En el boletín de Ciudadanos en Red, Mario Campos comenta sobre el alcoholímetro y el Twitter, que castellanizando llamaré aquí Tuiter con una serie de palabras derivadas. El artículo de Mario Campos está disponible en http://ciudadanosenred.com.mx/node/18707 y en él explica los potenciales de las redes sociales, a partir de las desafortunadas declaraciones de un diputado local pretendiendo regular las redes sociales y un funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública en relación con el alcoholímetro y quienes alertan de la ubicación de puntos de revisión a través del Tuiter. La conclusión de Mario Campos respecto al alcoholímetro es un tema de ética y no de legalidad.
Hace unas horas escribí en el Tuiter que estaba decidiendo qué escribir en mi blog y pregunté si alguien tenía una sugerencia. Recibí 3 sugerencias que transmito:
@nuria_sm Transporte de Metepec al DF
@sofiaherfter36 Topes, boyas y baches, y daño a los vehículos
@rrobledot Cómo limpiar el Lago y la delegación Xochimilco
De las 3 comento brevemente a reserva de profundizar en las próximas semanas:
1. Transporte de Metepec al DF. Sistema 4 del Suburbano. Tendría que construirse, ya lo he dicho aquí, sobre el derecho de vía de México a Toluca y con algunos ramales, uno de los cuales atendiera Santa Fe y San Jerónimo. Hoy no está proyectado, sólo mencionado.
2. Topes, boyas y baches. Necesitamos alcanzar velocidades objetivo y no acelerones y frenadas, como estamos hoy. Si la velocidad objetivo es 60 kms. o 30 kms. la señalización, los reductores de velocidad (que no topes) así como la información al respecto, nos deben llevar a velocidades determinadas y no estaría mal sancionar más las velocidades en calles secundarias que en las avenidas, pues es mayor riesgo donde hay tráfico local que en las vías rápidas, sobre todo para el peatón.
3. Cómo limpiar Xochimilco. La respuesta es participativa y necesitamos en todos los sitios hacer que la gente sea limpia. Hoy hay una gran capa de población que no lo es: por eso vemos botellas en los cuerpos de agua de Xochimilco, basura en las barrancas, en las calles, en todos los sitios.
He comentado brevemente estos puntos para ejemplificar el potencial de las redes sociales: de pronto no soy un escritor que redacta en silencio y sin oír a nadie. Tal vez este sea un ejercicio aislado, pero en el Tuiter ya me identifican muchos como alguien que se sube al transporte y va narrando, en bloques de 140 caracteres, qué camión se toma, qué ambulantes se suben, cómo va el vehículo, dónde transborda con el metro, etc. Trato de llevar una realidad que a algunos parece peligrosa con mi blackberry en sitios tales como el metro que va bajo Tepito, las afueras del metro Mixiuhca, la Condesa, el Centro, el tren Suburbano, etc.
Esta semana un chico tuiteó desesperado que a su hermano lo acababan de bajar de su Mazda 3 2010 y que necesitaba un abogado. De pronto todos empezamos a "retuitear" el mensaje con el número de placas del Mazda, con error en un primer momento y después con la corrección. Durante la noche el Mazda apareció. Él dijo que con la cooperación de la policía y del Tuiter. Cuando a mí me robaron la camioneta, la policía no ayudó un carajo. El tuiter me habría servido más.
Y ciertamente, cuando me robaron la camioneta, la agente del ministerio público que atendió la ratificación de la denuncia, a penas una semana después, me dijo que archivarían mi expediente a fin de mes. Es decir, estuvo activo 13 días en los que no investigaron absolutamente nada. Sería ridículo que me citaran a comparecer, o que me detuvieran, por tuitear la ubicación de un alcoholímetro.
Con respecto al tema del alcoholímetro, mi querido amigo @AbelVicencio nos invitó el viernes pasado a bromear sobre el alcoholímetro. Con el uso de un "hashtag", es decir el numeral #, las palabras o frases son más fácil de localizar. Así comenzamos todos a bromear #alcoholimetro y a inventarnos ubicaciones o paradojas. @ijuanino puso por ejemplo este:
No estoy de acuerdo en lo que publicas #alcoholimetro pero defendere tu derecho de hacerlo, o como era XD
@darthcrowley puso: Se acaban de llevar a Don Julio al torito porque no hizo caso a los avisos del #alcoholimetro avisenle a Victoria. @LordGiraldus: ABSOLUTamente...nó a decir donde está el #alcoholimetro. @Ggalarzamx: La esquina de la Ave. Gay Lussac y Ave. Baco, Colonia Saltapatrás, hay un #alcoholímetro incorruptible. Neta eh?.
