La pista de patinaje del Zócalo me recuerda más el Jogo Bonito de Brasil que el populismo de Andrés López. Para algunos es una política populista. Para Marcelo Ebrard es una muestra de que se tiene una política pública en materia de recreación. Creo que si bien no alcanza a ser una política pública todavía, sino tres tiros con muy buena puntería (las playas, la fórmula 1 en Reforma y ahora la pista de hielo), es un muy buen paso para tenerla.
Pero más que eso, yo veo que, como en los peores partidos de la Selección Mexicana frente a la de Brasil, Marcelo está dominando el balón, pasándola por entre las piernas de los defensas mexicanos, burlándose de ellos, y anotando un gol tras otro.
¿Tiene Marcelo algún opositor que se le ponga enfrente? No. Esa es la verdad. Los temas los hemos visto a lo largo del año subir a la agenda: aborto, playas, Torre Bicentenario, paseos dominicales, los funcionarios en bicicleta, línea 12 del metro, seguro de desempleo, pista de hielo, reestructuración de la deuda, retiro de ambulantes del centro, etc.
Quien se le ha querido oponer, con la salvedad de la Torre Ataúd, ha salido perdiendo. Aborto: el PAN recolectó firmas para pedir un referendum y las firmas llegaron cuando la iniciativa estaba dictaminada; Hacienda se vio reticente a dar su aval para la reestructuración de la deuda cuando era evidente la ganancia para la ciudad; con el seguro de desempleo el único que salió a enfrentarse, Javier Lozano Alarcón, dijo que ya existía este seguro cuando todos sabemos que no es así; y por último, en un esfuerzo estéril por regular las marchas, el PAN se dedicó a recolectar firmas en pro de una iniciativa ciudadana, que pudo haberse presentado sin mayor firma que la del diputado panista que la expusiera ante el pleno, y mientras tanto el PAN sólo se ha visto en medios con la recolección de firmas, y ha perdido cuatro meses valiosísismos para hacer agenda.
El resultado es un Marcelo Ebrard fortalecido, el opositor más cercano, el PAN, con la brújula perdida, y una agenda que sigue siendo como dominar el balón frente a un discapacitado. Marcelo Ebrard gana ... y mi partido cada vez peor. Sin rumbo.
martes, 4 de diciembre de 2007
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