosotros, los ciudadanos, sino vamos construyendo nuestra protección familiar y comunitaria. Esa también debe ser parte de la agenda de la Megablogolis.
El ruido de la modernidad elevó el culto de la personalidad a niveles que nos impiden ver lo esencial. Al principio, los zapatos fueron indispensables para cubrir los pies de las inclemencias del tiempo y de los factores riesgosos de la superficie terrestre; el vestido cubría nuestro cuerpo para el clima. Luego llegó la moda, llegaron los cambios y lo que era lógico es obsoleto. Un pantalón de mezclilla con algunas partes descocidas alcanza precios elevados mientras que uno normal es económico.
El Estado-Nación que sirvió para brindar seguridad para todos y formalizar el contrato social ahora se ve rebasado y con graves problemas para cumplir su tarea esencial. Los actores políticos utilizan la soberanía depositada en ellos para muchas cosas excepto para cumplir con la representación.
En este año, la venganza de la naturaleza hace mella en muchas regiones del planeta. Recién un grupo de amigos platicábamos sobre los cambios climáticos y la conversación derivó en las horas que gastan en su automóvil en asuntos menores. Por su cabeza no pasó la relación entre gasto de energía y cambios climáticos. Ingenuamente les recordé una teoría de la física que desde hace veinte años me inquieta, el de la entropía donde hay fenómenos de desorden no reversible. Una ley señala que la energía no se crea ni se destruye sólo se transforma, pero si se desperdicia y no se recupera también se convierte en entropía, es decir en un desorden creciente e irreversible.
Todos los días en México se genera constante movimiento sin percibir si éste producirá de verdad un resultado que transforme y no simplemente un gasto de energía. Un caso claro y evidente es la cantidad de datos que se vierten sobre lo político y los principales actores de lo político. Discusiones van y vienen en torno al secretario de Gobernación sobre su supuesto acuerdo con el PRI y su renuncia al PAN. Muchos quilos de papel se gastaron, muchos minutos en radio y televisión y mucho espacio en foros de la web. ¿Nos interesaba saber si tuvo o no pacto, si renunció o no al PAN por una supuesta traición? ¿No son todos estos dimes y diretes elementos para que todo se mueva y nada pase? Lo que nos interesa del secretario de Gobernación es que cumpla con su tarea, generar la gobernabilidad del país, resolver problemas y no darlos.
Para quienes hemos laborado en alguno de los congresos locales o el federal no resulta sorprendente ver la cantidad de movimiento que hay: asesores viene y van, diputados se mueven y hablan por teléfono móvil, discuten, gritan. En realidad, ¿toda su energía se enfoca a resolver los problemas de la nación, su constante actividad refleja el sentir de los electores?
A partir de las tragedias naturales en diversos puntos del planeta, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, sobre todo luego de las inundaciones en la zona oriente de la ciudad, afirmó que implementaría sistema de protección civil. Discursos van y vienen y acciones se impulsan para que los habitantes de la capital estemos preparados. Resulta curioso que no conozcamos cuáles son los riesgos que verdaderamente podemos enfrentar.
Desde el 2007, el gobierno de la Ciudad informó sobre la realización del Atlas de Riesgos de la Ciudad de México. De acuerdo con las notas publicadas, los trabajos comprendían tres etapas que finalizarían en el año de 2008. Amén de realizar los mapas respectivos e instalar la infraestructura que nos permita hacer frente a siniestros, el documento sería publicado en internet. Si tratamos de indagar sobre él, hasta ahora no estaba disponible en la página de la Dirección de Protección Civil del Distrito Federal y aún cuando en el 2009 algunos diputados de la ALDF, luego de la aparición de grietas en la delegación Álvaro Obregón, criticaron que el Atlas no las consideraba, los ciudadanos en general continúan sin conocerlo.