Estos comentarios banales van de la mano de muchos comentarios serios. En el caso del alcoholímetro mandaron dos señales: una que no todos están contentos con que se difundan las ubicaciones de los alcoholímetros, y la otra que es más importante, los conductores ya no beben alcohol con tanta soltura como antes, hay una fuerza muy grande que llama a no manejar con alcohol en las venas.
Unas horas antes yo mismo había "cantado" la ubicación de un punto de revisión en Santa Fe. En diciembre también comenté de la ubicación de otro muy cerca de mi casa. Nadie quiere caer en el alcoholímetro, y quien tiene la paciencia de buscar seguro no está borracho, pero podría estar en la raya. La Secretaría de Seguridad Pública querrá amenazar a los tuiteros, pero que no olvide que el "torito" está hecho un asco, que cambian a los detenidos de celda cada hora, que los humillan, que la pasan mal. Lo que queremos es que no tomen de más, mas no que pasen las 36 peores horas de su vida.
Como la "autoridad" no entiende qué es el Tuiter y aún mucha gente no entiende qué hacen allí periodistas como @rivapa @AdelaMicha @Jairocalixto @LeonKrauze @Julioastillero @Alexcastillob @Marthadebayle entre cada vez más, es muy fácil condenar en vez de buscar la manera de transmitir mensajes y hacer sociedad. Como bien dijo @mariocampos la discusión sobre el tema es ética y no legal. Vaya paradoja sería que mientras la PGJDF no investigó el robo de mi vehículo, yo termine siendo investigado por expresar algo que, si bien es polémico, corresponde al ámbito de mis derechos fundamentales.
El robo del auto que mencioné no es el único que ha sido avisado. Hay quienes han tuiteado otros, y quienes han pedido ayuda en caso de descompostura o choque, quienes empezamos a conocernos. Ya partí la rosca con algunos tuiteros y me encontré gente con muchas afinidades. No sólo estoy pegado a la pantalla, juego en dos planos. El mundo real y el virtual.
Cada que un legislador inepto quiera legislar sobre las redes sociales se encontrará con que estas lo superan. #twitterasasesinas se convirtió paso a paso en un gran concurso de cuento para tuiteras. Las autoras se imaginaron matando a algún tuitero, Cryiztal fue una de las más festejadas por "asesinar" al poco carismático (claro, desde mi trinchera) @fernandeznorona. Eso no significa que el diputado Fernández Noroña morirá asesinado o que hay una amenaza en su contra. Por eso muchas veces decimos en Tuiter: "What happens in Twitter stays in Twitter", es decir, lo que pasa en el tuiter se queda en el tuiter, como aquella frase que nos posiciona en Las Vegas.
El potencial de las redes sociales es grande ¿prefiere la autoridad regularlas o combatirlas? adelante, ya causarán miles de burlas allí dentro y se sentirán frustrados cuando no lo logren, o presentarán en sus irrisorios informes anuales las acciones emprendidas pero nunca los logros alcanzados. Como siempre.
@megablogolis #LleveloLlevelo
lunes, 25 de enero de 2010
lunes, 18 de enero de 2010
El tranvía que se cae
En varias ocasiones me he referido en este blog al tranvía. Yo estoy convencido de que puede ser un proyecto viable para la ciudad si se conforma una red. Lo que sí me pregunto es si el momento para conformarla es la segunda parte de un sexenio y sobre todo partiendo del hecho de que lo que se está licitando es una sola línea sin que se conozca un probable mapa de red.
En la semana pudimos, además, leer de un supuesto costo de 17 mil millones de pesos por el tranvía, cifra queme parece imposible pues el costo debe ser inferior a 20 millones de dólares por kilómetro y estamos hablando de unos 10-11 kilómetros, o sea menos de 2500 millones de pesos (más probablemente entre 1500 y 2000). La causa de esta cifra estratosférica debe ser la suma a Valor Presente Neto de todos los costos en 25 años, lo cual debería implicar exhibir la suma de todos los beneficios en 25 años, y por lo tanto que se demostrara la viabilidad del proyecto. El Secretario de Finanzas Mario Delgado no supo aclarar el verdadero costo del proyecto y terminó enredado en los 17 mil millones.
Hay quien duda de muchos elementos del proyecto: la ausencia de una red, los costos de instalación, los de operación, se ha hablado de una tarifa de $5.00 que supone un costo de operación por pasajero inferior a esa cantidad, los tiempos de construcción, si hay o no confinamiento del carril del tranvía, etc.
