Tengo claro que esto no lo ha logrado ninguna ciudad en el mundo. Es decir, ninguna ciudad en el mundo ha logrado acabar con su congestión por el solo hecho de hacer más obras viales. Al contrario, al cabo de un tiempo, a veces muy corto, una obra vial se traduce en mayor congestión.
En días pasados, en Culiacán, el gobernador Malova anunció que se dedicarían 1,200 millones a la construcción de un Periférico. ¿Un Periférico? Entre las anécdotas culiacanenses, un ciclista fue amenazado por un automovilista que se sintió seguido por él, le apuntó con una pistola y le advirtió que dejara de seguirlo. Otro automovilista se negó a recibir los latosos servicios de un limpiaparabrisas, lo encañonó y lo tiró al suelo, allí le disparó a los dedos. Yo mismo fui testigo de cómo el conductor de una pick up aventó su vehículo a un peatón para detenerse con el tráfico 4 metros adelante. ¿Con ese nivel de estrés social y violencia vale la pena construir un periférico?
De pronto imaginemos otro escenario. En Monterrey los 770 millones de pesos no se destinan a vialidad sino a ampliación del corredor de transporte público Lincoln - Ruiz Cortines hacia el centro por Avenida Juárez, una propuesta que está en el tintero. Se trata de sólo 4.5 kilómetros, el costo, suponiendo 10 millones de dólares por kilómetros sería de unos 500 millones de pesos, el resto se podría dedicar al rescate del centro o a puentes peatonales para cruzar el río de Santa Catarina.
¿Puede Chihuahua soñar con un sistema de bicicleta pública? Si ya vimos el éxito de Ecobici en el Distrito Federal ¿Por qué no invertir una parte de los 1,200 millones del Periférico en un sistema de bicicleta pública en el centro?
En Guadalajara se invirtieron 450 millones de pesos en el puente atirantado ¿eso cambiará las condiciones de vida de sus habitantes? Puedo conceder incluso que sea una probable mejora, al eliminar los últimos semáforos en una vía que atraviesa la zona metropolitana de Guadalajara ¿pero es esa la mejor manera de ejercer los recursos? También Guadalajara pudo haber invertido en una ampliación de su sistema de bicicleta pública. No olvidemos, además, que más de mil millones de pesos para construir la línea 2 de Macrobús fueron rechazados en esta ciudad.
Creo que podemos encontrar más ejemplos. Construir más vialidades no va a mejorar las condiciones de una ciudad. Invertir en espacio público, ampliación de banquetas, fomento a la bicicleta, sí. Entonces ¿por qué nos empeñamos en invertir para quedar exactamente igual ... o peor?
Por mí, francamente, creo que sería mejor que constructores y políticos se repartieran el recurso sin construir absolutamente nada. Al rato habrá que adaptar los proyectos sustentables a las obras viales que jamás debieron ser construidas.
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