Desconozco si existe realmente un atlas de riesgos del Distrito Federal y cuál sea su actualización, pero parece sumamente indispensable que el gobierno de la Ciudad lo dé a conocer, sean cuales sean sus datos y los posibles riesgos plasmados. La Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito Federal garantiza que “Toda la información generada, administrada o en posesión de los Entes Públicos se considera un bien de dominio público, accesible a cualquier persona en los términos y condiciones que establece esta Ley y demás normatividad aplicable”. La información no solamente es indispensable para saber nuestros riegos, es necesaria para que los ciudadanos convoquen a sus legisladores y a los entes públicos a fortalecer el Fondo de Protección Civil que tenemos.
Los ciudadanos en la ciudad de México, y en todo el país, estaríamos de acuerdo en conocer cuáles son los riesgos que tenemos, cómo podemos protegernos y cuáles son las medidas que implementaremos para salvar la situación, si es que ella se presenta.
Los ciudadanos podemos dejar de lado temas, como la reforma política o perder de vista la cultura o las transformaciones de los partidos políticos, lo que no podemos es dejar de lado nuestra protección, nuestra seguridad frente a la naturaleza avasalladora.
Ya hemos vivido tragedias que nos deberían replantear la cultura de la protección civil. ¿Cuáles son las zonas seguras que hay en la ciudad? ¿Son las inundaciones o los sismos nuestros principales enemigos?
Hace una semana comenté sobre la necesidad que hay de enseñar a los niños y jóvenes, extiendo la idea para todos en general, sobre la sobrevivencia en la ciudad. Debemos alertarlos sobre la importancia de tener un botiquín médico, reservas alimenticias no perecederas, agua de reserva, pilas para lámparas, cerillas, etcétera.
Seguramente ese cultivo de la personalidad nos hace perder tiempo en discusiones triviales, pero hay temas donde no se debe perder la pista. Luego de las tragedias culpables habrá por todas partes, pero seremos más culpables nosotros, los ciudadanos, sino vamos construyendo nuestra protección familiar y comunitaria. Esa también debe ser parte de la agenda de la Megablogolis.
lunes, 1 de marzo de 2010
Ya tenemos muchos camiones
La semana pasada el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard habló de los siguientes pasos para mejorar el transporte en la Ciudad de México:
1. La línea 12 del metro no se detendrá (pese a los problemas derivados de algunos recursos legales, por parte de Bombardier contra la adjudicación directa en la compra de trenes, y por parte de algunos propietarios de terrenos afectados por la obra).
2. Se desarrollará el corredor Cero Emisiones del Eje 2 Sur
3. Se ampliará el corredor Cero Emisiones del Eje Central
4. Se sustituirán microbuses por autobuses en el Periférico
5. Se construirá la línea 3 del Metrobús, pese al rechazo vecinal
6. El tranvía del Centro Histórico sigue adelante
En el evento en el que hizo estos anuncios "se coló" el diputado Federico Manzo, y al verlo el Jefe de Gobierno, mientras hablaba del tranvía volteó a verlo y dijo, queremos tranvías porque ya tenemos muchos camiones.
El tranvía es una alternativa interesante. En varios momentos en los casi tres años de este blog he hablado del tranvía y yo mismo creo que sí podríamos desarrollar una red de unas cinco líneas de tranvía alrededor del corredor Reforma, pero debemos estar concientes de que el tranvía es sustancialmente más caro que un autobús, y por lo tanto los usuarios deben pagar el costo de operación, no el costo de construcción y jamás una tarifa subsidiada, pues los beneficiaros no serán trabajadores de salario mínimo sino personas con mejores ingresos. Lo que ocurrirá con este tranvía, aún bajo el supuesto ridículo de que tendrá 80 mil pasajeros diarios (yo he visto estudios de demanda en los que se demuestra que el corredor unidireccional que diseñaron a penas sobrepasaría los 30 mil usuarios y si fuera bidireccional llegaría a poco más de 40 mil), es que será un medio más subsidiado que el metro. Igual que hicimos con los segundos pisos, Robin Hood de izquierda le quita a los pobres para dar a los ricos. La tarifa debería ser de 15 pesos, será de 5 pesos.
Me hago una pregunta sustantiva ¿al final de estos proyectos estaremos mejor en materia de transporte? Mi respuesta contundente es sí.