Hay quienes dicen que se puede desarrollar un servicio céntrico muy estético que permita dar servicio turístico, rescatar áreas del centro y ofrecer soluciones de movilidad, con vehículos con diseños modernos y hasta con autobuses eléctricos. Es decir, si lo que se quiere con el tranvía es mejorar la imagen del Centro Histórico, se puede lograr a mejores costos con un innovador servicio de autobuses para el Centro, que en algunos casos vaya confinado por calles exclusivas para el transporte público.
No me gusta que proyectos de movilidad sustentable compitan entre sí. Es decir, el hecho de que Transportes Eléctricos lance una licitación de tranvía y que haya otras propuestas muy sólidas para autobuses en la zona central, eventualmente compitiendo por la misma demanda me preocupa. Preferiría ver proyectos complementándose.
Ahora bien ¿cómo podemos ponernos de acuerdo en temas como este donde cualquier propuesta es mejor al desorden que tenemos? Bien, las metodologías de evaluación Costo - Beneficio son muy útiles. Tendríamos que comparar objetivando los elementos subjetivos, como la estética del tranvía: démosle un valor a lo que nos puede aportar el tranvía en imagen de ciudad y comparemos todos los costos y los beneficios de ambos proyectos. Decidamos luego. De hecho eso es lo que debió hacerse antes de emitir la convocatoria, pero ésta sale de una entidad de transportes eléctricos y no del gobierno de la ciudad, lo que nos dice que fue un criterio de impulsar el transporte eléctrico (cuya eficiencia energética eventualmente sí es mejor que la de un motor diesel) y quizá habría sido mejor una convocatoria desde el gobierno central o una convocatoria para atención de la ruta y no para un tranvía en específico, pues incluso la forma de la convocatoria deja fuera a una alternativa al tranvía y al autobús: sistemas como el Traslohr, del que ya también he hablado en este blog, que es un tranvía con neumáticos pero una guía central, lo cual disminuye los impactos de la obra.
En síntesis. Creo que el proyecto que se está licitando tiene muchas debilidades. Si la licitación se asigna, adelante, pero de lo contrario, si queda desierta, ojalá que se instrumente algún servicio de metrobús de menor impacto en un corredor similar, que permita rescatar algunas calles hoy muy afectadas por el ambulantaje.
En la semana pudimos, además, leer de un supuesto costo de 17 mil millones de pesos por el tranvía, cifra queme parece imposible pues el costo debe ser inferior a 20 millones de dólares por kilómetro y estamos hablando de unos 10-11 kilómetros, o sea menos de 2500 millones de pesos (más probablemente entre 1500 y 2000). La causa de esta cifra estratosférica debe ser la suma a Valor Presente Neto de todos los costos en 25 años, lo cual debería implicar exhibir la suma de todos los beneficios en 25 años, y por lo tanto que se demostrara la viabilidad del proyecto. El Secretario de Finanzas Mario Delgado no supo aclarar el verdadero costo del proyecto y terminó enredado en los 17 mil millones.
Hay quien duda de muchos elementos del proyecto: la ausencia de una red, los costos de instalación, los de operación, se ha hablado de una tarifa de $5.00 que supone un costo de operación por pasajero inferior a esa cantidad, los tiempos de construcción, si hay o no confinamiento del carril del tranvía, etc.
Hay quienes dicen que se puede desarrollar un servicio céntrico muy estético que permita dar servicio turístico, rescatar áreas del centro y ofrecer soluciones de movilidad, con vehículos con diseños modernos y hasta con autobuses eléctricos. Es decir, si lo que se quiere con el tranvía es mejorar la imagen del Centro Histórico, se puede lograr a mejores costos con un innovador servicio de autobuses para el Centro, que en algunos casos vaya confinado por calles exclusivas para el transporte público.
No me gusta que proyectos de movilidad sustentable compitan entre sí. Es decir, el hecho de que Transportes Eléctricos lance una licitación de tranvía y que haya otras propuestas muy sólidas para autobuses en la zona central, eventualmente compitiendo por la misma demanda me preocupa. Preferiría ver proyectos complementándose.
Ahora bien ¿cómo podemos ponernos de acuerdo en temas como este donde cualquier propuesta es mejor al desorden que tenemos? Bien, las metodologías de evaluación Costo - Beneficio son muy útiles. Tendríamos que comparar objetivando los elementos subjetivos, como la estética del tranvía: démosle un valor a lo que nos puede aportar el tranvía en imagen de ciudad y comparemos todos los costos y los beneficios de ambos proyectos. Decidamos luego. De hecho eso es lo que debió hacerse antes de emitir la convocatoria, pero ésta sale de una entidad de transportes eléctricos y no del gobierno de la ciudad, lo que nos dice que fue un criterio de impulsar el transporte eléctrico (cuya eficiencia energética eventualmente sí es mejor que la de un motor diesel) y quizá habría sido mejor una convocatoria desde el gobierno central o una convocatoria para atención de la ruta y no para un tranvía en específico, pues incluso la forma de la convocatoria deja fuera a una alternativa al tranvía y al autobús: sistemas como el Traslohr, del que ya también he hablado en este blog, que es un tranvía con neumáticos pero una guía central, lo cual disminuye los impactos de la obra.
