lunes, 9 de enero de 2012
Paseo dominical
Tenía ya tiempo de no asistir a Reforma a los paseos dominicales. Veo que la concurrencia se sigue incrementando y la avenida se vuelve una gran plaza pública que conecta desde Chapultepec hasta el Centro y La Villa. El recorrido impacta a una gran cantidad de población, aunque sería deseable expandirlo a toda la ciudad, que cada delegación tuviera su paseo dominical o generar una estrella con paseos dominicales al alcance de todos.
La imagen que ven en esta entrada me llamó mucho la atención. Un adulto mayor en patines, apoyado por un bastón. Dice mucho.
Cuando no hay personas con discapacidad en las calles no es porque no existan, es porque no pueden salir por falta de espacios. En la medida que se incrementan los espacios, más personas salen en esas condiciones.
¿Se habría puesto los patines el señor de la foto si se enfrentara a los autos en su camino? El espacio público le da seguridad y expande sus oportunidades. Él disfruta ver a los demás gozando el espacio público y se lo apropia.
Automovilistas tocando el claxon, reclamando a peatones que crucen en calma una vialidad, violando las normas de tránsito, de un lado; de otro lado, estos paseos dominicales contrastando con el egoísmo que implica el auto.
Necesitamos seguir calmando la ciudad. Si circulo a 60 en una vía de 40 km/h mi expectativa de velocidad se eleva. Cuando me encuentro con congestionamiento, mi desesperación va a 60. Si se cumplen las velocidades en la red secundaria, el conductor se calma, el peatón se apropia del espacio ... y el viejo baila en patines.
La ciudad requiere más esfuerzos por calmarse. Si se puede andar en patines con bastón, seguro se puede calmar a los neuróticos al volante.
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