Este fin de año el Gobierno del Distrito Federal se empeñó en dar sorpresas. Comentaré las tres que tengo más presentes, una buena y dos malas:
1. La publicación inmediata de las reformas al Código Electoral
2. El inicio de obras del segundo piso del Periférico
3. La declaratoria de necesidad del corredor de Metrobús Línea 3
La declaratoria de necesidad del corredor de Metrobús, si bien parece un poco tardía pues las obras están por terminar en el Eje 1 Poniente, obedece a la incorporación del grupo ADO a la operación del corredor. Lo que más llamó la atención es que la autoridad determinara que sólo habría una concesión (a diferencia del corredor Insurgentes que tiene me parece 4 concesiones y el de Eje 4 Sur que tiene creo que 2), con lo cual los actores (rutas 1, 3 y 88 más ADO) tendrán que ponerse de acuerdo, o bien, será ADO quien opere la ruta incorporando a los actuales concesionarios. Me parece, sin embargo, una buena noticia el hecho de que se determine una sola concesión, pues esto llevará a una estandarización del servicio (y del mantenimiento y la capacitación de los choferes), en vez de dejar que los concesionarios actuales se incorporen a la concesión de Metrobús sin mayor esfuerzo. Esto nos acerca un poco al modelo Colombiano en el que las empresas operadoras de Transmilenio deben concursar con base en el costo del kilómetro de operación, lo que las lleva a un mejor modelo de competitividad.
Del segundo piso del Periférico ya no quiero comentar más. Me pongo de mal humor.
Y de lo que quiero hablar ahora es de las reformas al Código Electoral del DF, particularmente lo que se refiere al bloqueo al registro de nuevos partidos, mediante requisitos elevados (contar con la participación del 2% del padrón y asambleas de 1000 militantes por delegación). Estos requisitos son una barrera para formar partidos: los 1000 afiliados por delegación como quiera se pueden lograr ... acarreando gente por medio de líderes y por tanto perpetuando el corporativismo. En el caso del 2% del padrón simplemente hagamos cuentas: en 2009 tuvimos un padrón electoral de 7.35 millones de personas, por tanto el 2% implica la afiliación de casi 150 mil ciudadanos. Salvo el PRD, dudo que algún otro partido tenga esa cantidad de militantes en el DF, y aún en el caso del PRD los tiene por afiliación corporativa.
¿Queremos partidos políticos locales? Yo no tengo la menor duda. Sí. Con estos requisitos será imposible tenerlos y cuando los halla serán bastante deleznables: maquinarias corporativas sin ninguna propuesta trascendente para la ciudad. Yo quiero participar en un partido político local. No pido subsidio. Creo que el tema del subsidio ha desvirtuado la participación de los partidos minoritarios. Desde el robo de Gustavo Riojas y familia a través del Partido de la Suciedad Nacionalista, el subsidio quedó desvirtuado. Me parece que los nuevos partidos deberían tener acceso a medios de comunicación pero no a un subsidio económico antes de su primera elección.
También creo que los partidos políticos locales (en el DF y otras partes del país) deberían poder participar en las elecciones legislativas federales. Es decir, participar en la elección de los senadores y los diputados federales de mayoría, pudiendo acumular esos votos también para espacios de representación proporcional con una lista acotada. Esta ruta podría ser sustituta del registro de partidos políticos nacionales, de tal suerte que no hubiera registro a ninguno nuevo sin antes haberse expandido como partidos estatales.
En el caso del DF la principal ventaja que veo de contar con partidos políticos locales, no corporativos como en la práctica exige ahora la ley, es la conformación de una agenda local fuerte: recuperación del espacio público, ciudad multi o policéntrica, densificación, limitación al crecimiento de Santa Fe, promoción del transporte público, parques y jardines en zonas populares, dignificación del espacio público popular, etc.
La Asamblea Legislativa se apresuró a modificar la legislación ante el temor de que se registraran partidos no afines al PRD (y a otros), pero el Jefe de Gobierno pudo vetar esta legislación ... o tomarse su tiempo para publicarla. Sin embargo, queda claro que Marcelo Ebrard podrá ser el mejor alcalde del mundo, pero un demócrata no es. Con su publicación inmediata evitó que los nuevos requisitos quedaran fuera de los límites establecidos en otras legislaciones. De haberse publicado en enero, por ejemplo, estos requisitos no habrían aplicado en 2011.
Es una lástima que los partidos nacionales cierren el espacio a partidos locales. Finalmente, los mismos seres incapaces de ofrecer soluciones al país harán lo posible para que nadie más pueda aportar soluciones. Nadie que haya votado a favor del requisito del 2% puede llamarse demócrata.
lunes, 27 de diciembre de 2010
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