En síntesis. Creo que el proyecto que se está licitando tiene muchas debilidades. Si la licitación se asigna, adelante, pero de lo contrario, si queda desierta, ojalá que se instrumente algún servicio de metrobús de menor impacto en un corredor similar, que permita rescatar algunas calles hoy muy afectadas por el ambulantaje.
lunes, 11 de enero de 2010
Camiones regionales
Cuando era niño, por las mañanas me recogía el camión de la escuela, ya en la secundaria y en adelante, siempre excusaba un retraso a que no pasaba el camión o decía que estaba en la parada del camión. En varias ocasiones, hablando con extranjeros de habla hispana, me he referido al camión como sinónimo de transporte urbano de pasajeros y al autobús para el transporte foráneo; en más de una ocasión he sido enmendado con la palabra autobús de manera universal para los pasajeros (camión sólo para la carga). Camión es una de las palabras de uso mexicano de las que me enorgullezco y suelo recalcar fuera de mi país: así se dice de manera amplia, y convencido (sin conocer, claro, las discusiones de los lingüístas sobre los usos locales de las palabras) de que como camión, hay otras palabras y frases que si así son usadas de manera amplia en nuestro país, así las seguiré usando. El lenguaje es vivo y se alimenta del uso y no éste del diccionario. Huelga decir que palabras como llegastes, viajastes, entre otras, siendo formalmente incorrectas, tienen un uso tan amplio en México, aún entre profesionistas, que habría que considerarlo como el equivalente nacional a las conjugaciones usadas en Argentina, Costa Rica y algunos países del Cono Sur, como tenés, venís, servís, hablás. Pero este blog no es de lingüística -disciplina de la que no sé nada-, sino de temas urbanos, pero como hoy hablaré de las necesidades regionales del transporte quise de paso mencionar este tema.
La Encuesta Origen Destino 2007 destaca como los viajes de mayor importancia aquellos que se realizan dentro de un mismo municipio o una misma delegación, así como entre municipios o delegaciones colindantes. Las “líneas de deseo”, es decir, la concentración de los pares origen – destino, se hacen más anchas en viajes cortos que en viajes largos. El distrito definido como AMC – III que incluye Zumpango y municipios adyacentes, cuenta con casi 200 mil viajes internos. Le sigue Texcoco con 180 mil y Villa de las Flores con 104 mil. A nivel central los distritos se vuelven más pequeños y eso podría hacerlos ver como de menor importancia, pero el distrito de Buenavista tiene 74 mil viajes internos, el de Chapultepec 43 mil viajes. En cuanto a la duración, buena parte de los viajes, 9.6 millones de 21.9 millones, se realiza en menos de media hora, lo que en general indica la cercanía de esos viajes.
Lo que quiero destacar con estas cifras es que los viajes regionales tienen mucha importancia y que por eso es necesario darles una solución al igual que a los viajes interregiones de la Zona Metropolitana. Ya hace unas semanas hablé de una visión de largo plazo en la que se incluyeran los suburbanos también para el Distrito Federal y no sólo para el Estado de México, pues se necesitan viajes más rápidos para grandes distancias.
No todas las rutas de transporte tienen que medir más de 20 kilómetros, sino que pueden hacerse rutas muy eficientes y efectivas (con respecto al objetivo de transportar a los usuarios en breve tiempo y con un servicio de calidad) mucho más cortas. A esto le podemos llamar “camiones regionales”. No necesariamente tienen que ser dentro de una delegación o municipio ni quedarse sólo en el Estado de México o el Distrito Federal, pero el objetivo fundamental es dar una solución a una demanda específica de transporte e incluso dar un servicio tan bueno que permita a usuarios dell automóvil dejar su vehículo y tomar este servicio.
