Hace uno o dos meses, Fernando Aboitiz, nuestro visionario Secretario de Obras, dijo que con las autopistas de cuota que se construirán, la Ciudad de México estará 5 años adelante en materia de infraestructura vial. De esta afirmación ya nos hemos burlado un poco, pero quisiera reflexionar un tanto más para ver por qué rumbo irán las siguientes locuras de nuestros gobernantes.
Esta semana se inició la reversibilidad de Río San Joaquín. El primer día fue caótico, pero poco a poco se pusieron de acuerdo en las reglas y supongo la tendencia será a que los más afectados (es decir, a los que les quitan carriles útiles por la reversibilidad) encuentren otra ruta. El argumento para la reversibilidad de Río San Joaquín fue el de las obras del segundo piso en el Distrito Federal. Sin embargo, como casualidad tenemos la ampliación del segundo piso en el Estado de México que se abrió este fin de semana. Es decir, no es por las obras en el DF sino porque el Viaducto Bicentenario no tiene dónde bajar ... porque jamás debió haber sido hecho.
Antes el tráfico de Periférico hacia el sur terminaba en San Jerónimo. Con el segundo piso ahora comienza en San Jerónimo. El segundo piso también saturó la parte central de Periférico. Mejoró la conectividad entre la Colonia del Valle y Pedregal más San Jerónimo, pero saturó otras zonas.
La Supervía entre Luís Cabrera y Santa Fe tenderá a saturar no sólo Luís Cabrera sino las vialidades de la zona. En realidad, la Supervía sola entraría en crisis si no se construye el segundo piso de San Jerónimo hacia el Tlalpan. Los autos no tendrían a dónde salir. Pero aparentemente se construirá: entonces el nuevo tráfico de Santa Fe a San Jerónimo se canalizará por el nuevo Viaducto. Hasta ahí todo bien, pero ¿a dónde desembocarán en la zona central? PUNTO DE PRESIÓN #1 ¿a dónde desembocarán en la zona oriente? PUNTO DE PRESIÓN #2
Río San Joaquín no quedó vacía con la reversibilidad. Es evidente que se saturará conforme se incorpore más tráfico desde el Estado de México, al menos mientras se construyen los segundos pisos en el DF, que a fin de cuentas tienen sentido por el Viaducto Bicentenario, y no sin éste. ¿A dónde desembocará el tráfico que se incremente en Río San Joaquín? PUNTO DE PRESIÓN #3
Las siguientes genialidades. Como el señor del Te lo firmo y te lo cumplo se siente muy orgulloso de su Viaducto Bicentenario, su sucesor estará pensando en alguna obra espectacular en esta materia. De hecho, ya Arturo "la rata" Montiel (cómo durmió, por cierto) inició con las autopistas urbanas con la Jorobas - Peñón - Texcoco. Esto nos dice que pronto se les ocurrirá alguna genialidad más a los priístas del Estado de México.
En el DF ¿Será que el próximo gobernante sólo piensa en el transporte público o se inventa una nueva genialidad?
Bueno, me anticiparé a las genialidades que preveo para los años 2011 a 2017. Lo digo no para que las recibamos con aplauso, sino para pensar la manera de oponernos desde ahora:
1. El segundo piso del Periférico presionará para ampliarse sobre Viaducto Becerra hacia Viaducto Piedad
2. La autopista elevada de la caseta de Cuernavaca presionará para ampliarse sobre Tlalpan hacia el Centro
3. El segundo piso del Periférico bajará a un gran colapso en Cuemanco, por lo que presionará ya sea para la construcción de los carriles centrales y luego un viaducto elevado por Canal de Garay, o bien, para un viaducto elevado desde Cuemanco hasta Constitución de 1917.
4. El congestionamiento en Río San Joaquín presionará para un segundo piso sobre Río San Joaquín, que a su vez desemboque en un tramo elevado para el Circuito Interior, quizá desde la salida a Insurgentes hasta Tacubaya.
5. El Estado de México buscará nuevos nichos de servicio en la zona oriente, con alguna autopista de Indios Verdes a Ecatepec por la Vía Morelos, o quizá el túnel entre Coacalco y Tlalnepantla, atravesando la Sierra de Guadalupe.
6. Ya antes Ebrard propuso un túnel entre La Raza y la salida a Pachuca, que tomaría mayor fuerza si se construye un elevado sobre el Circuito Interior
Al final de cuentas, cualquiera de estos proyectos sería para paliar las insuficiencias del anterior, a no ser que nos demos cuenta de que esta ruta no tiene fin: seguiremos construyendo viaductos hasta que, como he ironizado en varias ocasiones, el segundo piso del Callejón del Aguacate se vuelva indispensable.
lunes, 6 de septiembre de 2010
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