Recién se desató una gran polémica con la venta de la calle de Rébsamen, en la colonia del Valle, en un tramo que durante varias décadas ha fungido como una calle que divide la Comercial Mexicana y su estacionamiento, sin otros usos comerciales que los mencionados. De niño iba muchas veces a ese supermercado, tenía un pequeño centro comercial que luego fue absorbido por el hipermercado cuando se transformó en Mega. El estacionamiento siempre quedó separado y la calle no servía para otra cosa que para llegar o salir de la tienda, considerando que una de las calles paralelas, Heriberto Frías, tiene el mismo sentido de circulación.
El Gobierno del Distrito Federal recién vendió el tramo contiguo a la Mega Comercial Mexicana y prentende o pretendía vender también Dr. Manuel Gutiérrez Zavala, contigua a las instalaciones de Televisa y su estacionamiento, para que se le diera un uso privado.
El GDF alegó un proceso completamente legal: el espacio público se desincorpora y luego se vende a precios de mercado. Los precios de mercado dejaron muchas dudas, pues en realidad eran muy inferiores al precio de cualquier terreno en la Colonia del Valle, pero puede entenderse que si el uso queda restringido, por ejemplo a estacionamiento, el precio se debe desplomar. En cambio, si el terreno se puede utilizar para ampliar la tienda, tendría que venderse muy por encima de los casi 5 mil pesos el metro cuadrado en que fue vendida.
Ahora, si un espacio público tiene ese carácter, tiene un beneficio potencial para todos los habitantes de la ciudad, si bien pueda tener un beneficio realizado para una pequeña población. Siendo espacio público ¿cuál es el mejor uso que puede darse a ese espacio público? El análisis que hace el Gobierno del Distrito Federal es que recibir 18.4 millones de pesos es el mejor uso. Puede ser. ¿Qué tendría que haber detrás de una decisión así?
La privatización del espacio público no es algo que me resulte ilícito o contrario al interés público, pero habría que tener claro contra qué compararla y en qué casos no permitirla. Me opondría rotundamente a la privatización de un parque (creo que en Santa Fe esto es cosa frecuente), pero no de rincones abandonados y peligrosos. En sitios como las calles contiguas a la Comercial Mexicana o Televisa el problema es distinto. ¿No tendría que haber una mejor evaluación de estos procesos?
Vaya, si comparamos un uso privado de Rébsamen siendo espacio público versus un uso privado de Rébsamen como espacio privado más 18.4 millones en las arcas del gobierno, en definitiva es mejor privatizar la calle. Pero es muy injusto comparar así las cosas entre espacio desperdiciado y 18.4 millones. ¿No podríamos mejorar la calle manteniéndola como espacio público? ¿No podría la tienda hacer una donación al espacio público a cambio de peatonalizar la calle (finalmente se puede entrar al estacionamiento por Pilares, Pestalozzi o Miguel Laurent). ¿No podríamos fortalecer la zona del Parque de Pilares (oficialmente llamado Las Arboledas) a partir de la calle de Rébsamen? El beneficio potencial es enorme.
Creo que además de todo la delegación Benito Juárez debería haber tenido un papel más relevante en la privatización de Rébsamen. Claro, no se puede esperar mucho de la actual administración que más bien ha tenido un liderazgo mediocre.
Mi posición es que una privatización de una calle debe compararse no contra la situación actual, sino contra la situación actual "optimizada", es decir ¿cuál es el mejor uso que podemos dar al espacio público en la situación actual? Si contra ese análisis siguen valiendo más los 18.4 millones de pesos, adelante. Pero es claro que no, y que no hubo ningún esfuerzo para evaluar debidamente la venta de la calle.
lunes, 2 de mayo de 2011
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