Eso no quita que no podamos estar mucho mejor, con los mismos recursos.
1. Para el corredor Buenavista - Centro Histórico el Jefe de Gobierno sabe que existe un proyecto distinto Buenavista - Centro Histórico - Merced - San Lázaro, con el que se sacaría a todos los microbuses que corran este - oeste del Centro Histórico (me parece sólo quedarían las rutas que pasan por Isabel la Católica y Bolívar), sería bidireccional en circuito y con calles exclusivas para el transporte en las que se ampliarían los espacios peatonales. Uno de los mejores elementos de esta ruta es que recataría calles de la Merced.
2. Los corredores de servicio intensivo de trolebús me parecen una gran idea. Hoy el servicio de trolebús es lento con bajas frecuencias de paso. Ordenar un corredor y darle un servicio muy efectivo como hicieron en Eje Central incrementa los ingresos del Servicio de Transportes Eléctricos y mejora la imagen pública del corredor. ¿Vale la pena ampliarlo a Tenayuca? ¿Es bueno el corredor Eje 2 Sur?
Hace unas semanas escribí aquí ¿Adiós al trolebús? y sigo pensando lo mismo, será difícil sustentar la compra de trolebuses si no se tienen corredores de servicio intensivo. A esta reflexión yo propondría adicionalmente plantear lo siguiente: ¿Puede el trolebús tener un nicho de mercado? ¿Cuál sería su nicho de mercado?
En efecto, al enlazar bastante bien la terminal del sur con la del norte, me parecería mucho mejor enfocar el servicio del trolebús a las terminales de transporte: la ruta del Eje 2 Sur terminará a menos de 2 kilómetros de San Lázaro en el oriente y a 5 kilómetros de Observatorio en el poniente. De prolongarse esta línea de pronto tendríamos rutas de servicio continuo entre las 4 terminales de autobuses del DF, y también sería factible ampliar la ruta al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. El trolebús se convertiría en la cara amable que diera la bienvenida a los viajeros. Yo creo que el resultado sería muy superior que prolongar la línea de Eje Central a Tenayuca.
3. ¿La sustitución de micros por autobuses en Periférico es buena? Es una medida urgente, pero temo que ocurra lo mismo que en Reforma. Allí la manera de operar los autobuses es terrible. Mejoraron las unidades, pero cuando pueden se arrebatan el pasaje y se quedan varios minutos estacionados en las salidas del metro, porque lo básico (recaudar el pasaje en un fondo común a la ruta) no está ocurriendo, a pesar de que los buses tienen una alcancía. En un principio una de las empresas de Reforma, Covilsa, daba boletos, hoy ni eso dan. Preveo que ocurrirá lo mismo en Periférico. Sí estaremos mejor con los autobuses, pero creo que obligarlos a tener un fondo común será mucho mejor ... y bueno, si se hiciera un metrobús sobre los carriles centrales me parecería excelente para desalentar el uso del automóvil.
Al final me pregunto ¿Ya tenemos muchos camiones? Mientras sigamos teniendo microbuses con 20 años de operación me resulta difícil pensar que tenemos muchos autobuses, pero más aún, mientras sigamos apostándole a la espectacularidad de una decisión nunca sabremos si tenemos demasiados camiones. El tranvía es una medida espectacular que busca, sí, atraer turismo a partir de la postal de una ciudad moderna. ¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por esa postal?
Resumo mis propuestas:
1. Que los trolebuses se aboquen a atender terminales de transporte en dos corredores: Eje Central y Eje 2 Sur, conectando las 4 terminales de autobuses y eventualmente el aeropuerto, y permitiendo servicios flexibles (ejemplo: Observatorio - Tasqueña, San Lázaro - Cien Metros, San Lázaro - Tasqueña, Observatorio - Cien Metros, además de los pares naturales Cien Metros - Tasqueña y Obsrvatorio - San Lázaro).
2. Que el tranvía no tenga subsidio a la operación y en caso de que la licitación se declare desierta, que se retome el proyecto existente de circuito bidireccional Buenavista - San Lázaro.