Podemos pensar en transportes para el Centro Histórico, para Polanco, Coapa, La Villa, etc. en el Distrito Federal, para Tecamachalco, Neza, Ecatepec, Lomas Verdes, etc. en el Estado de México, o algo por Av. Texcoco y vialidades adyacentes que atienda tanto Iztapalapa como Nezahualcóyotl. Son simples ejemplos, el punto es que pueden desarrollarse autobuses muy integrados con estaciones del metro, metrobús, suburbanos, centros delegacionales o municipales, estacionamientos remotos, universidades, etc. En las zonas más conflictivas, o de ser posible en todo su recorrido, estos vehículos tendrían carril confinado, y cuando no fuera posible, estaciones de bajo impacto, prepago si esto es posible, acceso a nivel plataforma o a nivel de calle según las posibilidades y autobuses flexibles que permitan el acceso a nivel plataforma o a nivel calle igualmente, del lado derecho, izquierdo o ambos, según el proyecto.
No estoy pensando en camiones articulados, sino bastaría en la mayoría de los casos con vehículos monobloque a no ser que hubierta suficiente demanda para algo mucho mayor.
Se tendrán buenos resultados cuando se empiece a implementar el primer servicio y esto deberá disparar los demás. Ojalá y pronto tengamos el primer ejemplo. Hay propuestas para Polanco, o para el Centro Histórico en vez del tranvía. Lo importante es que no sólo tengamos grandes líneas de metrobús, sino que mejoren todos nuestro servicio de transporte de superficie.
La Encuesta Origen Destino 2007 destaca como los viajes de mayor importancia aquellos que se realizan dentro de un mismo municipio o una misma delegación, así como entre municipios o delegaciones colindantes. Las “líneas de deseo”, es decir, la concentración de los pares origen – destino, se hacen más anchas en viajes cortos que en viajes largos. El distrito definido como AMC – III que incluye Zumpango y municipios adyacentes, cuenta con casi 200 mil viajes internos. Le sigue Texcoco con 180 mil y Villa de las Flores con 104 mil. A nivel central los distritos se vuelven más pequeños y eso podría hacerlos ver como de menor importancia, pero el distrito de Buenavista tiene 74 mil viajes internos, el de Chapultepec 43 mil viajes. En cuanto a la duración, buena parte de los viajes, 9.6 millones de 21.9 millones, se realiza en menos de media hora, lo que en general indica la cercanía de esos viajes.
Lo que quiero destacar con estas cifras es que los viajes regionales tienen mucha importancia y que por eso es necesario darles una solución al igual que a los viajes interregiones de la Zona Metropolitana. Ya hace unas semanas hablé de una visión de largo plazo en la que se incluyeran los suburbanos también para el Distrito Federal y no sólo para el Estado de México, pues se necesitan viajes más rápidos para grandes distancias.
No todas las rutas de transporte tienen que medir más de 20 kilómetros, sino que pueden hacerse rutas muy eficientes y efectivas (con respecto al objetivo de transportar a los usuarios en breve tiempo y con un servicio de calidad) mucho más cortas. A esto le podemos llamar “camiones regionales”. No necesariamente tienen que ser dentro de una delegación o municipio ni quedarse sólo en el Estado de México o el Distrito Federal, pero el objetivo fundamental es dar una solución a una demanda específica de transporte e incluso dar un servicio tan bueno que permita a usuarios dell automóvil dejar su vehículo y tomar este servicio.
Podemos pensar en transportes para el Centro Histórico, para Polanco, Coapa, La Villa, etc. en el Distrito Federal, para Tecamachalco, Neza, Ecatepec, Lomas Verdes, etc. en el Estado de México, o algo por Av. Texcoco y vialidades adyacentes que atienda tanto Iztapalapa como Nezahualcóyotl. Son simples ejemplos, el punto es que pueden desarrollarse autobuses muy integrados con estaciones del metro, metrobús, suburbanos, centros delegacionales o municipales, estacionamientos remotos, universidades, etc. En las zonas más conflictivas, o de ser posible en todo su recorrido, estos vehículos tendrían carril confinado, y cuando no fuera posible, estaciones de bajo impacto, prepago si esto es posible, acceso a nivel plataforma o a nivel de calle según las posibilidades y autobuses flexibles que permitan el acceso a nivel plataforma o a nivel calle igualmente, del lado derecho, izquierdo o ambos, según el proyecto.
No estoy pensando en camiones articulados, sino bastaría en la mayoría de los casos con vehículos monobloque a no ser que hubierta suficiente demanda para algo mucho mayor.
Se tendrán buenos resultados cuando se empiece a implementar el primer servicio y esto deberá disparar los demás. Ojalá y pronto tengamos el primer ejemplo. Hay propuestas para Polanco, o para el Centro Histórico en vez del tranvía. Lo importante es que no sólo tengamos grandes líneas de metrobús, sino que mejoren todos nuestro servicio de transporte de superficie.
lunes, 4 de enero de 2010
La cultura turística
El turismo en México, con excepción de ciertos puertos turísticos, no está diseñado para la derrama económica. Es una actividad importante en el PIB Nacional, con el 8.4%, según INEGI, pero esta cifra se encuentra 2 puntos abajo del 10.6% que representa a nivel mundial. Es decir, el papel del turismo en México está por debajo del promedio mundial (seguramente calculado con distinta metodología), y nos creemos potencia turística.
