El bloguero de la megablógolis

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lunes, 22 de febrero de 2010

#Ecobici


El pasado martes se echó a andar el programa Ecobici, en el perímetro comprendido entre Insurgentes, Baja California, Circuito Interior y Manuel Villalongín. El programa consiste en el préstamo gratuito de una bicicleta en ese perímetro por hasta media hora, y una tarifa moderada en los 30 minutos siguientes. Sólo se paga una suscripción de 300 pesos y se garantiza con una tarjeta de crédito el préstamo. De momento muy pocos tienen su tarjeta activada pero en unos días comenzará el uso de las bicicletas por toda la zona. Las estaciones están muy cerca una de la otra y además quitaron espacio de estacionamiento en la Condesa, siempre tan saturada, lo que tendría que repercutir en menor uso del auto.

En un principio fui escéptico de este programa, más aún porque en una reciente visita a Barcelona unos queridos amigos suburbanos (de Sabadell) me comentaron que el programa no había tenido mucho éxito y a menudo había que distribuir bicicletas entre una estación y otra, lo cual es cierto. En realidad el programa de Barcelona sí ha sido exitoso, pero en México, ya lo veremos podría tener un comportamiento distinto, eventualmente mucho más exitoso: a diferencia de Barcelona, México no ha construido ciclovías pero lo que pretende lograr el programa es ganar espacio para los ciclistas en las calles, desmitificando el mito de que conducir una bicicleta en México es peligroso (no es mucho más peligroso que ser peatón, por ejemplo).

Uno de los puntos interesantes en Ecobici es hacia dónde crecerá el programa. Hasta donde sé, Clear Channel, la operadora del mismo, tiene intenciones de irse hacia Polanco. El planteamiento de algunos es que debe crecer paulatinamente hacia el Centro Histórico: que siempre vaya formando una zona única de operación y ésta creciendo, en vez de tener islas en donde opere. Me parece que es lo de menos por el modelo de negocio que representa Ecobici: los operadores ganan espacios publicitarios a cambio de la operación.
El esquema actual implica que Ecobici funciona con tecnología de Clear Channel y arranca con un pago del gobierno que en realidad no debería ocurrir en las ampliaciones del programa. Éste debe ser autosuficiente sin recursos del gobierno, pues perdería sustentabilidad el programa. Me parece, sin embargo, que el programa debería pensarse en un modelo público privado de operación donde el gobierno contara con la tecnología (software, lector de tarjetas, puertos para las bicicletas y bicicletas) y dividiera la ciudad en franquicias. Quien quiera operar una franquicia adquiere la licencia tecnológica, el know how y la imagen. Eso podría disparar el uso de este servicio enormemente por toda la ciudad, y ligarnos de una manera ágil al transporte público. Con los niveles actuales de tráfico siempre habría quienes estuvieran dispuestos a dejar el auto con algún incentivo, pero sobre todo se comenzaría a generar una conducta pro-bicicleta para viajes cortos.
Hace algunos años yo era un completo escéptico de la bicicleta, en mi libro Andar en el Siglo XXI así lo manifiesto, pero conforme he estudiado, visitado, escuchado y andado experiencias ciclistas creo más en este medio de transporte. No soy un fiel usuario, en lo personal a menudo hago largas caminatas. Este domingo, por ejemplo, caminé un kilómetro para ir a comer unos tacos, pude haberme llevado la bicicleta, me resultó más cómodo caminar. Pero cerca del trabajo he ocupado la bicicleta en varias ocasiones para ir a reuniones de trabajo o comidas. Ahora que tenga mi tarjeta de Ecobici ocuparé el servicio para trayectos de un kilómetro pues mucho me muevo por la Condesa.
He estado monitoreando en tuiter el identificador #Ecobici y pude ver una extraordinaria respuesta los primeros días. Hubo opiniones a favor, dudas, en contra, burlas, pero al final de cuenta ha sido un programa que pone en alerta a muchos. Alguien lo acusó de elitista, y de hecho en su fase de arranque lo es, pues se requiere tarjeta bancaria para poder suscribirse, pero es muy probable que en fases posteriores se generalice su uso.
Quiero por último señalar que veo dos rutas de expansión del servicio de Ecobici: o se otorga en concesión en zonas céntricas de la ciudad lo cual limitaría su crecimiento hacia otras zonas de la ciudad no tan densas en actividad de negocios, o se desarrolla un modelo de franquicia como el propuesto aquí. Lo deseable sería justo eso, un crecimiento rápido. Es probable que como negocio no dure tantos años, pero una bicicleta es relativamente barata y su inversión se amortiza muy rápido, lo importante es que se arraigue el uso de la bicicleta para viajes menores a 5 kilómetros.