3. Que los nuevos servicios de autobuses de Reforma y Periférico sean sometidos a estricta vigilancia para que mejoren su conducción, pero que además se les obligue a un sistema común de recaudo para evitar que ganen por cada pasajero atendido.
Con esta propuesta me parece que si bien no se impactará a toda la ciudad, sí se hará un uso más eficiente de los recursos y se tendrá un mejor transporte. Temo, por último, que terminando la línea 3 del Metrobús, el gobierno de la Ciudad de México ya no quiera continuar ampliando este transporte. En teoría seguiría la línea 4 del Metrobús por el Eje 3 Oriente, pero como el proyecto es caro podrían terminar desechándolo. De hecho el Eje 1 Poniente se escogió porque era más fácil de instrumentar. Tendríamos que cambiar nuestros patrones de toma de decisión, pues si a ojo de buen cubero decimos Ya tenemos muchos camiones, nunca tomaremos las mejores decisiones.
1. La línea 12 del metro no se detendrá (pese a los problemas derivados de algunos recursos legales, por parte de Bombardier contra la adjudicación directa en la compra de trenes, y por parte de algunos propietarios de terrenos afectados por la obra).
2. Se desarrollará el corredor Cero Emisiones del Eje 2 Sur
3. Se ampliará el corredor Cero Emisiones del Eje Central
4. Se sustituirán microbuses por autobuses en el Periférico
5. Se construirá la línea 3 del Metrobús, pese al rechazo vecinal
6. El tranvía del Centro Histórico sigue adelante
En el evento en el que hizo estos anuncios "se coló" el diputado Federico Manzo, y al verlo el Jefe de Gobierno, mientras hablaba del tranvía volteó a verlo y dijo, queremos tranvías porque ya tenemos muchos camiones.
El tranvía es una alternativa interesante. En varios momentos en los casi tres años de este blog he hablado del tranvía y yo mismo creo que sí podríamos desarrollar una red de unas cinco líneas de tranvía alrededor del corredor Reforma, pero debemos estar concientes de que el tranvía es sustancialmente más caro que un autobús, y por lo tanto los usuarios deben pagar el costo de operación, no el costo de construcción y jamás una tarifa subsidiada, pues los beneficiaros no serán trabajadores de salario mínimo sino personas con mejores ingresos. Lo que ocurrirá con este tranvía, aún bajo el supuesto ridículo de que tendrá 80 mil pasajeros diarios (yo he visto estudios de demanda en los que se demuestra que el corredor unidireccional que diseñaron a penas sobrepasaría los 30 mil usuarios y si fuera bidireccional llegaría a poco más de 40 mil), es que será un medio más subsidiado que el metro. Igual que hicimos con los segundos pisos, Robin Hood de izquierda le quita a los pobres para dar a los ricos. La tarifa debería ser de 15 pesos, será de 5 pesos.
Me hago una pregunta sustantiva ¿al final de estos proyectos estaremos mejor en materia de transporte? Mi respuesta contundente es sí.
Eso no quita que no podamos estar mucho mejor, con los mismos recursos.
1. Para el corredor Buenavista - Centro Histórico el Jefe de Gobierno sabe que existe un proyecto distinto Buenavista - Centro Histórico - Merced - San Lázaro, con el que se sacaría a todos los microbuses que corran este - oeste del Centro Histórico (me parece sólo quedarían las rutas que pasan por Isabel la Católica y Bolívar), sería bidireccional en circuito y con calles exclusivas para el transporte en las que se ampliarían los espacios peatonales. Uno de los mejores elementos de esta ruta es que recataría calles de la Merced.
2. Los corredores de servicio intensivo de trolebús me parecen una gran idea. Hoy el servicio de trolebús es lento con bajas frecuencias de paso. Ordenar un corredor y darle un servicio muy efectivo como hicieron en Eje Central incrementa los ingresos del Servicio de Transportes Eléctricos y mejora la imagen pública del corredor. ¿Vale la pena ampliarlo a Tenayuca? ¿Es bueno el corredor Eje 2 Sur?