No voy a hablar de la promoción de la ciudad que hace el Gobierno, voy a hablar un tanto de qué tenemos para los turistas y por qué estamos estancados, tanto a nivel ciudad como a nivel país.
Pasé mis vacaciones de fin de año en Oaxaca. Un estado con grandes riquezas: conventos y templos coloniales, principalmente dominicos, esplendorosos, mágicos; playas, vírgenes muchas de ellas, con arena blanca como la del caribe, con cambios de color en las aguas del mar, manglares, lagunas, paisaje; el Istmo es un rincón cultural muy distinto del resto del país que casi nadie conoce y que no se ha ofrecido al turismo nacional, mucho menos al extranjero. Oaxaca es un estado pobre, incluso saqueado año con año por sus gobernantes. José Murat y Ulises Ruíz los últimos pillos, pero no los únicos. A diferencia de otras ciudades que han construido grandes obras en los últimos años con los fondos federales, en Oaxaca no se nota la infraestructura pese a que recursos los hubo. Las montañas de Oaxaca son espectaculares, hay bosque, hay selva, hay sistemas áridos, hay humedales. En el caso de Oaxaca toda la oferta hotelera se concentra en el Centro Histórico y recién está creciendo hacia San Felipe del Agua. No hay dónde estacionarse. En la principal avenida, Héroes de Chapultepec, por tratar de hacer un sistema de vueltas inglesas, construyeron "nudos mixtecos" como les llama la gente.
Menciono el caso de Oaxaca porque a partir de allí ejemplificaré lo que creo debe hacerse allá y en la Ciudad de México: volcar a la población hacia el turismo y hacer que la derrama económica se multiplique.
Bien, en el caso de la Ciudad de Oaxaca habría que mejorar el transporte central, crear algunos estacionamientos en las afueras del centro, y ampliar la oferta hotelera fuera del centro pero no lejos, además de hacer lo propio en los pueblos cercanos y conurbados. Oaxaca estaba muy lleno este fin de año no sólo por las fechas, sino porque su oferta hotelera es limitada. Pero no sólo hay que llenar de hoteles Oaxaca, hay que ir a los pueblos de los Valles Centrales en los que también existan lugares para visitar, y para eso hay que mejorar los caminos y dotarlos de infraestructura turística. Pero todo esto no es nada si la gente no sabe qué hacer con el turista, lo cual es un problema frecuente. Lo que quiero decir es que en vez de que visitar Oaxaca sea algo de 2 ó 3 días, el turismo pase más días, gaste más y hable más de Oaxaca. Que lleguen y un día visiten el centro culturalmente, otro comercialmente, otro día para los típicos recorridos de Mitla, Montealbán, el Árbol del Tule, las mezcaleras; otro día en una ruta turística cercana, otro día en otra ruta turística, otro día en otra; que puedan ir a la playa a las 7 de la mañana, llegar en 2 horas, y volver hacia la noche, etc.
Cuando visité Escocia así hice: permanecí 5 días en Edimburgo, de los cuales 3 fueron tours hacia castillos, lagos, ciudades y paisajes cercanos. Esto, en general, no ocurre en Oaxaca, quizás sí en la Riviera Maya. Ahora descubrí que a la modalidad que ya conocíamos de vender cosas en los topes de cada pueblo o poner cordones para disminuir la velocidad y pedir limosna se está sumando el grotesco paisaje de los chupacabras, nalgas de globo y máscara (de Salinas de Gortari o algún otro personaje de horror) para pedir dádivas a los conductores que atraviesan los pueblos. En la carretera transístmica hay tramos en los que esto puede verse cada pueblo. ¿Y si mejor aprendieran a vender cosas a los vehículos en tránsito en locales establecidos y bien señalizados?
¿Por qué el turista tiene que ir a baños asquerosos y lavarse las manos con jabón "Roma"? ¿Por qué tiene que hacer virajes intempestivos cuando encuentra una gasolinera, una cafetería o un restaurante? ¿Por qué tiene que pasar pares de topes en cada pueblo? ¿Por qué tiene que bajar la velocidad para atender al ambulantaje, los limosneros y ahora los neojuglares? Sólo hay una respuesta: porque nadie ha enseñado a la gente que en sus pueblos deben ofrecer al turista lo que éste busca, no la miseria que ellos viven.
