En varias ocasiones me he referido en este blog al tranvía. Yo estoy convencido de que puede ser un proyecto viable para la ciudad si se conforma una red. Lo que sí me pregunto es si el momento para conformarla es la segunda parte de un sexenio y sobre todo partiendo del hecho de que lo que se está licitando es una sola línea sin que se conozca un probable mapa de red.
En la semana pudimos, además, leer de un supuesto costo de 17 mil millones de pesos por el tranvía, cifra queme parece imposible pues el costo debe ser inferior a 20 millones de dólares por kilómetro y estamos hablando de unos 10-11 kilómetros, o sea menos de 2500 millones de pesos (más probablemente entre 1500 y 2000). La causa de esta cifra estratosférica debe ser la suma a Valor Presente Neto de todos los costos en 25 años, lo cual debería implicar exhibir la suma de todos los beneficios en 25 años, y por lo tanto que se demostrara la viabilidad del proyecto. El Secretario de Finanzas Mario Delgado no supo aclarar el verdadero costo del proyecto y terminó enredado en los 17 mil millones.
Hay quien duda de muchos elementos del proyecto: la ausencia de una red, los costos de instalación, los de operación, se ha hablado de una tarifa de $5.00 que supone un costo de operación por pasajero inferior a esa cantidad, los tiempos de construcción, si hay o no confinamiento del carril del tranvía, etc.
Hay quienes dicen que se puede desarrollar un servicio céntrico muy estético que permita dar servicio turístico, rescatar áreas del centro y ofrecer soluciones de movilidad, con vehículos con diseños modernos y hasta con autobuses eléctricos. Es decir, si lo que se quiere con el tranvía es mejorar la imagen del Centro Histórico, se puede lograr a mejores costos con un innovador servicio de autobuses para el Centro, que en algunos casos vaya confinado por calles exclusivas para el transporte público.
No me gusta que proyectos de movilidad sustentable compitan entre sí. Es decir, el hecho de que Transportes Eléctricos lance una licitación de tranvía y que haya otras propuestas muy sólidas para autobuses en la zona central, eventualmente compitiendo por la misma demanda me preocupa. Preferiría ver proyectos complementándose.
Ahora bien ¿cómo podemos ponernos de acuerdo en temas como este donde cualquier propuesta es mejor al desorden que tenemos? Bien, las metodologías de evaluación Costo - Beneficio son muy útiles. Tendríamos que comparar objetivando los elementos subjetivos, como la estética del tranvía: démosle un valor a lo que nos puede aportar el tranvía en imagen de ciudad y comparemos todos los costos y los beneficios de ambos proyectos. Decidamos luego. De hecho eso es lo que debió hacerse antes de emitir la convocatoria, pero ésta sale de una entidad de transportes eléctricos y no del gobierno de la ciudad, lo que nos dice que fue un criterio de impulsar el transporte eléctrico (cuya eficiencia energética eventualmente sí es mejor que la de un motor diesel) y quizá habría sido mejor una convocatoria desde el gobierno central o una convocatoria para atención de la ruta y no para un tranvía en específico, pues incluso la forma de la convocatoria deja fuera a una alternativa al tranvía y al autobús: sistemas como el Traslohr, del que ya también he hablado en este blog, que es un tranvía con neumáticos pero una guía central, lo cual disminuye los impactos de la obra.
En síntesis. Creo que el proyecto que se está licitando tiene muchas debilidades. Si la licitación se asigna, adelante, pero de lo contrario, si queda desierta, ojalá que se instrumente algún servicio de metrobús de menor impacto en un corredor similar, que permita rescatar algunas calles hoy muy afectadas por el ambulantaje.
lunes, 18 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario