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lunes, 21 de septiembre de 2009

La burocracia y los taxímetros

Para cualquiera de nosotros acudir a una oficina de licencias y control vehicular, a una oficina de la tesorería o a una agencia del ministerio público es una pesadilla que nadie quisiera enfrentar. En las últimas semanas, como consecuencia del "pequeño incidente" que narré en este blog, he tenido que visitar las tres.
Hasta donde escribí hace un mes, fue la primera visita al MInisterio Público. Para la ratificación me presenté de nuevo con quien me indicaron. Si estaba de buen humor o no, no se lo noté, yo puse mi mejor disposición y al revisar mis documentos la agente me dijo que mi Carta Factura era muy vieja y que debía pedirle a la concesionaria donde compré el vehículo que me expidiera una nueva. Vi el reloj y tomé una decisión rápida, ir a Tlalnepantla por el documento. Tomé el Metrobús hasta Buenavista y luego el tren suburbano hasta Tlane, caminé por los largos y resbalosos pasillos (algunas de las estaciones del metro más nuevas, así como todas las del tren suburbano, tienen el defecto de que por poner un piso para mucho tráfico éste es sumamente resbaloso para quienes no llevan zapato de goma) hasta el "sitio" de taxis que está en el exterior. Para un trayecto sumamente corto (entre dos y tres kilómetros) pagué algo así como 50 pesos, con base en una tarifa que el chofer jamás encontró en una lista enmicada. De regreso, ya con el documento en mano, el taxi se abarató a 40 pesos pero no hubo taxímetro. En la agencia del ministerio público pude ratificar mi denuncia una vez que la agente concluyó una importante y alegre plática de 15 minutos con sus compañeros de trabajo; el proceso fue muy rápido gracias a las mejoras en el sistema, debo reconocerlo. Una vez que firmé el documento y recibí mi copia simple pregunté si podía obtener una copia certificada. Me dijo que sí, pero que debía pagar las copias en la tesorería, sacar yo mismo las fotocopias y presentarme antes del 31 de agosto ¡porque iban a archivar el expediente! (me siento inocente al poner los signos de admiración, como si no tuviera claro que los robos no se investigan en esta ciudad). Así lo hice, y días después, sin que la agente cotejara con el original, engrapó, marcó y selló mis hojas, que de pronto se transformaron en "copia certificada".
El pago de las copias certificadas me llevó a la Tesorería. Cuando pregunté por el trámite me dijeron que debía llenar dos hojas iguales con mi nombre, dirección, teléfono, correo electrónico, número de averiguación previa, y otros datos innecesarios más. Me formé para que un empleado revisara mi formato e imprimiera un par de hojas adicionales que me servirían para realizar el pago. De nuevo tuve que formarme, pero esta vez ya en la caja. Delante de mí estaba un tipo con lentes de forma muy rara, pero sin cristal. Tuve la sensación de estar formado junto a un delincuente escondido detrás de unas extrañas gafas. Simple especulación. Pagué 20 pesos y salí de allí. El costo de mi trámite para la ciudad fue varias veces más elevado que los 20 pesos que dejé. El costo para mí fue también alto en tiempo, y hasta cierto punto en dinero, ya no pude tomar la combi hacia mi siguiente destino sino que la prisa me exigió taxi. Uno de los más amables que me han tocado este mes. Cobró con taxímetro.
Cumplido el mes del hecho denunciado, lo que procede es dar debaja las placas e iniciar el trámite en la aseguradora para que me paguen. ¿Cómo dar de baja las placas? Bien, hay que acudir a una oficina de Licencias y Control Vehicular, que existen en casi todas las delegaciones. La que me quedaba más cerca era una por Huipulco. Al llegar a ella me encontré con una cartulina, ya tirada en el suelo, que decía más o menos "nos cambiamos a Moneda esquina Cda. Carrasco". Caminé hacia Tlalpan, crucé por el puente peatonal y donde vi un sitio de taxis me acerqué a pedirle me llevara a esta oficina: "Allí no hay ninguna oficina de licencias" respondió, "sí señor, acabo de ir a la de aquí enfrente y me dicen que ahora está en Moneda y Carrasco", "pero Moneda y Carrasco no hacen esquina", "bueno, cerrada Carrasco", "oiga, pero nosotros aquí no trabajamos con taxímetro, la cuota mínima es 60 pesos". Molesto le dije "no gracias" y caminé en lo que decidía de qué manera irme, antes de 100 metros di con otro sitio de taxi "¿Es con taxímetro?" sí. Di la explicación sobre mi destino y me respondió el taxista "ah, Vivanco". Fueron 15 pesos.
En el módulo me presenté con los requisitos que decía la página de la Secretaría de Transportes y Vialidad:

Original y dos copias simples de los siguientes documentos:

1.- Solicitud;
2.- Factura o carta factura vigente;
3.- Identificación oficial, tales como: credencial para votar con fotografía, cartilla militar, pasaporte, licencia de conducir, cédula profesional o credencial oficial expedida por la autoridad competente;
4 .- Comprobante de domicilio vigente, tales como: Constancia de residencia expedida por la Delegación, credencial para votar con fotografía, recibos emitidos por la Tesorería del D.F. y documentos bancarios;
5.- Pago de tenencia del ejercicio fiscal en curso y cuatro anteriores (en el caso de vehículos y motocicletas) o pago de refrendo para vigencia anual en el caso de remolques;
6.- Tarjeta de circulación y/o Placas de matrícula;
7.- Comprobante del Pago de derechos en caso de que la baja sea a consecuencia del robo del vehículo y lo acredite con el acta correspondiente, estará exento de este requisito.
En su caso:
8.- Acta de denuncia de robo ante el Ministerio Público.
9.- Manifestación bajo protesta de decir verdad en el caso de extravío de las placas y/o tarjeta de circulación;
10.- Acta constitutiva de la empresa para personas morales o Cédula Fiscal de la empresa;
11.- Carta poder e identificación del propietario y de quien realiza el trámite;
12.- Identificación del representante legal
13.- Autorización de Baja para vehículos que proceden de otra Entidad Federativa.

El formato todavía tenía unos campos sin llenar, porque tenía dudas. De todo lo demás estaba listo. Al revisarme los documentos me preguntaron por la "factura de origen" por sólo traer la Carta Factura. Negué tenerla, pero me insistieron que era un requisito. También me preguntaron por el Repuve. Quéseso fue mi respuesta-pregunta con azoro. "Lo puede sacar en internet aquí en la papelería". "Sí ¿pero qué es?" "Entra a la página del Repuve y lo imprime". Ahora puedo explicar lo que es: en la página del REPUVE (www.repuve.gob.mx) uno introduce el número de placas y sale si tiene o no reporte de robo.
Me fui a la oficina, estuve trabajando un rato y haciendo llamadas para obtener la copia de mi factura. Un proceso que parecía imposible se concretó más rápido de lo que esperaba, a pesar de que en el banco me aseguraron que tardaría una semana. Fui a la oficina de licencias y control vehicular que me quedaba más cerca de allá, Miguel Hidalgo, pero me indicaron que ya no darían fichas sino hasta el lunes. Decidí ir de nuevo a "Vivanco". Gracias al Metrobús llegué antes de las 5 de la tarde. Cierran a las 6.
Había 3 personas antes de mí. Si atendían una cada 15 minutos, daba perfecto tiempo para completar mi trámite.
A las 5 en punto, cuando salen los empleados que entran más temprano, se cayó el sistema. "Si no llega antes de las 5:30 no los podremos atender". El jefe de la oficina de licencias parecía no darse cuenta de lo que pasaba en realidad, "lo lamento, se cayó el sistema" fue lo único que dijo. Los empleados que salían a las 5 se despidieron, pero el resto comenzó a preparase para marchar. Como a las 5:25 el jefe de la oficina anunció que revisarían que nuestros documentos estuvieran completos, y un empleado que no recordaba bien los requisitos se encargó de revolver los míos. En unos minutos los ordenaré y me iré a completar mi trámite.
Salí con una sonrisa en los labios. No haber manejado en un mes ha incrementado mi capacidad de sobrevivencia en esta ciudad. Sólo me preguntaba cómo hacer una solicitud de información para conocer las fallas en el sistema de las oficinas de licencias. Seguro que siempre los viernes se cae a las 5 de la tarde. Caminé al Centro de Tlalpan y en el sitio de taxis, ya escamado, pregunté "¿es con taxímetro?" "No, es por zonas, ¿a dónde va?".

2 comentarios:

Lucía Remes dijo...

Y con esto se ganan más indulgencias que haciendo el Camino de Santiago completo, no?

Roberto Remes Tello de Meneses dijo...

Seguro!!!