Este blog es sobre la Ciudad de México y mi planteamiento es el mismo: no basta con la oferta turística central. La gente va a Xochimilco, se sube a las trajineras, tal vez visite los museos de Dolores Olmedo o de Diego Rivera, y vuelve a su hotel en el Centro Histórico o en Reforma. ¿Y si se quedaran en Xochimilco tres días y ampliáramos la inmersión hacia los pueblos cercanos de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta? ¿Y si Milpa Alta desarrollara proyectos ecoturísticos colindantes con el bosque? ¿Y si todas las delegaciones pusieran orden en sus pueblos y los volcaran hacia el turismo sin afectar las tradiciones locales? ¿Y si en las fiestas de cada pueblo hubiera visitantes internacionales? Que el día de San Salvador hubiera recorridos hacia San Salvador Cuauhtenco y la gente tuviera algo que ofrecer a los turistas.
Más allá de ayudar a generar oferta hotelera y restaurantera, mejorar caminos y servicios, señalización y mapas, involucrar a agencias de viajes y operadores turísticos, lo que planteo para Oaxaca o para el DF necesita algo más: incorporar a la curricula escolar temas turísticos, sea como materia propia o dentro de otras materias. Para que esto funcione necesitamos que toda la población vea lo que quienes hemos viajado vemos: una mina de oro en la cultura y los paisajes de este país.
Según INEGI, del 8.4% que representa el Turismo en la economía nacional, 32.4% es representado por el transporte, 31% alojamiento y restaurantes, 11.6% el comercio y el 25% restante la recreación y las artesanías ... hay destinos turísticos en el mundo en los que el transporte, la comida y el alojamiento son lo menos relevante. ¿Los tenemos nosotros?
Hay que trazar rutas turísticas, enseñar a los locales a darle el merecido potencial y ver cómo la derrama económica se incrementa en ellas. Hay mucho que explotar. Estoy seguro que habría turistas interesados en visitar y fotografiar sitios tan increíbles como la Central de Abastos ¿Alguien pensaría hoy en una oferta turística para la Central de Abastos? Sería una locura, les robarían las cámaras, los asaltarían, pero con una cultura turística más fuerte visitarían San Juanico Nextipac durante la fiesta de Santiago Apóstol y luego se irían a la Central de Abastos, al Cerro de la Estrella y a los Barrios de Iztapalapa. ¿Es esto una locura? Si lo es, no le echemos la culpa al gobierno, somos nosotros los que no funcionamos.
No voy a hablar de la promoción de la ciudad que hace el Gobierno, voy a hablar un tanto de qué tenemos para los turistas y por qué estamos estancados, tanto a nivel ciudad como a nivel país.
Pasé mis vacaciones de fin de año en Oaxaca. Un estado con grandes riquezas: conventos y templos coloniales, principalmente dominicos, esplendorosos, mágicos; playas, vírgenes muchas de ellas, con arena blanca como la del caribe, con cambios de color en las aguas del mar, manglares, lagunas, paisaje; el Istmo es un rincón cultural muy distinto del resto del país que casi nadie conoce y que no se ha ofrecido al turismo nacional, mucho menos al extranjero. Oaxaca es un estado pobre, incluso saqueado año con año por sus gobernantes. José Murat y Ulises Ruíz los últimos pillos, pero no los únicos. A diferencia de otras ciudades que han construido grandes obras en los últimos años con los fondos federales, en Oaxaca no se nota la infraestructura pese a que recursos los hubo. Las montañas de Oaxaca son espectaculares, hay bosque, hay selva, hay sistemas áridos, hay humedales. En el caso de Oaxaca toda la oferta hotelera se concentra en el Centro Histórico y recién está creciendo hacia San Felipe del Agua. No hay dónde estacionarse. En la principal avenida, Héroes de Chapultepec, por tratar de hacer un sistema de vueltas inglesas, construyeron "nudos mixtecos" como les llama la gente.
Menciono el caso de Oaxaca porque a partir de allí ejemplificaré lo que creo debe hacerse allá y en la Ciudad de México: volcar a la población hacia el turismo y hacer que la derrama económica se multiplique.