4 comentarios:

Fernando Del Río dijo...

definitivamente es una limitante lo de la tarjeta de crédito. sabes cómo va el programa de las bicis gratis en zonas turísticas? Yo he usado el sistema en paris y en serio ha sido un éxito,aun cuando necesitas una tarjeta expedida en europa. Saludos!

LaClau dijo...

Querido Megablógolis,
Me parece una interesante reflexión la que haces. Desconocía, debo confesarlo, los pormenores del programa. ME asumo, #yoconfieso, que fuí una escéptica del programa (como soy de las medidas populistas que han caracterizado al gobierno de la ciudad desde hace muuuuchos años), pero debo reconocer que el programa, pensado en el mediano plazo, puede traer muchos beneficios.

En esta ciudad el uso extendido de la bicicleta puede coadyuvar a reducir el uso indiscriminado del coche y promover una cultura -mínima- de la ejercitación física.

En efecto, es una limitante la necesidad de usar una tarjeta de crédito, pero es necesario que la gente que usa las bicicletas sea corresponsable de su uso. Sería seguir jugando al juego de la simulación decir que deberían darse a las personas, "simplemente con su buena voluntad". No veo de que otra manera, por el momento, el ciudadano que use una pueda hacerse responsable de su uso, cuidado y entrega. El paternalismo mexicano nos ha hecho mucho daño; pensamos que nos merecemos todo por el simple hecho de ser "pobrecitos mexicanos" y que no tenemos que rendir cuentas de nada.

Si el servicio se convierte en una franquicia, por supuesto que los inversionistas necesitan tener garantía de su inversión. En este país seguimos pensando que los empresarios son ladrones y "malos" por naturaleza. Si cambiásemos esa cultura y nos dedicásemos a promover el espíritu emprendedor que much@s mexican@s tienen, seguramente encontraríamos que muchos de los problemas que nos aquejan podrían ser resueltos por propuestas y modelos de negocio de personas que se animasen a invertir en esto. ¿Qué tienen que tener ganancias? ¡Claro! Para eso invierten, no son hermanas de la caridad ni tienen la obligación de financiar la ineficiencia y falta de cuidado que ha sido promovido por nuestra cultura los últimos cien años.

En fin. Sólo quería compartir unas ideas sobre tu post. Gracias por darme el espacio y ser el pretexto.

Un abrazo y seguimos en contacto en la twittósfera y en la blogósfera.

Anónimo dijo...

Si lo único que ClearChannel obtuviera fueran espacios publicitarios este seria un programa fabuloso para todos, sin embargo los 150 espacios publicitarios (esperemos a ver de que tamaño son) son en adición a los 75 MILLONES de pesos que se les paga por operarlo fuente. El gobierno del DF también esta comprometido a compensar a ClearChannel por los gastos de robo y vandalismo que excedan los 3 millones anuales (su proyección).
Tomando esto en cuenta el programa es muy conveniente para los usuarios (que tengan tarjeta de crédito) pero es un derroche del dinero de los contribuyentes.
Y por que el énfasis del programa en la Condesa? Su propaganda dice "A la escuela mas fácil con Ecobici" pero por la distribución y el tamaño relativo de las estaciones pareciera mas bien "A los restaurantes..."
Un detalle pequeño pero que también me molesta es que a pesar de ser totalmente automatizado deja de operara a las 0:30. ¿Cual es el motivo?

Saludos

(y ¿"...desmitificando el mito..."?, ¿Que paso?

Roberto Remes Tello de Meneses dijo...

Muchas gracias por los tres comentarios, en realidad los debí haber contestado en su momento (los de Fernando y LaClau). Qué bueno que Fernando y Claudia vean como positivo el programa, yo realmente le tengo esperanza no por el programa mismo, sino por la posibilidad de que ayude a empujar el uso de la bicicleta. En ese sentido, la preocupación del anónimo que señala los costos del programa (75 millones de pesos, no toda esa cantidad va a Clear Channel) toma otro color: si lo consideramos un programa para que los usuarios de una colonia (Condesa) se muevan a los restaurantes en bicicleta, el programa es caro, pero si vemos que es para 4 colonias y en ellas se calienta el tema de la bicicleta para expandirlo (sea como bici pública o privada) podríamos verlo como una campaña publicitara en pro de la bici de la mano de un programa de bicicleta pública. Por eso tengo más esperanza en el tema, pero los cuestionamientos del Anónimo son válidos, pues este primer contrato fue todo a favor de Clear Channel y pocas cosas a favor del GDF.