Hace unas semanas escribí aquí ¿Adiós al trolebús? y sigo pensando lo mismo, será difícil sustentar la compra de trolebuses si no se tienen corredores de servicio intensivo. A esta reflexión yo propondría adicionalmente plantear lo siguiente: ¿Puede el trolebús tener un nicho de mercado? ¿Cuál sería su nicho de mercado?
En efecto, al enlazar bastante bien la terminal del sur con la del norte, me parecería mucho mejor enfocar el servicio del trolebús a las terminales de transporte: la ruta del Eje 2 Sur terminará a menos de 2 kilómetros de San Lázaro en el oriente y a 5 kilómetros de Observatorio en el poniente. De prolongarse esta línea de pronto tendríamos rutas de servicio continuo entre las 4 terminales de autobuses del DF, y también sería factible ampliar la ruta al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. El trolebús se convertiría en la cara amable que diera la bienvenida a los viajeros. Yo creo que el resultado sería muy superior que prolongar la línea de Eje Central a Tenayuca.
3. ¿La sustitución de micros por autobuses en Periférico es buena? Es una medida urgente, pero temo que ocurra lo mismo que en Reforma. Allí la manera de operar los autobuses es terrible. Mejoraron las unidades, pero cuando pueden se arrebatan el pasaje y se quedan varios minutos estacionados en las salidas del metro, porque lo básico (recaudar el pasaje en un fondo común a la ruta) no está ocurriendo, a pesar de que los buses tienen una alcancía. En un principio una de las empresas de Reforma, Covilsa, daba boletos, hoy ni eso dan. Preveo que ocurrirá lo mismo en Periférico. Sí estaremos mejor con los autobuses, pero creo que obligarlos a tener un fondo común será mucho mejor ... y bueno, si se hiciera un metrobús sobre los carriles centrales me parecería excelente para desalentar el uso del automóvil.
Al final me pregunto ¿Ya tenemos muchos camiones? Mientras sigamos teniendo microbuses con 20 años de operación me resulta difícil pensar que tenemos muchos autobuses, pero más aún, mientras sigamos apostándole a la espectacularidad de una decisión nunca sabremos si tenemos demasiados camiones. El tranvía es una medida espectacular que busca, sí, atraer turismo a partir de la postal de una ciudad moderna. ¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por esa postal?
Resumo mis propuestas:
1. Que los trolebuses se aboquen a atender terminales de transporte en dos corredores: Eje Central y Eje 2 Sur, conectando las 4 terminales de autobuses y eventualmente el aeropuerto, y permitiendo servicios flexibles (ejemplo: Observatorio - Tasqueña, San Lázaro - Cien Metros, San Lázaro - Tasqueña, Observatorio - Cien Metros, además de los pares naturales Cien Metros - Tasqueña y Obsrvatorio - San Lázaro).
2. Que el tranvía no tenga subsidio a la operación y en caso de que la licitación se declare desierta, que se retome el proyecto existente de circuito bidireccional Buenavista - San Lázaro.
3. Que los nuevos servicios de autobuses de Reforma y Periférico sean sometidos a estricta vigilancia para que mejoren su conducción, pero que además se les obligue a un sistema común de recaudo para evitar que ganen por cada pasajero atendido.
Con esta propuesta me parece que si bien no se impactará a toda la ciudad, sí se hará un uso más eficiente de los recursos y se tendrá un mejor transporte. Temo, por último, que terminando la línea 3 del Metrobús, el gobierno de la Ciudad de México ya no quiera continuar ampliando este transporte. En teoría seguiría la línea 4 del Metrobús por el Eje 3 Oriente, pero como el proyecto es caro podrían terminar desechándolo. De hecho el Eje 1 Poniente se escogió porque era más fácil de instrumentar. Tendríamos que cambiar nuestros patrones de toma de decisión, pues si a ojo de buen cubero decimos Ya tenemos muchos camiones, nunca tomaremos las mejores decisiones.
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