Bien, en el caso de la Ciudad de Oaxaca habría que mejorar el transporte central, crear algunos estacionamientos en las afueras del centro, y ampliar la oferta hotelera fuera del centro pero no lejos, además de hacer lo propio en los pueblos cercanos y conurbados. Oaxaca estaba muy lleno este fin de año no sólo por las fechas, sino porque su oferta hotelera es limitada. Pero no sólo hay que llenar de hoteles Oaxaca, hay que ir a los pueblos de los Valles Centrales en los que también existan lugares para visitar, y para eso hay que mejorar los caminos y dotarlos de infraestructura turística. Pero todo esto no es nada si la gente no sabe qué hacer con el turista, lo cual es un problema frecuente. Lo que quiero decir es que en vez de que visitar Oaxaca sea algo de 2 ó 3 días, el turismo pase más días, gaste más y hable más de Oaxaca. Que lleguen y un día visiten el centro culturalmente, otro comercialmente, otro día para los típicos recorridos de Mitla, Montealbán, el Árbol del Tule, las mezcaleras; otro día en una ruta turística cercana, otro día en otra ruta turística, otro día en otra; que puedan ir a la playa a las 7 de la mañana, llegar en 2 horas, y volver hacia la noche, etc.
Cuando visité Escocia así hice: permanecí 5 días en Edimburgo, de los cuales 3 fueron tours hacia castillos, lagos, ciudades y paisajes cercanos. Esto, en general, no ocurre en Oaxaca, quizás sí en la Riviera Maya. Ahora descubrí que a la modalidad que ya conocíamos de vender cosas en los topes de cada pueblo o poner cordones para disminuir la velocidad y pedir limosna se está sumando el grotesco paisaje de los chupacabras, nalgas de globo y máscara (de Salinas de Gortari o algún otro personaje de horror) para pedir dádivas a los conductores que atraviesan los pueblos. En la carretera transístmica hay tramos en los que esto puede verse cada pueblo. ¿Y si mejor aprendieran a vender cosas a los vehículos en tránsito en locales establecidos y bien señalizados?
¿Por qué el turista tiene que ir a baños asquerosos y lavarse las manos con jabón "Roma"? ¿Por qué tiene que hacer virajes intempestivos cuando encuentra una gasolinera, una cafetería o un restaurante? ¿Por qué tiene que pasar pares de topes en cada pueblo? ¿Por qué tiene que bajar la velocidad para atender al ambulantaje, los limosneros y ahora los neojuglares? Sólo hay una respuesta: porque nadie ha enseñado a la gente que en sus pueblos deben ofrecer al turista lo que éste busca, no la miseria que ellos viven.
Este blog es sobre la Ciudad de México y mi planteamiento es el mismo: no basta con la oferta turística central. La gente va a Xochimilco, se sube a las trajineras, tal vez visite los museos de Dolores Olmedo o de Diego Rivera, y vuelve a su hotel en el Centro Histórico o en Reforma. ¿Y si se quedaran en Xochimilco tres días y ampliáramos la inmersión hacia los pueblos cercanos de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta? ¿Y si Milpa Alta desarrollara proyectos ecoturísticos colindantes con el bosque? ¿Y si todas las delegaciones pusieran orden en sus pueblos y los volcaran hacia el turismo sin afectar las tradiciones locales? ¿Y si en las fiestas de cada pueblo hubiera visitantes internacionales? Que el día de San Salvador hubiera recorridos hacia San Salvador Cuauhtenco y la gente tuviera algo que ofrecer a los turistas.
Más allá de ayudar a generar oferta hotelera y restaurantera, mejorar caminos y servicios, señalización y mapas, involucrar a agencias de viajes y operadores turísticos, lo que planteo para Oaxaca o para el DF necesita algo más: incorporar a la curricula escolar temas turísticos, sea como materia propia o dentro de otras materias. Para que esto funcione necesitamos que toda la población vea lo que quienes hemos viajado vemos: una mina de oro en la cultura y los paisajes de este país.
Según INEGI, del 8.4% que representa el Turismo en la economía nacional, 32.4% es representado por el transporte, 31% alojamiento y restaurantes, 11.6% el comercio y el 25% restante la recreación y las artesanías ... hay destinos turísticos en el mundo en los que el transporte, la comida y el alojamiento son lo menos relevante. ¿Los tenemos nosotros?
Hay que trazar rutas turísticas, enseñar a los locales a darle el merecido potencial y ver cómo la derrama económica se incrementa en ellas. Hay mucho que explotar. Estoy seguro que habría turistas interesados en visitar y fotografiar sitios tan increíbles como la Central de Abastos ¿Alguien pensaría hoy en una oferta turística para la Central de Abastos? Sería una locura, les robarían las cámaras, los asaltarían, pero con una cultura turística más fuerte visitarían San Juanico Nextipac durante la fiesta de Santiago Apóstol y luego se irían a la Central de Abastos, al Cerro de la Estrella y a los Barrios de Iztapalapa. ¿Es esto una locura? Si lo es, no le echemos la culpa al gobierno, somos nosotros los que no funcionamos.
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