Uno de los elementos característicos de una democracia es la incertidumbre en el resultado de las elecciones. En este momento México se encuentra en el escenario de incertidumbre.
No sólo desde que iniciaron las campañas sino muchos meses atrás, un candidato ha sido el puntero en las encuestas. Factores como el ridículo que hizo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara minaron tal vez el respeto que se le tiene desde la sociedad, pero afectaron poco su ventaja. En las últimas semanas, las manifestaciones de estudiantes han acortado un tanto la distancia entre el puntero y el segundo lugar. De hecho, en algún momento el tercer lugar rebasó a la que ocupaba el segundo lugar.
En el 2000, los candidatos punteros, Fox y Labastida, se mantuvieron con un empate técnico buena parte de la campaña. En la última semana las encuestas ponían a Fox un par de puntos abajo de Labastida. El día de la elección ganó por 7 puntos. No sorprendería que hubiera algunos factores no expresados en las encuestas que queden plasmados el día de la elección.
Las manifestaciones anti - Peña podrían estar generando un Peñismo de clóset. en ciertos ámbitos resulta difícil salir y decir Yo votaré por el que no lee libros. Los doce años de gobierno panista generan también posiciones encontradas, hay logros pero el rumbo del país no parece ser tan defendible así que también hay Josefinismo de clóset, pues somos muchos los que abiertamente expresamos opiniones negativas hacia el foxismo y el calderonismo. Pero en los medios electrónicos uno oye constantemente críticas al programa económico y las cifras alegres de López Obrador, así que también puede haber Pejismo de clóset, donde la gente mantiene ocultas sus simpatías por una persona que no paró los últimos seis años de hacer campaña.
La pregunta que me hago es ¿quién genera más simpatías de clóset? Tengo la impresión de que es Andrés Manuel López Obrador. No sé si estas simpatías le alcancen para ganar, pero por un lado le pueden servir para contrarrestar el repunte que ha tenido Josefina Vázquez Mota en las últimas dos semanas y mantenerse al menos en segundo lugar y por otro podría llevarnos, de nuevo, al mensaje que nadie quiere ver la medianoche del 1 de julio. Too close to call.
En fin, son sólo horas las que faltan.