No conozco mucho el tema de la seguridad, pero sé que en muchas partes del mundo, lo que mejor ha funcionado es enfocarse a cambiar los hábitos de la gente y no a "atacar frontalmente" a la delincuencia. Dos años y medio como delegado de la PROFEPA me dejaron claro no sólo muchos errores que se cometen en la Procuración de Justicia sino los incentivos que quienes generan la información tienen para distorsionarla.
Precisamente a partir de mi función como delegado de PROFEPA en la Zona Metropolitana del Valle de México fue que conocí Ciudad Juárez. Nos reunimos varios delegados de zonas con tala clandestina para compartir estrategias de combate a esta práctica. Recuerdo haber salido del avión y que mi equipaje fue revisado por rayos X como si hubiera pasado una frontera. De allí fuimos al hotel, descansamos y al día siguiente sostuvimos una reunión de trabajo intensa hasta media tarde. Antes de que anocheciera cruzamos la frontera, estuvimos un par de horas en un centro comercial, luego fuimos a un casino donde convivimos un rato, regresamos a Juárez a dormir.
Al día siguiente varios de los delegados se regresaron a sus estados. Yo tenía interés de conocer el funcionamiento de la oficina de PROFEPA en la Aduana, así que tuve una visita técnica. Me platicaron también de los trabajos en alguna comisión binacional, me mostraron una planta de tratamiento de aguas industriales, a penas primaria así que olía bastate mal, regresamos a la oficina del delegado y finalmente descansé. Al día siguiente el propio delegado de Chihuahua, gran persona, profesionista muy comprometido, buen amigo, cantante de ópera además, y hoy regidor de Ciudad Juárez, José Mario Sánchez Soledad, me llevó al aeropuerto. Anécdotas de una ciudad afectada por el narco durante el camino. La última vez que conversé con él fue por chat, en algún momento de los meses recientes se habría tenido que mudar a El Paso ante una amenaza de secuestro.
No conozco gran cosa de Ciudad Juárez. Un paisaje impresionante desde el aire, entre hermoso y terrorífico el desierto, las formas caprichosas. Avenidas polvorientas, sin paisaje, anchas, construcciones de frontera a fin de cuentas. Vehículos sin placas o emplacados en Estados Unidos. Cero ciudad.
Las noticias son tres veces tristes, muy tristes por las vidas perdidas en niveles escandalosos, porque las autoridades no tienen la sensibilidad no sólo para enfrentar el problema sino para comunicarse con la sociedad en medio de esta tragedia, y porque además de todo los pasos que se están siguiendo son nuevamente erráticos.
Por años el tema de Juárez fue "las muertas de Juárez" cuando finalmente se volvió un fenómeno que trascendió al género (es posible que lo hubiera trascendido mucho antes, pero mediáticamente las muertas de Juárez eran la noticia) las cifras son escandalosas y no nos extrañe encontrar un decrecimiento de la población en el próximo Censo, no sólo por el fin de la inmigración sino por la emigración y la muerte de miles de personas.
1. No puede ser que el Secretario de Gobernación de este país se apresure a juzgar como "pleito de pandillas" y luego todo quede en una disculpa a los familiares. El señor se tiene que ir.
2. No puede ser que el Gobernador anuncie el cambio de capital -idea que me agradó- y luego termine en una alharaca con miras a las elecciones.
3. No puede ser que mientras pasa esto, al señor Secretario de Gobernación le resulte mejor ir a renunciar a su partido porque éste no puede cumplir con algo que él, ilegalmente, prometió y que la dirigencia nacional del PRI condicionó para una reforma fiscal: que no haya alianzas del PAN en Oaxaca y otros estados gobernados por pillos que el PRI defiende a capa y espada.
Soy militante del PAN, pero por mí que el PAN se extinga si con eso paramos la violencia de este país. Siempre he aborrecido al PRI y siempre me han dado asco sus componendas que son las que en el fondo causaron la penetración generalizada del narco y la perversión de la legalidad. Pero hoy ninguno de estos dos partidos está sirviendo para resolver problemas tangibles como este. Hay militantes en ambos con ideales y esos son los únicos que valen la pena.
Toda vez que ninguno de los dos partidos dominantes en la zona puede resolver este problema (y ojo, tampoco aspiro a que el PRD lo haga), el planteamiento debe ser "extraparadigmas".
1. Se decreta un estado de excepción, en el que se restringen libertades individuales pero más que para permitir los operativos para facilitar la transformación social: facilitar la imposición de sanciones, las expropiaciones, aunque sí desde luego restringir la movilidad nocturna, exigir portar identificación, entre otras medidas, siempre supervisadas, sin embargo por organizaciones nacionales de derechos humanos.
2. Los partidos políticos renuncian a postular a sus militantes, juntos hacen una propuesta ciudadana y van juntos con la misma planilla. Si van a incorporar a uno de sus militantes, que no tenga cargo en el partido y que no sea por cuota, sino porque le reconocen calidad moral y capacidades.
3. Los medios de comunicación firman un código de ética en el que se comprometan a un tratamiento no morboso de la información y a la no publicación de imagenes de: muertos, heridos, sangre, impactos de bala, detenidos, etc.
4. El gobierno federal aporta recursos para la transformación de la vida urbana: construcción de plazas y jardines, inversiones en transporte público y ciclovías de movilidad urbana (no dominicales), ampliación de banquetas, transformación de los barrios más afectados por la violencia, fomento a la participación social para mejorar la imagen de ciudad (transformar los tabiques con aplanado y pintura, material lo da el gobierno, mano de obra la sociedad), inversiones en las escuelas públicas)
5. Una vez operando en la ciudad de un programa emergente de transporte público, se deben establecer restricciones a la circulación de automóviles ya sea en las horas de mayor incidencia de actos violentos o eventualmente durante un día completo al mes o a la semana. Si la gente deja de usar el vehículo en principio se sentirá más insegura: pero sus agresores potenciales, al no tener cómo huir terminarán por apaciguarse. El uso del transporte público hará iguales a los habitantes de Juárez, los llevará a las calles cuando justo huyen de ellas.
6. Hacer un énfasis especial en el respeto a las reglas: no a los autos polarizados o sin placas, no al exceso de velocidad, no a los vehículos en sentido contrario, no a dejar la basura en las calles, no a beber en las calles, no a permitir escándalos en la vía pública. Reforzar los reglamentos que estén débiles: que no se escandalice un vecindario por una fiesta, por un coche con música, por cohetes, por tiros al aire; que la mala convivencia vecinal no deteriore un barrio.
7. Que quienes ejecuten las acciones, que quienes gobiernen Juárez o quienes impartan la ley sean los más respetuosos de la misma. La fanfarronada de José Reyes Baeza y las imprudencias de Fernando Gómez Mont en nada ayudan a esto.
La lista de recomendaciones sólo puede seguir en una dirección: que los habitantes de Ciudad Juárez salgan a convivir en un ambiente de respeto. Si no se hacen cambios en este rubro, ya tendremos a otro presidente ofreciendo disculpas y a otra madre destrozada que le reclame no buscar debajo de las piedras. Ciudad Juárez debe convertirse en unos años en una ciudad ejemplar.
lunes, 15 de febrero de 2010
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